El debate sobre la planificación urbana

Ripoll: “La ciudad necesita un código de edificación único’’

El concejal justicialista elaboró un proyecto para unificar la ordenanza base de 1983 con todas las otras normativas que rigen en materia de edificaciones.

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Actualizar la norma. El crecimiento de Santo Tomé en los últimos 30 años generó cambios e incorporaciones importantes en su legislación. Agencia Santo Tomé

Ariel Durán-Sergio Ferrer

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En materia de edificaciones, actualmente en Santo Tomé rige un reglamento municipal basado en una normativa ideada hace casi treinta años y varias ordenanzas promulgadas oportunamente para incorporar temáticas específicas, que muchas veces tuvieron que ver con cambios sociales, o hasta con hechos propios de la modernidad y los avances tecnológicos, como ser los planes sociales de viviendas, los cementerios privados, las distintas adaptaciones al régimen de construcción para personas con capacidades diferentes y la aparición de los portones automáticos, entre otras.

Por eso, el concejal justicialista Sergio Ripoll ha elaborado un solo cuerpo legal, con la idea de concentrar y ordenar toda esa legislación. “Esta iniciativa estuvo motivada por la necesidad de contar con un Código de Edificación de la Ciudad de Santo Tomé único, que reúna la cantidad casi infinita de ordenanzas sueltas y dispersas que están dando vuelta, por decirlo de alguna manera, pero que están vigentes’’, aclaró el concejal a El Litoral, quien también se esforzó en puntualizar que la normativa base en este tema es la ordenanza Nº 1.044, de 1983.

“Con el transcurso de los años, se fueron sancionando ordenanzas relacionadas con la original, en algunos casos para modificarla expresamente, y en otras circunstancias para incorporar reglamentaciones autónomas’’, acotó.

Compleja diversidad

“Así, por ejemplo, se actualizaron disposiciones sobre edificios en torre, playas de estacionamiento privadas, ejecución de obras en la vía pública, permisos y regularizaciones de construcciones y cartelería urbana, entre otras cosas’’, siguió describiendo Ripoll, quien además creó un índice para el referido código, debido a que el mismo “es muy extenso y abarcativo’’.

“Hay que pensar que todos estos años también se sancionaron ordenanzas que se vinculaban con la temática, pero que se generaban fuera del cuerpo normativo general, como ser el uso de la vía pública por parte de los comercios gastronómicos y la construcción de cerramientos; las veredas y sendas peatonales en estaciones de servicios; la adecuación de edificios públicos a personas con discapacidad; el cercado de cavas; los certificados finales de obras y la el visado de los planos de mensura y subdivisión de los planes de viviendas de interés social (más conocidos como Fonavi), la construcción de rampas para discapacitados, entre otras’’, explicó posteriormente el edil, referente de Futuro con Dignidad.

“Sería altamente beneficioso para la administración municipal poder concentrar todas las normativas en un nuevo plexo jurídico como el indicado, es decir el Código de Edificación local, para luego conducirnos desde allí’’, sugirió después.

Para finalizar, Ripoll resaltó la intención de “lograr una normativa general, para luego avanzar sobre cuestiones de edificación puntuales’’, poniendo como ejemplo el tema de la altura permitida para las construcciones en Santo Tomé, que es de 4 pisos (o el equivalente a 10 metros). En tal sentido, el edil se mostró partidario respecto a edificaciones más altas, pero sólo en determinados sectores, no en toda la ciudad.

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El cúmulo de normativas en materia de edificación no favorece la búsqueda de claridad sobre las normas en vigencia y genera un procedimiento denso a la hora de determinar la aplicabilidad de cada una de ellas”.

Sergio Ripoll

Concejal de Santo Tomé

La visión del municipio

Diario El Litoral consultó sobre el tema de las edificaciones al actual secretario municipal de Obras Públicas, Ricardo Méndez, quien aclaró que en el seno del municipio se vienen analizando desde hace un tiempo cuestiones relacionadas con el reglamento vigente, en especial por la antigüedad del mismo y la necesidad de actualizar determinadas disposiciones. No obstante ello, Méndez dejó bien en claro que tratándose de una ordenanza, cualquier cambio, corrección o revisión que se le quiera hacer deberá ser a través de una normativa del mismo tenor. En el caso de la propuesta del concejal Sergio Ripoll —que todavía no fue aprobada y está bajo estudio de las tres comisiones internas del Concejo—, Méndez expresó que no tendrían problema en analizar la viabilidad de este proyecto.