Poemas de Nora Hall
Poemas de Nora Hall
I
Desayuno en el patio de los naranjos
y leo
una dramática historia de amor
todo el tiempo se aquieta
en el triángulo de hojas y de frutos
que se esconde del mar
de las naves enormes
y de los botecitos
en el libro también pasan gaviotas
que se ríen
de los pobres amantes del farallón
el agua cede o sigue
II
Olivos, glicinas, limoneros
retamas camino a Marina del Cantone,
donde los hombres rana buscan mujeres
con cola de pescado
que parezcan sirenas
en el fondo de piedra del golfo de Salerno
III
En las colinas
entre Acquaviva y Aragona Caldare
el viento acama las mieses
¿Cómo decir con palabras de este mundo
que el trigo maduro baila
y se elonga
sobre la espalda
de las lomas suaves?
IV
Bes protege la vida femenina
Bes es el dios de la alegría
de la casa
de los sueños domésticos
en los que las mujeres danzan
con hombres de ébano vestidos de blanco
y se marean
V
Claro de luna
-sí, Beethoven-
un surco anchísimo de luna
parte el mar
Acá suenan tarantelas de trattoria
para turistas o autóctonos
que festejan un viernes por la noche.
Los hombres sus amigos
de pómulos envinecidos-
palmotean sin pandereta
para extender la noche
que ya no pesa
“Mediodía”, de Carlo Carrà.
“El pino en la playa”, de Carlo Carrà.
VI
Bailan
bajo los arcos de San Marcos
porque están en Venecia
y eso los hace divinos
Ginger y Fred: de celuloide
Ellos: reales
en la plaza que se inunda
en cada amanecer
y traman actos
para desalojar palomas
que por error
o desafío
hicieron sus nidos en un ojo de buey
(De -título provisorio- “Que parezcan sirenas”)
“Casa abandonada”, de Carlo Carrà.