Mañana habrá una votación clave en Alemania

Merkel y el euro, ante su hora crucial

El Parlamento alemán decidirá si amplía o no el apoyo a los países comunitarios en crisis.

Merkel y el euro, ante su hora crucial

Pensionistas griegos queman listas de nuevas cargas fiscales durante una protesta en contra de las medidas de austeridad del gobierno ante el Ministerio de Finanzas en Atenas, Grecia, hoy miércoles 28 de septiembre de 2011. Foto: EFE

Pablo Sanguinetti - DPA

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El proyecto de la Unión Europea (UE) y el futuro de la canciller Angela Merkel se someterán mañana a una prueba de fuego en Berlín, donde el Parlamento alemán vota ampliar los fondos de ayuda para países comunitarios en crisis.

La oposición adelantó su apoyo a la ley, que duplica el aporte de Alemania al Fondo Europeo de Estabilización Financiera (FEEF). Pero las dudas vienen desde la propia coalición de centroderecha que preside Merkel, donde varios diputados amenazan con oponerse.

Aunque los votos opositores garantizan la aprobación del fondo, sacar una ley de este calado sin mayoría propia sería un golpe difícil de resistir para el gobierno de Merkel.

También una señal trágica para el proyecto europeo, que en medio de la crisis recibiría un respaldo “a medias” de uno de sus pilares fundadores y vería al gobierno de su primera potencia tambalearse por culpa del euro.

Medios y políticos de todos los signos coinciden en que se trata de una “moción de confianza” encubierta para el gobierno de Merkel y para el euro en su conjunto.

“La paz interna del continente está en juego”, titula hoy el diario liberal “Die Welt”. Desde la izquierda, el “Tageszeitung” advierte del riesgo de una “catástrofe política” si Merkel no logra su mayoría: “¿Cómo gobernaría la canciller dos años más con una coalición que le quita legitimación en una cuestión central?”.

La propia Merkel es consciente de la trascendencia de la votación y por eso ofreció el domingo una inusual entrevista de una hora con la televisión pública, en la que pidió “responsabilidad”. El martes, advirtió a sus diputados de que la votación es de “interés mundial”.

Ni siquiera así convenció a una decena de parlamentarios de su propia Unión Cristianodemócrata (CDU), como Wolfgang Bosbach: “Con el FEEF podemos ganar algo de tiempo. Pero me temo que no resolverá los problemas”, resumió los argumentos contra el fondo. “Estamos avanzando a una comunidad de deuda. Y yo no puedo apoyar ese camino”.

¿Qué puede ocurrir mañana? El apoyo de los socialdemócratas (SPD) y Los Verdes garantiza que Alemania se sumará a los países que ya aprobaron la reforma del FEEF: Francia, España, Italia, Bélgica, Luxemburgo, Eslovenia, Grecia, Irlanda y, este miércoles, Finlandia.

Para evitar una crisis de consecuencias imprevisibles, sin embargo, Merkel debe lograr la llamada “mayoría de la canciller”: es decir, que los diputados de su coalición sumen la mitad más uno de los votos del Parlamento a favor de la ley.

En cifras, el Parlamento tiene 620 escaños y la mayoría absoluta es de 311. La CDU de Merkel y sus socios liberales (FDP) suman 330, por lo que pueden permitirse 19 disidentes. Según los cálculos que hacen hoy los medios, hay 18 que amenazan con la abstención o el voto en contra. Un margen muy estrecho como para dar por hecho que Merkel logre su objetivo.

La ley que llegará a la Cámara baja del Parlamento (Bundestag) recoge las reformas al fondo europeo de rescate aprobadas por los jefes de Estado y de gobierno de la eurozona en la cumbre del 21 de julio en Bruselas.

Si los 17 países del euro la aprueban, el FEEF ampliará a 440.000 millones de euros sus fondos para dar créditos a países en crisis y comprar deuda soberana. Para eso tendrá que sumar garantías estatales por 780.000 millones.

En el caso de Alemania, el mayor contribuyente al fondo, la reforma implica casi duplicar su aporte a 211.000 millones de esos avales, frente a los 123.000 millones actuales.

Las ayudas europeas chocan con un fuerte rechazo en la población: según un sondeo de la cadena ZDF difundido la semana pasada, un 75 por ciento de los alemanes rechazan ampliar el FEEF.

