El Museo Solomon R. Guggenheim

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El moderno edificio se erige frente al Central Park, en Nueva York.

El edificio que alberga este centro de cultura es un verdadero símbolo de la arquitectura moderna. Fue diseñado por el famoso arquitecto Frank Lloyd Wright.

TEXTOS. MARIO A. LAGUZZA. FOTOS. MARIO A. LAGUZZA Y EL LITORAL.

Este edificio, que fue declarado patrimonio histórico de la ciudad de Nueva York, alberga una de las mejores colecciones de arte moderno y contemporáneo del mundo. El museo se encuentra entre la emblemática 5ta. Avenida, en una zona residencial de la ciudad, y frente al legendario Central Park.

En 1943, Solomon R. Guggen-heim encomendó al conocido arquitecto Frank Lloyd Wright el diseño de un edificio singular para albergar su colección de arte de vanguardia. Durante los años subsiguientes de planificación y diseño, Wright aportó al proyecto su visión de una arquitectura fluida y orgánica. El museo comenzó a construirse en 1956 y se completó en 1959.

En 1992, después de cerrar sus puertas por dos años para hacer trabajos de restauración y ampliación, el Museo Guggenheim abrió nuevamente sus puertas mostrando nuevos espacios para sus galerías dentro del edificio original de Wright.

Por primera vez se abrió al público la pequeña rotonda en su totalidad. También se habilitó una torre de nueve pisos basada en el esquema original de Wright para un edificio anexo. La torre contiene cuatro galerías amplias que ofrecen al museo mayor flexibilidad para exhibir obras de su colección.

Tras la finalización de la última etapa del proyecto de restauración, en 1996, se abrió al público el Teatro Peter B. Lewis del Centro de Educación Artística Sackler. Este modernísimo teatro, también diseñado por Frank Lloyd Wright, ofrece un espacio espectacular para la presentación de los programas del museo. El Centro de Educación Artística Sackler está llevando a cabo un programa de ampliación que muy pronto quedará finalizado.

UNA COLECCIÓN DE FAMA MUNDIAL

La colección del Museo Guggenheim fue fundada a fines de 1920 por Solomon R. Guggenheim con la ayuda de su consejera artística Hilla Rebay. Inspirado por el entusiasmo de Rebay hacia la pintura abstracta, Guggenheim empezó a adquirir obras en Europa y los Estados Unidos.

Con el paso de los años, el Museo fue enriqueciendo su patrimonio a través de las diversas adquisiciones que se hicieron y con el aporte realizado por conocidas fundaciones y por particulares e importantes coleccionistas.

Así, por ejemplo en 1976, Justin K. Thannhauser, uno de los grandes coleccionistas de la era moderna, llevó al museo obras maestras de Toulouse Lautrec, Cézanne, Monet, Picasso, Chagall, Kandinsky, Van Gogh y otros artistas. El legado, que aumentó con obras donadas por Hilde Thannhauser, viuda de Justin, está instalado en forma permanente en las galerías ampliadas de la restaurada rotonda que lleva el nombre de los Thannhauser.

También en 1976, la colección de Peggy Guggenheim, sobrina de Solomon Guggenheim, fue transferida a la Fundación Solomon R. Gunggenheim. Esta fina colección de obras de arte cubista, surrealista y de expresionismo abstracto, albergada en un palacio a las orillas del Gran Canal de Venecia, aumentó la presencia internacional de la Fundación.

En 1990, el museo adquirió la importante colección Panza di Biumo -minimalista y conceptualista americano de los años ‘60 y ‘70- la que, con más de 350 obras de arte, enriqueció aún más la creciente colección de arte del museo Guggenheim.

En 1992, el legado de la Fundación Robert Mapplethorpe, que consta de más de 200 fotografías y otras obras singulares del neoyorquino, señala el comienzo de la colección fotográfica del museo e inspiró el nombramiento de la galería en el cuarto piso de la torre en honor al artista.

En 1937, Guggenheim estableció la Fundación Solomon R. Guggenheim con el propósito específico de crear un museo. La nueva institución, originalmente denominada Museo de Pintura Abstracta, estaba situada en una antigua sala de exposición de automóviles del centro neoyorquino. En 1952 se le cambió el nombre en honor a su fundador y abrió sus puertas al público, en la sede actual, en 1959.

