EN 5 MESES COMIENZA LA PROHIBICIÓN

Erradicación de bolsas plásticas: alternativas desde el 1º de enero

La veda que regirá en 2012 busca promover usos como la bolsa de mandados, el “changuito” y los envases reutilizables. Implicará un profundo cambio de hábitos, pero las autoridades son optimistas.

Juan Ignacio Novak

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Ya es de dominio público que el primer día del año que viene la Municipalidad comenzará a aplicar el artículo de la ordenanza Nº 11.601 (aprobada en 2009) que prohíbe las bolsas de plástico para la entrega de mercaderías en los comercios. Y el interrogante que se abre tiene que ver con las opciones a las que podrá echar mano el ciudadano ante lo que significará un profundo cambio de hábitos en una sociedad habituada a recibir estos envases en forma profusa.

Entre las posibilidades figuran el chango con rueditas, la bolsa de mandados, los cestos calados para colocar en el baúl del auto, las bolsas reutilizables de tela que comercializan los propios supermercados, las cajas de cartón, y cualquier otra que no sea la “clásica” bolsita de plástico que hoy se distribuye en las líneas de caja. También los envases que los supermercados puedan disponer como alternativas que se adecuen a la norma.

“Sabemos que va a ser un proceso largo, que llevará un tiempo de adaptación”, explicó el subsecretario de Ambiente de la ciudad, Roberto Celano. Por ese motivo pretenden dar los pasos previos necesarios para lograr el 1º de enero el cumplimiento pleno de la nueva regla. “A partir de ahí se realizarán los controles y multas correspondientes”, adelantó.

Los fundamentos no son antojadizos. Hay guarismos que indican que en el país se usan alrededor de 27.000 millones de bolsas plásticas al año. Y en la ciudad las cifras hablan de un consumo de más de 250 millones por año.

Degradables

Si bien lo que promueve la ordenanza es recuperar viejas costumbres como la bolsa de los mandados, posibilita a los comercios la entrega de envases totalmente degradables como las bolsas de papel común o reciclado.

Pero también existe en el mercado un tipo de bolsa que, si bien parece de plástico, está fabricada a base de almidón de maíz, aceites vegetales y otros componentes orgánicos. Esto les permite degradarse en 120 días en un ambiente controlado de compostaje y convertirse en abono orgánico.

Ambas opciones podrán ser usadas. Sin embargo, dado que supondrán un costo más alto para las cadenas que decidan suministrarlas, es probable que las tengan que cobrar y así fomentar otros hábitos.

Las bolsas realizadas con componentes orgánicos no deben confundirse con las oxodegradables, que se entregan en varios supermercados. La principal diferencia es que estas últimas -igual que las comunes- tienen su base de fabricación en el petróleo, con un aditivo que acelera el tiempo de degradación. “No eliminamos el problema”, explicó Celano.

Para residuos

Una costumbre arraigada en la población es la reutilización de las bolsas del supermercado para propósitos hogareños como sacar la basura. En efecto, hay estudios que marcan que 4 de cada 5 hogares les dan este destino. Por eso, cuando se prohiban, será necesario prever opciones para que la gente disponga de los residuos domiciliarios.

La alternativa es la bolsa de consorcio, disponible en el mercado. Estos envases se venden en rollos o paquetes que contienen 10 o más unidades. Por lo que se promoverá la venta fraccionada en los comercios, de manera que el vecino pueda comprar el número que necesita para sacar la basura y también las pueda destinar al traslado de mercadería.

Acciones de difusión

Anticipando la aplicación de la norma, el municipio promueve la capacitación a cajeros de supermercados sobre la problemática de las bolsitas y los alcances de la prohibición. Hasta ahora alcanzó a 120 empleados y en los próximos días está previsto continuar. Estas instancias se diagramaron así porque los cajeros están en contacto directo con el cliente, lo que los torna un eslabón fundamental para la difusión.

La circunstancia de que la acción se desarrolle en supermercados responde a que son grandes generadores de bolsas de plástico. No obstante, desde hace tiempo hay acciones de las distintas cadenas para minimizar su impacto. Cajas ecológicas, bolsas reutilizables, bolsas oxodegradables y cobro de los envases son ejemplos.

Para Celano la erradicación de las bolsas de nylon no es más que la réplica de las metodologías que implementaron otros países. “Con tropiezos y esfuerzo algunos lograron la adaptación total y otros están en vías de lograrlo. La ciudad de Santa Fe trabaja desde el comienzo de esta gestión en políticas de cuidado del Medio Ambiente. De a poco, vamos a poder ir cambiando las conductas”, aseguró.

Experiencias en el mundo

En varios países existen acciones para disminuir el consumo de bolsas de polietileno. Entre las más interesantes figuran:

Irlanda: en 2002 se implementó un impuesto a su utilización que logró reducirla en un 94% en unas semanas. En Dinamarca, el sistema se usa desde 1994.

Bangladesh: se prohibieron en 2002 tras descubrir que fueron las principales culpables de imposibilitar el desagüe en las inundaciones de 1988 y 1998.

Vietnam: Por la duración que tienen, se usan como material para hacer bloques y detener el agua en los ríos.

Japón: los comerciantes tienen que pagar una multa cuando usan demasiadas bolsas plásticas y no hacen lo necesario para re-usar y reciclar.

México: los establecimientos comerciales cobran por cada una de las bolsas que entregan.