Cambió la suerte del ex titular del FMI

El juez neoyorquino retiró todos los cargos contra Strauss-Kahn

Denunciado en mayo pasado por presunta agresión sexual a una empleada de un hotel de Nueva York, casi cuatro meses después han caído todos las acusaciones y DSK podría dejar Estados Unidos y regresar a Francia, su país natal.

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Dominique Strauss-Kahn y su esposa, Anne Sinclair, ingresan a la sede del Juzgado de Manhattan, donde hoy podría quedar sellada su suerte.

Foto: Agencia EFE

 

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El juez de Nueva York Michael Obus retiró hoy todos los cargos que pesaban desde mayo pasado contra el ex director gerente del Fondo Monetario Internacional Dominique Strauss-Kahn por agresión sexual e intento de violación.

El juez Obus aceptó así la recomendación de la Fiscalía y desestimó los siete cargos contra Strauss-Kahn tras la denuncia presentada por Nafissatou Diallo, y ahora el político y economista francés podría abandonar hoy mismo EE.UU. si así lo decide.

La inmigrante guineana Nafissatou Diallo, que ha puesto contra las cuerdas durante más de tres meses a DSK -como lo llama la prensa- recibió la noticia de que la Fiscalía no considera que hay suficientes pruebas como para juzgar al que en su día fuera uno de los hombres más poderosos del mundo.

La Fiscalía de Manhattan había informado a la mujer y a su abogado, Kenneth Thompson, que el caso ha perdido toda su fuerza en un breve encuentro que el letrado definió como una “abrupta” reunión y del que ambos salieron visiblemente frustrados.

Thompson lamentó ante la prensa que el fiscal Vance haya “denegado el derecho a una mujer de tener justicia en un caso de violación”, y criticó también que se haya “dado la espalda” a los estudios forenses y las evidencias médicas del caso.

Previamente, los abogados de la supuesta víctima habían acudido a los tribunales para solicitar la recusación del fiscal, al considerar que éste “gestionó mal” el caso y que su oficina “saboteó de forma inapropiada” la credibilidad de su clienta.

“Simplemente ya no tenemos certeza de que el acusado es culpable más allá de toda duda razonable”, indica la Fiscalía en la moción de 25 páginas que ha presentado para pedir que se desestimen los cargos y en la que prueban que Diallo no ha sido “veraz” en detalles grandes y pequeños sobre lo ocurrido el día de los hechos.

Esa falta de “credibilidad”, aumentada por las mentiras que la mujer explicó sobre el contenido de la conversación que mantuvo con un conocido encarcelado un día después del incidente, ha erosionado la versión de la demandante hasta el punto que la Fiscalía no considera que haya una caso en contra DSK.

“Desde el principio del caso hemos mantenido que nuestro cliente es inocente y hemos defendido que había muchas razones para considerar que la demandante no era creíble”, se apresuraron a decir en un comunicado remitido a EFE los abogados de Strauss-Khan, William Taylor y Benjamin Brafman.

Los letrados señalaron además que el político francés y su familia están “muy agradecidos” con la oficina del fiscal, ya que consideró “con seriedad” sus preocupaciones y concluyó “por sí misma que el caso no podía avanzar”.

El juez Obus tiene ahora sobre la mesa decidir qué hacer con DSK, aunque normalmente en los casos en que la Fiscalía pide que se retiren los cargos, los magistrados aceptan de manera inmediata la petición, por lo que el político francés podría verse liberado del proceso judicial este mismo martes, cuando hay prevista una vista.

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¿La víctima? la guineana Nafissatou Diallo, a pesar de las debilidades de su acusación, insiste en que la agresión sexual se produjo. Foto: Agencia EFE

Los antecedentes

Los documentos presentados por el fiscal Vance revelan que Diallo mintió a las autoridades cuando dijo que no mantuvo relaciones sexuales la noche antes del incidente en el hotel Sofitel, uno de los argumentos esgrimidos por los abogados de la supuesta víctima para denunciar el intento de violación.

