“DESNUTRICIÓN INFANTIL: EL MAL OCULTO”

Para promover la guerra del

hombre contra el hambre

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“Ésta es mi patria, el lugar donde están enterrados mis muertos. Tengo la obligación y el derecho de trabajar por recuperarla de este desastre”, sostuvo el profesional.

Foto: LUIS CETRARO

El Dr. Abel Albino, conocido por implementar en Mendoza un efectivo programa contra la desnutrición infantil, brindó una charla en Santa Fe. El público colmó las instalaciones de Luz y Fuerza y ovacionó al pediatra.

 

Natalia Pandolfo

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La formación del sistema nervioso central de un ser humano está determinada en los primeros dos años de vida. Setecientos treinta días que definen una vida. Si en ese plazo la persona no recibe el alimento que necesita, su desarrollo se verá afectado. Su coeficiente intelectual, su capacidad de aprendizaje, no serán lo que podrían haber sido.

Esa premisa, esa urgencia, es la que articula el discurso del pediatra Abel Albino, el presidente de la Fundación Conin, que llegó a Santa Fe para brindar la charla: “Desnutrición infantil: el mal oculto”, invitado por la Fundación Hoy x Mañana y Cáritas Santa Fe.

El encuentro se hizo en el cine teatro Luz y Fuerza, que se vio desbordado por la cantidad de público presente. Estuvieron allí el ministro de Desarrollo Social de la provincia, Pablo Farías, el padre Axel Arguinchona, en representación de Cáritas, autoridades municipales y titulares de ONGs.

El médico se hizo conocido en el país por haber implementado en Mendoza, en 1993, la Cooperadora para la Nutrición Infantil (Conin): un modelo copiado de Chile, país que cuenta con el índice más bajo de desnutrición en Latinoamérica.

El sistema está basado en tres pilares. El primero es la docencia: “Considerando que el niño depende de terceros para su cuidado, los que generalmente, en situación de pobreza no tienen ni los medios, ni la educación necesaria para poder llevar adelante con éxito esa crianza, es que en Conin se brindan distintos programas tendientes a la capacitación de la familia. Nuestro abordaje tiene un doble objetivo: lograr que la mamá satisfaga las necesidades de sus hijos y eleve sus expectativas culturales y sociales”, explican desde la Fundación. El segundo es la asistencia: “Existe en Conin la labor de asistir a los beneficiarios a través de diversos programas para satisfacer sus necesidades, promoviendo fundamentalmente el ejercicio de esfuerzos mancomunados, tanto de las familias como de la institución, sin caer en el asistencialismo simplista, que genera dependencia, falta de autoestima y en definitiva más pobreza”. Finalmente, la investigación: se trata de “realizar investigación científica sobre la problemática de pobreza y desnutrición, que permita difundir la actividad de la institución, pretendiendo demostrar y cuantificar el impacto que tienen las estrategias implementadas, luchando contra el hambre, priorizando la educación y protegiendo y promoviendo la salud”.

La Red Conin actualmente incluye las provincias de Misiones, Chaco, Tucumán, Corrientes, Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe, Mendoza y Buenos Aires.

EL HOMBRE

“El objetivo no es amargarnos la tarde, sino reflexionar”, advirtió Albino al inicio de la charla. Las desgarradoras imágenes que se sucederían en la pantalla harían imposible llevar a la práctica la intención, a pesar de que el médico brindó generosas dosis de humor en su conferencia.

“No vengo a agredir a nadie: estoy harto de las discusiones en este país. Creo que tenemos que amar al errado y odiar al error. Debemos atacar a la pobreza, no a los pobres. Debemos pensar qué pasó con la República Argentina, con este gigantesco país”, planteó reiteradas veces a lo largo de las casi dos horas de alocución.

El disertante, reconocido a nivel internacional por sus logros en materia sanitaria y educativa, hizo un recorrido por la historia, deteniéndose en Sarmiento y en el legado moral que dejó a las generaciones que lo sucedieron. También enfocó la mirada en los padres, los abuelos, “que amaban esta patria, que tenían pasión, tenían dignidad, tenían sueños”.

