Postales de un evento impactante

El evento nació con la necesidad de escuchar las diversas ideas para concretar propuestas, de aprovechar el momento y el reconocimiento de la lechería como motor y también como raíz. Una actividad con potencialidad y vital para los territorios y su dinámica. El INTA Lechero y dos universidades empresariales de Argentina y Uruguay organizaron esta exitosa reunión. Las autoridades más importantes, institucionales y políticas, se congregaron en la apertura y coincidieron, complementándose, en la importancia de esta etapa del Mercosur y de este espacio en particular.

El primero de la mesa en hablar fue el Ing. José Luis Spontón, Director Regional del INTA de Santa Fe, quien recordó que hace 26 años se iniciaban las primeras conversaciones sobre el bloque, lejanas todavía al sentido que hoy va teniendo la integración. Convocó a “los que tenemos responsabilidades en el tema, a interpretar las demandas regionales para avanzar en visiones compartidas que redunden en líneas de trabajo”.

Los representantes de las universidades Gastón O’Donnel, Rector de la UCES y Jorge Montes, de la Universidad de la Empresa de Uruguay (UDE), hicieron hincapié en el imprescindible vínculo entre la investigación y el sector productivo. “Se trata de pasteurizar el conocimiento” dijo O’Donnel. “La investigación debe salirse de su mundo endógeno y permear el mundo productivo” y Montes remarcó que “la gente se queda donde hay negocios y la lechería es una actividad que los genera”.

Para Juan José Bertero, Ministro de la Producción de la Provincia, la integración supone básicamente salirse de la mirada sectorial para incorporar la de cadena de valor.

Por último Omar Perotti, como Intendente local, además de dar la bienvenida a la ciudad y reconocer lo valioso de la integración interna marcó las transformaciones por las que fue pasando este “mercado común” de lo supranacional a lo local y las de un mundo que desde el 2009 es distinto y en el que debe insertarse una América Latina competitiva. “Hay que leer de nuevo el mundo. Los patrones no son los mismos. En una región diferente la presencia de la lechería debe ser otra y debe serlo a partir de un Mercosur más integrado”.

Reconocernos

El primer panel fue una puesta a punto. Desde cada país, los técnicos representantes de diversas organizaciones, presentaron la lechería y sus diferentes grados de desarrollo, perspectivas, desafíos.

En primer lugar habló Miguel Taverna, Coordinador del Programa Nacional Leches del INTA. Presentó a la institución, sus objetivos y estructura y compartió algunos datos que permiten dimensionar esta cadena en el país: ubicación de zonas productivas centrales y extrapampeanas, crecimiento de la producción en los 90, fluctuaciones que persisten, niveles de eficiencia, productividad de la tierra y de la mano de obra, calidad de la leche, tasa de crecimiento (ver recuadro).Enfatizó que el desafío está en generar las condiciones para que se queden en el tambo los que están y en lograr una organización que permita la expresión de las potencialidades de la cadena.

Marcio Borges, brasilero profesor de la Universidad Federal de Río de Janeiro se propuso “desmitificar que la apertura de los 90 haya sido perjudicial para su país”. Le puso números a los cambios y al crecimiento del consumo de lácteos, habló de la instalación de industrias y de la integración entre las grandes y pequeñas tanto nacionales como internacionales en su país. El crecimiento lechero de Brasil, según Marcio, “es técnico y económico”.

Gabriel Bagnato, del Instituto Nacional de la Leche de Uruguay (INALE) planteó a la crisis del 2002 en su país (similar a la del 2001 en el nuestro) como una bisagra para el sector. “Desaparecieron muchos productores y hoy esa tendencia está francamente en baja” lo que supone algunos desafíos para la institución en la que trabaja y que resume en tres puntos: aumentar la competitividad, desarrollar la institucionalidad, producir más para exportar más. Nada menos que el doble en los próximos años (de 500 a 1000 millones de dólares anuales), es la meta uruguaya.

Osvaldo Peralta, representante del cooperativismo de Paraguay, se dedicó a compartir las características de las zonas productivas de su país (Occidental y Chaco), muy diferenciadas, con una lechería incipiente y “necesitada de aprender de ustedes” para concretar sus sueños de integración.

El MERCOSUR lechero

A partir de la exposición de Taverna quedó claro que la lechería argentina es una oportunidad más que un problema y que con ajustes especialmente a nivel de organización de la cadena es posible crecer.

Los datos hablan de un crecimiento en los últimos años muy a tono con el mundial. Desde el año 1988 al 2009 el país pasó de producir 6000 a 10000 millones de litros, de 30000 a 12000 tambos, de 78 a 192 vacas promedio, con un aumento de la productividad de la tierra del 230% y una mano de obra que ha quintuplicado su productividad (de 66000 a 300 mil litros de leche por año). La magnitud económica del sector lechero para el país se refuerza con el dato de que se trata de un sector que vuelva el 88% del dinero en el mismo territorio a diferencia de otros sectores productivos. Y en relación a la soja, estudios del INTA muestran que con un nivel de eficiencia aceptable, se trata de una actividad que compite perfectamente con una soja de 30 qq de rendimiento.

A nivel de calidad, Argentina tiene una trayectoria muy importante y la mayor parte de la leche que se produce reúne los requisitos internacionales.

 

¡Salud! Sancor volvió a estar presente con un stand en el pabellón de industria.

Foto:Federico Aguer

Premio al esfuerzo

La Ing. María Rosa Scala, coordinadora del Proyecto Lechero del Centro Regional Santa Fe del INTA y organizadora de este foro, hacía este balance cuando dijo: “creo que lo más importante es que logramos involucrar en su

desarrollo a actores público-privados de diferentes tipos de organizaciones de cuatro países, y que en muchos casos son los que definen políticas públicas a todos los niveles, nacional, provincial y municipal, y que incluyen al Mercosur en sus estrategias comerciales. Se trató de un espacio de encuentro entre la ciencia y tecnología, lo comercial y lo político, que permitió la puesta en común de las realidades y necesidades de cada uno, ver nuestras semejanzas en relación, por ejemplo, a la necesidad de llegada a los pequeños productores y al involucramiento de las PYMES en la región, y las estrategias desplegadas en cada lugar.

La integración requiere imprescindiblemente de un reconocimiento que se construye en espacios como estos. Dependerá de nosotros hacer crecer acciones compartidas a partir de esta instancia”.

El trabajo sucio. Para que la vaca esté impecable, alguien tiene que estar “al pie del cañón”.

Foto: Federico Aguer