Sufrió convulsiones

La asaltó dos veces el mismo delincuente

De la Redacción de El Litoral

Una mujer de 32 años debió ser hospitalizada este viernes, tras sufrir una crisis nerviosa, producto de un robo ocurrido esa misma tarde, en un local comercial de avenida Facundo Zuviría al 4500. Estuvo unas dos horas internada, con oxígeno y suero para estabilizarla, ya que tuvo convulsiones cuando después del robo la acompañaron a su casa. Afortunadamente fue dada de alta y no se registraron golpes producto del ilícito.

El episodio delictivo ocurrido en una joyería y regalería de la avenida, fue a las 18.30 de ayer. Según relataron allegados a la víctima, una señorita acompañada por un hombre, ambos bien vestidos, ingresaron al local, donde se encontraba solamente la encargada.

El hombre trabó la puerta una vez adentro y desenfundó un arma de fuego que apuntó directo a la sien de la trabajadora. “Dame todo lo que tenés”, le dijo a la mujer, que aterrada, entregó lo que le fue requerido.

La pareja de asaltantes huyó con varios paños con artículos de plata y oro, el efectivo que se encontraba en la caja y el celular de la rehén. Hasta el momento no se conoce en cuánto se estiman las pérdidas, ya que el titular del comercio no había radicado la denuncia policial en la Seccional 11a. hasta esta mañana.

Los vecinos del lugar, en inmediaciones de los edificios de Jerárquicos Salud, corrieron a auxiliar a la mujer, que una vez segura de que los asaltantes habían fugado, salió a la calle donde habría sufrido la primera descompensación y un desmayo.

Si bien de un tiempo a esta parte la cuadra cuenta con personal de seguridad custodiando los comercios, a esa hora el hombre asignado a esa zona se corrió unos metros para vigilar la salida de los chicos de la escuela República de Bolivia.

Por otra parte, se supo que el delincuente armado, descripto como un hombre de mediana edad y bien vestido, sería el mismo que tres meses antes entró a robar al mismo negocio.

En aquella oportunidad, también actuando bajo amenaza de arma de fuego, el asaltante contó con la ayuda de un cómplice, que le hacía de campana en la puerta. Esa vez fue entre las 20 y 20.30, cuando todavía no tenían custodia.