Procesado por incidentes en el aniversario del Estado de Israel

DyN

El líder del Frente de Acción Revolucionaria (FAR), Manuel Roberto Martino, quedó procesado por la Justicia, que lo acusó de alentar o incitar el odio racial y formar parte de una organización que impone sus ideas por la fuerza por haber encabezado una marcha que provocó incidentes durante la conmemoración del 61º aniversario de la creación del Estado de Israel, en junio de 2009.

La Cámara de Casación revocó el sobreseimiento que lo había beneficiado en base a las consignas racistas que fueron desplegadas en carteles y folletos y confirmó la acusación por tenencia de arma de guerra contra Martino, quien continuará en libertad, informaron a DyN fuentes judiciales.

Los hechos ocurrieron el 17 de mayo de 2009, cuando cerca de 20 integrantes del FAR llegaron hasta la calle Perú y Avenida de Mayo donde se realizaba un acto por el 61º aniversario de la creación del Estado de Israel, y con patadas, trompadas y objetos como nunchakus y palos comenzaron a agredir a los presentes.

También los insultaron con exclamaciones como “Israel asesino” y “judíos sionistas mueran” y arrojaron panfletos que contenían la cruz esvástica con la firma de la FAR y que decían “Hay que parar a Frankenstein! El mundo está en peligro”, “Sionismo no es judaísmo, es racismo, por el triunfo de la resistencia Palestina. Fuera Israel de Palestina”.

Para los jueces de la Sala IV de Casación, Mariano González Palazzo, Gustavo Hornos y Augusto Díaz Ojeda, esas consignas “serían signo inequívoco de la persecución y odio en contra de los judíos”.

“Así, resultaría muy difícil entender estas declaraciones como un mero repudio en contra de la política del Estado de Israel respecto de Palestina como lo entiende la defensa, cuando fueron proferidas en un festival en homenaje al Estado de Israel”, concluyeron los magistrados.

En tanto, la Cámara le dictó la falta de mérito a otros 19 integrantes del FAR, por lo que seguirán imputados en la causa ya que estaban sobreseídos. Martino fue detenido -y luego liberado- a los pocos días de los hechos y en un allanamiento en la sede de la FAR se secuestraron armas, bombas molotov, municiones y documentos y folletos antisemitas.

Por eso el juez Bonadío lo procesó por tenencia ilegítima de arma de guerra. Además, lo había acusado de formar parte de una agrupación que impone sus ideas o combate las ajenas por la fuerza y por alentar o incitar al odio contra un grupo de personas a causa de su religión, nacionalidad o ideas políticas, pero estos dos últimos delitos habían sido rechazados por la Cámara Federal.

La Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (Daia) apeló esa resolución y ahora la Casación lo volvió a procesar por esos delitos.