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El museo fue diseñado por Frank Lloyd Wright.

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Una instalación con 100 mil billetes en las paredes del museo, obra del artista alemán Hans-Peter Feldmann, que podrá recorrerse hasta el 2 de noviembre.

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Una aleación de oro con otros metales -como el cobre, la plata o el paladio fundidos en una sofisticada máquina, a altísimas temperaturas- da lugar a oro rosa o blanco.

Nuestros expertos que trabajan de pulso firme el paso a paso de una joya hablan por sí solos de la complejidad y meticulosidad del proceso.

El trabajo comienza desde un plano emotivo y se traduce a través del desarrollo del diseño en una pieza única. En la planificación y producción de una colección, la creatividad no tiene límites y siempre habrá una joya para cada tipo de persona.

Somos la joyería de preferencia de aquel que gusta de las joyas, colecciones dedicadas a satisfacer las cambiantes necesidades de la moda. La base sobre la cual diseñamos es el crear para satisfacer lo que desea toda mujer- sin importar su estatus social-, que es ser atractiva sin importar la practicidad.

Nuestra habitualidad está basada en combinar metales y gemas, abordando la forma de la pieza de acuerdo con lo que el material nos transfiere como sentimiento. Elegimos aquellos que nos permiten expresar nuestra idea cargada de arte. Son joyas estudiadas en cada detalle donde se combinan diversas técnicas que van desde el calado de precisión al tallado, el engarce, el esmalte, construcción con bisagras, joyas de oro con piedras preciosas, piezas exclusivas, fabricadas una a una, joyas que perdurarán para las generaciones venideras.

El dibujo que se realiza es la primera toma de contacto con la idea que surge de la mente creativa de nuestro diseñador; la selección de las piedras es el segundo paso. El misterioso atractivo de las gemas, sus exquisitos colores y el juego de su luz interna son las características que elegimos para engarzar en nuestras joyas.

PASOS SIGUIENTES

Este proceso continúa con la realización de un molde de cera donde se prueba la distribución de las gemas: zafiros, brillantes, esmeraldas, rubíes. Se cuentan, se esparcen sobre pequeñas bandejas y se distribuyen con sumo cuidado y mayor atención.

Cada pieza lleva un número determinado de piedras. No hay lugar a error. Una plantilla numerada indica el lugar donde va cada gema. El engarzador debe tener especial cuidado ya que muchas veces es suficiente un pequeño golpe o una presión excesiva con el apretador para generar la ruptura de una gema.

Las estructuras de las gargantillas y pulseras están realizadas con tal precisión que suponen un desafío en dos direcciones, combinar la técnica clásica de la joyería con un sistema de fundido para hacer las mallas, donde se engastarán o no piedras. El pulido es el último paso, donde la pieza adquiere el brillo más codiciado por los amantes de la alta joyería.

Las herramientas en joyería se componen de piezas pequeñas para limar, cortar, perforar y engarzar. Hay herramientas de sujeción que son de madera para evitar dañar o marcar la pieza, se llaman “morcetos”.

Otro elemento es la imprescindible “morsa” que sirve para fijar las piezas, para cortarlas o perforarlas. Las pequeñas se fijan al “banco de trabajo” (mesa que utiliza el joyero para trabajar) o grandes que se amuran a la pared. También usamos herramientas de corte, esenciales para la fabricación de joyas, que se utilizan para calar, como el “arco de calar”.

Otras que podemos mencionar son las sierras de acero; para cortar chapas de oro finas utilizamos las tijeras de metal y para recortar las chapas gruesas tenemos la “cizalla”; los buriles se utilizan para engarces y grabados y son variados en formas y tamaños.

EN EL TALLER

Los bancos de trabajo están equipados cada uno con soplete, torno colgante especial para engarce y una lámpara de tubos ajustable en altura, con ‘luz día’ para -de esta manera- tener las mejores condiciones de luminosidad durante el trabajo.

Cada pieza es única, diseñada y realizada de principio a fin en nuestro taller. Todas las joyas narran historias; el punto final lo escribe la mujer que las lleva. Trabajamos al servicio de las piedras preciosas para trasmitir toda su esencia. Las gemas son un flechazo emocional. Sus colores revisten de misterio una deliciosa estética. Nos expresamos a través de las joyas, símbolo de belleza y fascinación.