En la historia alemana son pocos los casos en que un gobierno se quedó sin la “mayoría del canciller” al votar una ley de peso.

El socialdemócrata Willy Brandt la perdió en 1972 al someter a votación su política hacia el Este y terminó convocando elecciones anticipadas. También Gerhard Schröeder aprobó sin mayoría propia la misión del Ejército alemán en Macedonia en 2001.

Lo que hace diferente la votación de los fondos de rescate es que afecta a algo más que la solidez del Ejecutivo en Berlín. “Si fracasa el euro, fracasa Europa”, insistió Merkel en los últimos días. El lema da una idea de lo que está en juego mañana.


Para Roubini, ya estamos en recesión

El economista estadounidense Nouriel Roubini, conocido por predecir la última crisis económica, afirmó en Nueva York que las economías más avanzadas del mundo están entrando en una nueva recesión.

“Tal como veo la economía mundial, creo que estamos entrando en una nueva recesión en la mayoría de las economías avanzadas”, afirmó Roubini durante un encuentro organizado por la agencia financiera Bloomberg.

El profesor de Economía de la Universidad de Nueva York detalló que EE.UU. ya está en una nueva recesión -una conclusión a la que dijo llegar a partir de datos cuantitativos y cualitativos-, así como la mayoría de los países de la zona euro y Reino Unido.

“En este punto, el asunto no es saber si habrá una recesión o una recaída, sino si su impacto va a ser relativamente moderado o si se traducirá en una recesión severa y una crisis financiera global”, añadió Roubini.

Para el economista estadounidense de origen turco la respuesta a esa interrogante dependerá en gran medida de lo que vaya a ocurrir con la crisis de deuda de la zona euro, y si los países europeos actúan de manera coordinada.

Roubini había asegurado a finales de 2010 que el crecimiento de la economía mundial continuaría siendo lento este año, aunque en ese momento dijo que gracias a las medidas de estímulo económico el riesgo a una recaída se había reducido significativamente.

Unos meses más tarde, en junio pasado, matizó sus predicciones al asegurar que la desaceleración del crecimiento mundial no es “sólo un bache”, ya que existe un riesgo real de “estancamiento”, y dijo que los mayores riesgos provienen de las economías de la zona euro.

Las palabras del profesor llegan menos de una semana después de que el multimillonario inversor George Soros afirmara también que Estados Unidos ya está empezando a sentir los efectos de una recaída en la recesión.

Aprueban duras sanciones

El Parlamento Europeo aprobó hoy un plan de gobernanza económica europea, la receta de Bruselas para salir de la crisis y que prevé sanciones para los países miembros que no cumplan con los objetivos de déficit y deuda.

Los eurodiputados han aprobado las seis iniciativas legislativas que forman parte de este plan y cuya negociación se ha demorado un año desde que fue presentado.

El retraso se debió a las reticencias de los Estados miembros a aceptar sanciones de la Comisión Europea.

Así, Bruselas tendrá poder para recomendar imponer sanciones de hasta el 0,2 % del PIB a los países que superen el 3 % de déficit o el 60 % de la deuda pública, si bien se podrá vetar la multa con el apoyo de 9 de los 16 socios del euro.

El paquete legislativo de gobierno económico prevé asimismo la introducción de indicadores más precisos para detectar desequilibrios macroeconómicos, como las burbujas inmobiliarias.

En la mira de Bruselas no sólo estarán los países con alto déficit sino también los que exportan mucho más que importan, mostrando así un desequilibrio en su cuenta corriente y una escasez de la demanda de consumo interna respecto al resto de la UE.

Se quiere evitar igualmente que se repitan episodios de falsear datos y estadísticas económicas.

Por ello, los países de la eurozona que falseen sus estadísticas sobre déficit y deuda tendrán que afrontar una multa del 0,2 % del PIB, exactamente igual que si hubiesen suspendido en sus tareas de control de los excesos.

Por último, para mejorar la transparencia y a falta de un ministro europeo de Asuntos Económicos, los titulares de Finanzas de los países de la UE deberán dar cuenta sobre sus decisiones al pleno de Estrasburgo y someterse a preguntas de los eurodiputados.