Avanzan las tareas para recuperar este emblemático edificio

San Carlos Centro le cambia la cara al cine teatro Rivadavia

El intendente de la ciudad, Omar Príncipe, comentó cuáles son los trabajos de restauración que se vienen realizando hasta el momento. La obra se lleva a cabo con recursos propios y estaría culminada el año próximo.

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Las tareas se realizan en el hall de ingreso, en el salón central con una recuperación integral de los palcos y el piso flotante cuya pinotea ya fue reciclada. Fotos: José Vittori

José Zenclussen

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Con 101 años de historia cultural y social sobre sus tablas, el cine teatro Rivadavia vuelve luego de mucho tiempo a tomar la fisonomía que supo tener durante sus años de esplendor en las décadas del 40’ y del 50’. Un acuerdo entre la Municipalidad de San Carlos Centro y la comisión directiva de la Biblioteca Popular Centro Rivadavia posibilitó iniciar la restauración integral de uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad.

La primera etapa de la obra constó del reemplazo de las 14 columnas de perfil doble T que se encontraban en pésimas condiciones a raíz del paso de los años. Este trabajo se realizó por debajo de la llave que fue armada en cada una y soldada con una plaqueta de hierro de cada lado.

Cada columna fue descubierta hasta el fondo del cimiento, donde se realizó una base de 60 x 60, con un enrejado de hierro nervado del 10, con el posterior colado de hormigón hasta el cielorraso. Este trabajo fue de vital importancia ya que con el mismo se reforzó y estabilizó el edificio.

Además, se demolieron y desmantelaron los antiguos palcos del edificio, en ambas paredes, para despejar toda la zona para el reemplazo de las columnas y la colocación de base de hormigón.

El intendente municipal, Omar Príncipe, comentó que los trabajos de recuperación comenzaron en el año 2010, cuando la Biblioteca Popular Centro Rivadavia ocupaba el hall del cine para llevar a cabo sus actividades. “El salón del cine estaba cerrado y el hall no se encontraba en buenas condiciones, es por ello que decidimos alquilarle a la biblioteca un nuevo espacio donde pueda llevar adelante sus actividades en un mejor ambiente”.

Príncipe agregó que desde hace tiempo existía el deseo de recuperar el edificio por su historia y lo que representa para la comunidad. “A partir de la sanción de una ordenanza comenzamos la recuperación con la idea de terminarlo lo más pronto posible. Al ser un edificio que tiene más de 100 años, tuvimos que cambiar todas las columnas de hierro que estaban deterioradas por el óxido”, apuntó.

La primera etapa que consistía en afianzar la estructura y la estabilidad del edificio, ya está cumplida.

Recta final

En la siguiente etapa de la obra, se trabajará en la pared posterior al escenario, en la construcción de los nuevos baños y palcos y en los detalles finales de la misma. La obra es realizada con recursos propios del municipio; “no lo incluimos en ningún plan a nivel nacional o provincial, porque en general terminan demorando mucho tiempo”, indicó Omar Príncipe.

Mes a mes se llevan adelante las distintas tareas a través de un concurso de precios, que realiza la Municipalidad. “No le hemos puesto plazo a la obra, porque cuando decidimos encarar la recuperación del cine no se hizo un proyecto previo y decidimos avanzar con la obra porque el edificio se estaba cayendo a pedazos. Es una inversión millonaria, si uno se ponía a pensar cuánto costaba era muy difícil que se hiciera”.

En este sentido, el funcionario aseguró que la idea es culminar con la obra el año próximo. Además está previsto modificar la fachada de ingreso buscando congeniar la parte moderna con la antigua.

Por otra parte, Príncipe manifestó que el edificio no sólo estará destinado a cine y teatro, sino que se convertirá en un espacio cultural múltiple, donde se puedan realizar actos sociales, recitales, entre otras actividades. “El cine teatro Rivadavia continuará siendo propiedad de la biblioteca. Una vez que se entregue el inmueble haremos un convenio de trabajo para darle diferentes usos”.

Por último, el intendente local reconoció que sin el aporte del municipio hubiera sido muy difícil recuperar el cine por parte de la biblioteca, ya que los recursos que maneja la institución sólo alcanzan para cubrir los sueldos de los empleados y otros gastos menores. “Cualquier sancarlino de más de treinta años lo conoció, ya que hasta mediados del 80 se pasaron películas. Yo no podía permitir que en mi gestión el cine se perdiera, hubiera sido un golpe muy importante para el sentimiento de todos”, concluyó.

 
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En 2010 comenzaron los trabajos de recuperación en uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad.

Historia

La historia del cine teatro Rivadavia se remonta al año 1910, cuando Alfonso Damevín pone en funcionamiento el primer cinematógrafo de la localidad al que denominó 25 de Mayo. En 1924, el Centro Rivadavia adquiere el edificio y pasa a llamarse cine teatro Rivadavia. Durante estos años la institución concesiona su explotación comercial a particulares, también en el lugar se llevaban a cabo los tradicionales bailes de la ciudad.

Hacia 1980, la crisis por la que atravesaron todos los cines del país sometió a la institución a un problema económico sin precedentes, transformándose la Biblioteca y sus asociados en el único sostén.

En la actualidad, y luego del acuerdo con el municipio, el edificio está siendo restaurado para que las generaciones futuras puedan vivenciar y disfrutar de un lugar histórico con mucho valor afectivo para todos los sancarlinos.

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La fachada será reciclada conservando parte de la fisonomía antigua, con detalles modernos.

/// análisis

Recobrar un símbolo

Juan Ignacio Novak

El italiano Giuseppe Tornatore lo definió con arrolladora sencillez en la película “Cinema Paradiso”: la sala de cine no es tan sólo un lugar donde se proyectan películas sino muchísimo más que eso: es un espacio donde se construye parte de la identidad de los integrantes de un grupo social.

El cine teatro Rivadavia tiene todos los “pergaminos” que lo acreditan como un símbolo para los habitantes de San Carlos Centro. Fue, a lo largo de varias décadas, un “faro” para la vida cultural y social de la ciudad. De hecho, es casi seguro que cualquier sancarlino con más de 30 años está en condiciones de situar algún recuerdo de la niñez en las imponentes instalaciones del salón ubicado frente a la plaza San Martín.

Desde mediados de los años 80, de la mano de los profundos cambios en las opciones vinculadas al entretenimiento familiar, su decadencia fue lenta y progresiva. Como suelen ser las agonías. Debido a la falta de mantenimiento, era casi inevitable una sensación de pesar al ver “morir” poco a poco un edificio de tal jerarquía.

Frente a este panorama la decisión que tomó el municipio de esa ciudad de restaurarlo parece un acierto, sobre todo si en el proceso se logra mantener el estilo con el que fue esbozado a principios del siglo XX. Porque implicará el rescate de un “símbolo” que cualquier sancarlino, por vivencia propia o por legado, puede sentir como propio.

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