Los problemas de credibilidad de la supuesta víctima hicieron que el caso perdiera fuerza en junio, cuando los fiscales descubrieron que Diallo mintió en su petición de asilo a EE.UU. y cuando encontraron una conversación telefónica en la que preguntaba a un conocido “cómo podría conseguir dinero acusando” al francés.

Esas dudas llevaron a que DSK recibiera la libertad condicional sin fianza el pasado primero de julio, fecha desde la que la Fiscalía ha trabajado para decidir si las incógnitas que le despiertan la demandante eran lo suficientemente firmes como para abandonar el caso contra el conocido político y economista.

A la espera de saber qué ocurrirá con el caso criminal, Diallo ya presentó el pasado 8 de julio una demanda civil contra DSK en la que reiteró sus acusaciones y tildó de “sádica” la agresión sexual, y con la que busca una compensación económica cuya cuantía no se ha revelado.

Aunque DSK quede de momento libre de la justicia estadounidense, una periodista francesa lo acusa en su país de un intento de violación en 2003, cuando le entrevistó en un apartamento de París, por lo que sus vistas con la justicia podrían no terminar en Manhattan.

Las razones de la Fiscalía

La Fiscalía de Manhattan recomendó ayer al juez retirar los cargos contra Dominique Strauss-Kahn porque tiene dudas sobre la credibilidad de la demandante y no puede probar “más allá de toda duda razonable” que el encuentro sexual fue “forzado y sin consentimiento”.

Así consta en la moción presentada por la oficina del fiscal, Cyrus Vance, ante el juzgado de Michael Obus, quien se espera que retire los siete cargos por agresión sexual e intento de violación contra el político y economista francés.

Después de una “extensa” investigación, la Fiscalía asegura en el escrito tener “claro” que probar dos de los elementos clave de la demanda, los que se refieren “al uso de la fuerza y a la falta de consentimiento” en el incidente del pasado 14 de mayo en el hotel Sofitel, dependerán exclusivamente del testimonio de la demandante.

Según la oficina del fiscal Vance, las evidencias “físicas y científicas” obtenidas durante la investigación establecen que el acusado mantuvo una “relación sexual apresurada” con la demandante, pero por primera vez dice que no se puede probar “de forma independiente” si fue un encuentro “forzado y sin consentimiento”.

Aunque recuerda que haber mentido o cometido algún crimen en el pasado no es motivo para descartar una denuncia, la Fiscalía añade en el escrito que las “falsedades” en las que ha caído desde que comenzó el caso Nafissatou Diallo, la inmigrante guineana que acusa a DSK, les impiden dar crédito a su versión de los hechos.

“Si no le creemos a ella más allá de toda duda razonable, tampoco podemos pedirle al juez que le crea”, añade en la moción, firmada por los asistentes del fiscal John McConnell y Joan Illuzi Orbon, en la que aseguran que mintió a la Fiscalía y el gran jurado sobre su pasado y su actuación tras el incidente del pasado 14 de mayo.

La Fiscalía, que asegura no haber tomado la decisión “a la ligera”, insiste varias veces en que la credibilidad de Diallo ha quedado en entredicho, lo cual hace imposible que resolver la cuestión sobre qué ocurrió exactamente aquel día en la suite del hotel neoyorquino.

La oficina de Vance incluye en la moción, de 25 páginas, una lista de las inconsistencias en las que cayó la demandante desde que denunció el caso, desde diferentes versiones sobre lo ocurrido inmediatamente después del incidente, hasta sus mentiras “bajo juramento” sobre su pasado y las llamadas que hizo tras la denuncia.

En suma, añade la Fiscalía, la empleada del hotel Sofitel ha mentido de forma “persistente” y a veces “inexplicable” a la hora de describir hechos de gran significado y detalles menores, por lo que considera que la “verdad” sobre lo que pasó ese día y el pasado de Diallo sigue siendo “escurridiza”.