A los docentes del siglo pasado

Lila Sánchez de Anselmi.

DNI. 3.730.516.

¿Te acuerdas amiga... / de tu primera escuela / donde dictaste clases?// ¿Te acuerdas de esos niños, / que eran en su mayoría, / de condición humilde / y pancitas con hambre?// ¿Recuerdas cuando a escondidas / llevabas alimentos, / para el más vulnerable?//. ¿Recuerdas... cuando enternecida, / removías tu portafolios / en busca de cuaderno y lápiz; / para ese niño de pelo chuzo, / que a mitad de año / ingresó a clase? // ¿Recuerdas los recreos... / en heladas galerías sin resguardo, / sólo aire?//Aire gélido por los cuatro costados... / por falta de comodidades.// ¿Recuerdas a tus pies entumecidos, / que al caminar parecían quebrarse?// Y a pesar de todo... / el niño aprendía conocimientos... / aprendía modales...// Hoy... lejos de aquellos momentos / de realidades contrastantes, disfrutamos la familia, los nietos / y queridas amistades.// Y con todo esto vivido, / de nuestros labios suena vibrante: // ¡Qué honor... fue haber sido maestra!// Con vivencias tan imborrables.// ¡Salud! maestras del siglo pasado!// ¡Salud! por lo que han transmitido, / fue bastante...

Agradecimiento

Gómez Carmen de Cucuccio.

L.C. 6.367.627. Ciudad.

Señores directores: Quisiera hacer público mi agradecimiento al 911, más precisamente a la Brigada Motorizada de la URI y a los suboficiales: Summo Leandro, Montenegro Javier, Castillo Manuel y Schulz Enrique, quienes en el día 6 de septiembre ppdo. nos prestaron auxilio incondicional en una urgencia familiar, por mi nietita Valentina (18 meses) la cual sufrió una grave convulsión, siendo llevada al Hospital de Niños, adonde luego de prestarle los primeros auxilios quedó internada. Estos jóvenes policías arriesgaron sus vidas al borde de sus motos, teniendo uno de ellos un accidente unos metros adelante nuestro, volcando su moto en una curva, dando varios tumbos, por suerte sin revestir gravedad. Nos escoltaron abriendo paso con sus sirenas dado el tránsito que había a esa hora (17.30) para llegar lo más rápido posible dada la gravedad de nuestra pequeña Valentina.

Que Dios los bendiga y que no cambien nunca esa sensibilidad, solidaridad y amor al prójimo que nos brindaron en tan difícil y angustiante momento. A todos los que nos ayudaron; vecinos, policías, equipos de salud del Hospital Dr. Alassia, muchas gracias y eternamente agradecida.