Más revelaciones del escándalo en Francia

Piden una nueva investigación del caso Liliane Bettencourt

Un ex juez del caso acusó a Nicolas Sarkozy de haber recibido dinero negro.

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La multimillonaria Liliane Bettencourt, la máxima accionista de la empresa L’Oreal, quien fue vinculada con un escándalo político-financiero durante la pasada campaña presidencial.

Foto: ARCHIVO EL LITORAL

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EFE

Martine Aubry, que dejó el liderazgo del Partido Socialista (PS) francés para intentar presentarse a las próximas presidenciales, pidió hoy una nueva investigación sobre el “caso Bettencourt” después de que una juez declarase que un testigo clave vio a Nicolas Sarkozy recibir dinero negro.

“Pienso que actualmente, o lo espero en todo caso, se va a abrir una nueva investigación. Es lo que pasa normalmente en un país donde la justicia es independiente y libre. Cuando una alegación está en la plaza pública, se debe tener lugar una nueva investigación”, declaró Aubry en BMF TV.

La jueza Isabelle Prévost-Desprez, que inicialmente investigó el escándalo político-financiero relacionado con la multimillonaria Liliane Bettencourt, asegura en un libro que un testigo clave del caso relacionado con la máxima accionista de L’Oreal vio a Sarkozy recibir sobres con dinero en efectivo de parte de la anciana.

Por su parte, tras conocerse esa información, el también ex responsable del partido y candidato a las elecciones primarias François Hollande, declaró a los medios locales en la Asamblea Nacional que hay “demasiada presión” del Elíseo, sede de la presidencia francesa, sobre la justicia.

“Quiero ser prudente” pero el libro revela que “en el Elíseo, junto al propio presidente, había una célula que, con la policía y con la justicia, hacía presión para que unos asuntos salieran a la luz y otros fueran sofocados”, señaló Hollande, favorito en la carrera presidencial, según las encuestas de intención de voto.

Cuando presuntamente se produjeron los hechos, Sarkozy se encontraba en la campaña electoral para llegar a la presidencia. La tesorería de dicha campaña la gestionaba el que después sería su ministro de Presupuesto, Eric Woerth.

Woerth salió del gobierno después de que media docena de investigaciones judiciales apuntasen a que presuntamente había concedido un trato fiscal ventajoso para Liliene Bettencourt, cuya fortuna gestionaba, entre otros, la propia esposa del ministro.

La candidata a las elecciones primarias del PS en las que se decidirá quién representará a esta formación en las presidenciales del próximo otoño agregó que no comprende que la juez no le haya comunicado eso al propio fiscal, aunque conoce “las presiones a las que ha estado sometida y de las que se ha quejado”.

Por su parte, el secretario general de la gobernante Unión por un Movimiento Popular (UMP), Jean-François Copé, declaró en Canal + que las acusaciones contra Sarkozy se producen “a unos cuantos meses de las elecciones presidenciales” y que “no hay que dejarse engañar”.

“Hay un desmentido muy claro del Elíseo”, agregó Copé, que subrayó que “a seis meses de las presidenciales hay que mantenerse en estado zen”.

La información, avanzada hoy por el diario francés Libération y que se podrá leer en un libro que publicará mañana, ha sido desmentida tajantemente por el Palacio del Elíseo, que señaló que se trata de “alegaciones escandalosas, infundadas y falsas”.

El caso

El escándalo Bettencourt estalló en 2009, cuando a partir de un cisma familiar entre ésta y su hija, que la acusaba de dilapidar su fortuna, salieron a la luz más de 20 horas de grabaciones clandestinas registradas por el mayordomo de la heredera de L’Oreal.

Las grabaciones, con las que se pretendía probar que el fotógrafo Françoise Bettencourt-Meyers se aprovechaba del dinero de la anciana, desembocó en un escándalo con ramificaciones político-financieras que salpicaron al entonces ministro de Presupuesto, Eric Woerth, y a la propia Liliane Bettencourt, por evasión fiscal.

La justicia validó las cintas y se abrieron media docena de investigaciones que apuntaban a Woerth, que terminaron costándole el puesto tras descubrirse que su esposa trabajaba en la gestión de la fortuna de unos 17.000 millones de euros de Bettencourt, quien se supone pudo haberse beneficiado de un trato fiscal favorable.

Se da la circunstancia de que la multimillonaria, a quien Hacienda ha reclamado inicialmente 30 millones de euros por evasión fiscal y sobre quien se sospecha que ocultó al fisco la posesión de una isla entera en Las Seychelles, fue una de las personas que pidió recientemente la creación de un impuesto especial a los ricos para ayudar al país a salir de la crisis.

Testigo clave

La juez francesa Isabelle Prévost-Desprez, que llevó el caso de la multimillonaria francesa Lliane Bettencourt, asegura en un libro que un testigo clave vio a Nicolas Sarkozy recibir sobres con dinero de parte de la máxima accionista del imperio L’Oreal.

Se trata del libro, “Sarko m’a tuer”, escrito por dos periodistas de Le Monde, que incluye testimonios de Prévost-Desprez, la magistrada y vicepresidenta del tribunal de Nanterre que se ocupó del caso que provocó la dimisión del ministro de Presupuesto Eric Woerth, salpicado por los presuntos escándalos de financiación ilegal para la campaña presidencial de Sarkozy.