Caso Meza

Se entregó el “Entrerriano”

Un joven de 14 años que fue testigo del crimen no pudo reconocer al detenido en rueda de personas.

a.jpg

El mecánico Diego González (34) es el principal sospechoso y el único que falta entregarse. Foto: Gentileza Poder Judicial

 

De la Redacción de El Litoral

[email protected]

La semana pasada, cuando los familiares del chico Nicolás Meza visitaron al juez Jorge Pegassano, para reclamarle por el esclarecimiento del crimen, se enteraron de la detención del segundo de los buscados. El “Entrerriano” Martín Teodoro Aguilar, de 23 años, se entregó el martes de la semana pasada junto a su abogado Juan Alberto Lugo y prestó declaración indagatoria ese mismo miércoles.

Si bien lleva una semana tras las rejas, se presume que el “Entrerriano” podría correr la misma suerte que el primero de los detenidos, Rolando González, de 36 años, que recibió la falta de mérito y recuperó la libertad.

Una de las medidas fundamentales para relacionar a Aguilar, señalado como uno de los hombres que estaban en el paraje La Boca cuando ocurrieron los hechos, era la realización de un reconocimiento mediante rueda de personas. El testigo, un chico de 14 años, que es tío de la víctima, no pudo reconocerlo entre un grupo de personas.

Pelo corto

Fuentes tribunalicias indicaron que a diferencia de la foto de prontuario que se publicó por los medios de prensa, en la que aparece con el pelo largo, al momento de entregarse llevaba el cabello recién cortado.

Sólo resta saber el paradero de uno de los hombres sobre los que se irradió pedido de captura. Se trata del mecánico de Alto Verde, Diego González, acusado de haber acribillado de un tiro en la cabeza a Meza. Por el momento el sujeto permanece prófugo y nada se sabe acerca del lugar en el que se “aguanta”.

Por contrapartida, existe cierta preocupación entre las autoridades judiciales, porque el reclamo de los familiares no parece tener como correlato la colaboración necesaria para que la investigación llegue a buen puerto.

Por un robo

Nicolás Meza, de 11 años, murió el 26 de julio pasado al quedar envuelto en una persecución, que tuvo como protagonistas a varios hombres mayores, que corrían tras un grupo de muchachos con el “Porteño” a la cabeza, que se habían robado una play-station y una cafetera.

La cercanía con ese ambiente contaminado por la delincuencia hizo que fuera Nicolás el que quedara en manos de otro bandido, que sin reparos le quitó la vida.

El hecho ocurrió en horas de la siesta, por lo que hubo algunos familiares y vecinos que pudieron ver la secuencia con desenlace fatal. Todos coinciden en señalar al mecánico como el autor del disparo, sin embargo, con el correr de los días, quienes habían sido ubicados en la escena del crimen, ya no estaban ahí al momento de judicializar las declaraciones.

El caso del “Rengo” González, hermano del principal sospechoso, es claro en cuanto que él sólo acudió a un llamado de su hermano, que le pidió que le cinchara el auto hasta la casa porque se había quedado empantanado. Según le dijo al juez Pegassano, no estaba enterado de lo que había sucedido cuando fue con su remís a auxiliarlo.