“En nuestro primer siglo, Argentina era la séptima economía del mundo. ¿Es lógico lo que nos pasa? ¿Es sólo culpa del Estado? ¿No seremos responsables de nuestro desastre? ¿Es correcto que el 30 por ciento de las personas esté por debajo de la línea de pobreza, y que nosotros no nos pongamos ni colorados?”, interpeló.

“Yo quiero una gran nación, donde cada chico pueda desplegar su potencial genético para generar igualdad de oportunidades. Debemos terminar con el aborto indigno, con el maltrato de los chicos, con la pornografía infantil, que mutilan el rostro de nuestra civilización”, sostuvo.

EL HAMBRE

“Me harté de ver pobres y desnutridos”, resume el médico, y en su hartazgo contempla los años recorriendo ranchos en los que viven la prostitución, la droga, el incesto, las violaciones: la degradación moral y material. “Soy un hombre cansado de ver la mugre. Me senté en sus camas, comí lo que comen. He visto, en Mendoza, niños durmiendo en un pozo de tierra, tapados con perros. La desnutrición es el resultado final del subdesarrollo: de nada sirve alimentar a un chico para devolverlo después al mismo ambiente de miseria”, dijo. E invitó a los presentes a hacer la prueba de apagar el calefón en sus casas, sólo durante dos días.

“Vi hombres de mi edad llorando porque les conectaban el agua. Es vergonzoso: no puede pasar que las personas vivan como animales. No puede pasar. ¿Quiénes son los animales: ellos, que viven así, o nosotros, que lo permitimos?”.

“El cerebro de un niño cuando nace pesa 35 gramos; cuando camina, 900 gramos. De adulto, pesa 1.200 kg. Es decir que el gran crecimiento se da en el primer año. Cada neurona emite hasta 15 mil cables: si alimento y estimulo, tendré un cerebro cableado”.

“No se soluciona el problema del hambre dándole una caja de leche y 200 pesos a la familia. El chico necesita una taza de leche y un beso. Necesita amor: un cerebro se cablea con amor. Después de eso, puede ser educado. Si no tengo cerebros intactos, no tengo qué cosa educar”, enfatizó.

“Yo renuncié a mi cargo de jefe en el hospital, hipotequé mi casa. Me fundí. En mi baño no había champú - tengo cinco hijas mujeres. Pero mantenía a 200 chicos. Así fui sacando esto adelante: a patadas”, contó, y confesó algunas argucias para lograr donaciones por parte de empresarios poderosos.

El Dr. Abel Albino nació en 1946 en Buenos Aires y se recibió de médico en la Universidad de Tucumán. Se especializó en Pediatría en Chile, donde conoció al Dr. Fernando Mönckeberg, su gran maestro e impulsor de este megaproyecto. Desde entonces, su discurso y su obra van de la mano, guiados por la premisa de que lo aberrante no puede colarse por el tamiz que separa lo humano de lo inhumano.

Para participar

En Santa Fe, la sede se encuentra en 4 de Enero 2363. El teléfono es 4560813; y la página web: www.nutrirsantafe.org.ar. En octubre se inaugurará el Centro de Prevención Madre Teresa de Calcuta, en el barrio Roque Sáenz Peña.

/// EL DATO


Un país con igualdad de oportunidades, donde todos puedan desplegar su potencial genético, donde todos sus miembros pueden optar con libertad el camino a seguir, no limitados por incapacidades intelectuales provocadas por la misma comunidad. La desnutrición infantil genera debilidad mental, la única que se puede prevenir, la única que se puede revertir, la única causada por el hombre”.

DR. ABEL ALBINO

Fundador de Conin

- En Argentina, cada dos horas muere un chico menor a cinco años por causas ligadas a la desnutrición.

- Hay 260 mil chicos de 0 a 5 años con algún grado de desnutrición.

- 2.100.000 argentinos no tienen asegurada su comida diaria, lo que implica que aproximadamente 330 mil familias padecen hambre (*).

(*) Datos de Red Solidaria.