ADE y la Fundación Libertad
Santa Fe 2015: Precongreso de Economía Provincial
El puerto de Santa Fe y el valor para la región del proyecto de reconversión fue abordado por el Dr. Gustavo Vittori. El economista de la ciudad de Rosario, Jaime Abut, expuso sobre las chances del país y la crisis económica mundial.
Benito Correnti, presidente de la Asociación de Dirigentes de Empresas abrió la jornada. A su lado, los expositores de la reunión: Gustavo Vittori y Jaime Abut.
Foto: Amancio Alem
De la redacción de El Litoral
El 29 y 30 de setiembre, se realizará en Rosario, el Congreso de Economía Provincial Santa Fe 2015. Como en otros años, se desarrolló en nuestra ciudad el Precongreso, de un encuentro que busca -desde 2005- como señalan sus organizadores, “mirar a la provincia en el largo plazo”.
Benito Correnti, presidente de la Asociación de Dirigentes de Empresa, abrió el encuentro en el que describió a la Fundación Libertad con la que se organiza esta actividad, como “una institución aliada”.
Correnti destacó esta mañana, en la sede de ADE, la presencia de los presidentes de las entidades que conforman la Mesa de Entidades Productivas, del titular del Ente Administrador del Puerto de Santa Fe, Marcelo Vorobiof, y de otras autoridades y empresarios.
Crisis mundial
El economista Jaime Abut dijo que la crisis tiene origen internacional y efectos políticos notables, pero responde a causas económicas cuantificables. Subrayó que “el mundo ha cometido errores garrafales” y que “la crisis que vivimos es consecuencia de un exceso de gastos y de la ineficiencia, pública y privada, que se ha pagado con endeudamiento. Y eso tiene un límite”, advirtió
El experto lamentó que los Estados no tengan “políticas contra-cíclicas”. Subrayó que el sector público debería ser “reservado para las malas y no sumarse a las buenas (épocas). Porque cuando llegan las malas no tiene con qué. No debió el Estado sumarse al gasto en exceso en tiempos de bonanza”.
Abut pidió que al menos la economía aprenda la lección, que no es otra que la que dice que no se puede gastar más de lo que se tiene.
Aunque rechazó que pueda el determinismo (dicho como voluntarismo) superar crisis, dijo que los liderazgos políticos son necesarios para convocar a “la grandeza” a “la esperanza fundada, soñar lo imposible y emprender lo posible”. Antes destacó que “la crisis actual se lleva puesto a más de un dirigente” y mencionó las caídas en picada de la popularidad de los jefes de Estado de España, Estados Unidos, y “en lista de espera” Francia.
El diagnóstico del economista no ahorra palabras: como todos, dice que la economía mundial cursa un “enfriamiento, una desaceleración”, pero advierte que ya hay elementos para pensar en una “recesión prolongada, que no sea fácil resolver” en el corto plazo.
De todas formas, advirtió que hay otras visiones, “más temerosas y dramáticas”, que directamente vaticinan una “depresión”.
Acordar con los socios
“Si uno quiere buscar una identidad, la Argentina es en el mundo, un país oleaginoso-forrajero. Esa es la caracterización dominante. Ya no somos importantes por la exportación de carnes, trigo y otros alimentos. Pero junto con el Mercosur conformamos -si logramos hacer las cosas bien- el polo exportador oleaginoso forrajero más importante del mundo”, subrayó Abut.
Expresó que “si pusiéramos en marcha un proyecto y un plan concreto, al 10% de crecimiento anual duplicaríamos la actual producción agropecuaria en 7 años. Y lo más importante, hay demanda suficiente (incluso para mucho más) en Asia del Pacífico. En el mundo lo difícil es encontrar las oportunidades de mercado y aquí las tenemos. No podemos dejar pasar la oportunidad”, destacó.
Tras mencionar que el perfil de Argentina es el de un productor bio-alimentario (pero también bio-energético, por el biodiésel y el bioetanol), advirtió que para construir ese polo oleaginoso-forrajero de influencia mundial “se deben acordar políticas con nuestros socios del Mercosur: con Brasil, Paraguay, Uruguay, e incluso también con Bolivia, porque hasta la zona del oriente de ese país llega la producción de soja. Hacerlo es aprovechar una oportunidad histórica: debemos atraer inversiones e incrementar el potencial productivo con más infraestructura y logística, sobre todo en transporte y en comercio”, explicó.