Mercado de granos

No hay que cantar victoria aún

El riesgo de default de Estados Unidos sumó turbulencia a los mercados. Los precios agrícolas se mueven según las perspectivas climáticas. También influyeron masivas ventas de trigo en Rusia. Los inversores continúan reduciendo sus posiciones en commodities.

 

Leandro Gorrin

Estados Unidos evitaría la cesación de pagos, tras haber ampliado el Congreso de ese país el tope permitido de endeudamiento, y esto trajo un poco de alivio a los mercados de commodities .

El riesgo de default venía afectándolos negativamente, condicionando de la misma manera las perspectivas económicas norteamericanas y presionando directamente sobre el dólar. De hecho, se supo que el gasto del consumidor cayó inesperadamente en junio por primera vez en los últimos dos años.

En este marco los precios agrícolas se movieron fundamentalmente impulsados por las novedades climáticas que afectan la evolución de los cultivos en el hemisferio norte.

Tanto el maíz como la soja estadounidenses mantuvieron esta semana una calificación similar al promedio histórico para esta época del año, aunque en ambos casos se ubica por debajo de lo observado en las últimas campañas, lo cual podría implicar un recorte en la expectativa de rindes en el análisis interanual.

Consultoras privadas de renombre comenzaron de esta manera a ajustar sus pronósticos para el ciclo 2011/2012, dándoles sustento a las cotizaciones en la antesala de la publicación de un nuevo informe mensual de oferta y demanda por parte del Departamento de Agricultura de Estados Unidos. Se espera que el organismo también corrija sus expectativas respecto a lo estimado en julio, convalidando el impacto que habrían tenido las elevadas temperaturas que prevalecieron en las principales regiones productoras sobre los cultivos.

Mientras tanto, el trigo se vio presionado desfavorablemente por el avance de la cosecha boreal. Masivas ventas por parte de los productores en Rusia, a medida que avanza la trilla, adhirieron en el mismo sentido.

Esto es así por la urgencia en hacerse de fondos para pagar las siembras de otoño, tras el fuerte impacto que tuvo en sus finanzas la sequía del año anterior. En Francia, mayor productor y exportador de granos de la Unión Europea, los cultivos muestran condiciones razonables y se alejaron temores respecto a posibles daños tras el exceso de lluvias registrado en julio.

Recolección

En Alemania, que ocupa el segundo lugar en ese escalafón, la recolección se retrasa por humedad y crece la preocupación ante posibles deterioros en las plantaciones. Pero, y más allá del apoyo que pueda brindar este resumido cuadro fundamental, aún resultaría apresurado dejar de lado la incidencia del contexto macroeconómico en los precios. Más allá del consuelo que trajo a los operadores el acuerdo entre demócratas y republicanos en Estados Unidos, no hay que olvidarse de que Europa sigue tambaleándose y no logra enderezar el rumbo al crecimiento. Así, los inversores continúan reduciendo su exposición en commodities agrícolas y volcando sus fondos hacia activos más seguros, fenómeno que llevó al oro a seguir batiendo récords