El presidente del Enapro en Diputados

Interrogantes alrededor del

futuro del puerto rosarino

Ángel Elías se comprometió a remitir documentación que avale muchas de sus afirmaciones. Falta concretar en actos administrativos una serie de compromisos adquiridos por el Estado Nacional, el provincial, el ente administrador y un concesionario privado.

Mario Cáffaro

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Pese a la “muñeca” política de Angel Elías -dirigente radical, alguna vez diputado nacional- quedó demostrado en la Cámara de Diputados que el plan de reconversión del Puerto de Rosario -con Puerto de la Música incluido- puede tener la mejor buena intención, pero escasos papeles para ponerlo en marcha. En las dos horas en que el titular del Ente portuario rosarino estuvo en la presidencia de la Cámara con una docena de diputados, se llevó el compromiso de entregar documentación que permitiría avalar las acciones llevadas adelante por la administración.

A la distancia y después de escuchar los argumentos de Elías y de los diputados justicialistas -el oficialismo estuvo presente pero no habló- parece evidente que el proyecto de la gestión Binner de levantar el Puerto de la Música en parte de las instalaciones portuarias concesionadas le generó más de un dolor de cabeza, hubo y hay desprolijidades administrativas varias, cambios de planes sobre la marcha, negociaciones contrarreloj con el concesionario y con el gobierno nacional y hasta ahora pocos actos administrativos.

El tema es engorroso porque son demasiados los actores y los intereses en juego. Pero además fue complicado por el propio Ente Portuario que negó el acceso a la documentación al diputado justicialista Marcelo Gastaldi quien viene denunciado una serie de hechos desde hace un año. En la reunión, el legislador le mostró al funcionario la documentación que le entregó la justicia ya que recurrió a un tribunal para que se cumpla con el derecho del libre acceso a la información del Estado.

El proyecto arquitectónico del brasileño Oscar Ribeiro de Almeida Niemeyer fue licitado y adjudicado a una UTE de empresas rosarinas que no pudieron iniciar los trabajos porque el Ente está ocupado desde abril por portuarios que temen perder sus puestos de trabajo con el cierre del muelle para transformarlo en complejo arquitectónico.

Pero antes, el Ente acordó con la concesionaria del puerto (TPR) la cesión de ese muelle, la construcción de otro más hacia el sur con la prórroga de siete años de un contrato que vencía en el 2032. En el medio, la concesionaria presentó su concurso preventivo y cambió de accionistas con el ingreso del grupo Vicentín.

Ejes y preguntas

Elías habla de un proyecto de reconversión con varios ejes: Puerto de la Música, construcción de dos muelles para granos y cargas en general y otro para TPR. De los nuevos muelles se encargarían el Estado nacional y el provincial. “Hay una feliz coincidencia en la necesidad de tener fuerte presencia estatal en puertos y en la marina mercante propia entre Nación y provincia” enfatizó en más de una oportunidad. El planteo es interesante porque esa zona está colmada de puertos privados y graneleros. La duda es que todavía la Nación no pasó del compromiso verbal de hacer la obra y de autorizar la construcción del Puerto de la Música.

La otra inquietud legislativa es por qué se mantiene la prórroga con el concesionario por siete años cuando la obra principal la solventará el Estado. La respuesta de los funcionarios es que TPR deberá poner en condiciones el muelle, construir caminos de acceso y otras obras de infraestructura para que funcione. La ecuación económica aseguran que está avalada por estudios de dos facultades de la Universidad Nacional de Rosario. El compromiso fue hacer llegar esa documentación en días más.

“La única terminal que mueve contenedores es la del puerto rosarino, todos los demás son graneleros” aclaró para demostrar la factibilidad de la iniciativa.

Los rosarinos afirman que llevar hacia el sur de la ciudad la parte operativa del puerto es una vieja aspiración que aliviará además el tránsito de la zona donde hoy se encuentra. Elías les recordó que eso ya figuraba en el Plan Estratégico elaborado en 1998.

El plan presentado parece razonable, factible y posible. El problema es que se elaboró una vez tomada la decisión de hacer una obra que se pretende emblemática para Rosario como es la imaginada por Niemeyer. Para llevarla adelante, se obviaron trámites necesarios en toda administración de recursos públicos y sobre esos baches pone el dedo Gastaldi. Son los que Elías trata de tapar.


Evaluación

Gastaldi fue quien pidió la presencia de Elías en Diputados. Tras la visita dijo a El Litoral: “No fue concreto al momento de explicar porqué le extendieron siete años la concesión al operador privado, lo que en términos económicos significa una facturación de 840 millones; no hay ningún estudio hecho sobre el impacto que tendrá la desafectación del área operativa en los puestos de trabajo y pidió 90 días para presentar el proyecto de construcción de los nuevos muelles”.

/// el dato

Interrogantes alrededor del futuro del puerto rosarino

Gastaldi y Rubeo en primer plano en los aprestos de la reunión con Elías. Di Pollina presidió el encuentro. Hubo silencios del oficialismo.

Foto: Flavio Raina