Debutó en la B Nacional

Carlos Córdoba y su día soñado

Juan Carlos Haberkon

Julián Andrés Monzón

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Su juventud no es un escollo, al contrario, es un beneficio que le permite seguir creciendo paso a paso. En diciembre del año pasado la noticia era su contratación por parte de AFA. Apenas comenzó el Argentino A este año tuvo su primera designación y con el correr del año, su nombre se fue repitiendo cada vez más seguido en las designaciones. Hasta que la semana pasada, una vez conocido el parte de árbitros de la B Nacional, se conoció la noticia. Almirante Brown-Atlético Tucumán sería arbitrado por Carlos Córdoba.

Por eso el árbitro que cada fin de semana pisa las canchas de nuestra Liga Santafesina, fue convocado por El Litoral y brindó su análisis de lo que hasta aquí ha sucedido en su carrera arbitral.

—Hace menos de un año decías que tu sueño era llegar a debutar en la B Nacional. El sábado lo concretaste, ¿qué nos podes decir al respecto?

—Por suerte me dieron la oportunidad y creo que estuve a la altura de las circunstancias. Porque no es fácil, todos opinan que no cualquiera está en este nivel y la verdad que intenté no desaprovecharla. Ahora veremos que dicen los veedores.

—¿Cómo te enteraste de la designación?

—Juan Carlos Crespi, instructor y amigo, me mandó un mensaje. Yo me había ido al parque con mis hijos. Cuando llego a casa leo el mensaje y automáticamente entré a la página y ahí figuraba el partido y mi nombre. Después conocí la programación.

—¿Pero intuías que tu hora estaba cerca?

—Me venían diciendo que posiblemente se daba. Pero yo lo veía difícil porque el hecho que River esté en la B, ha hecho que muchos árbitros de primera estén dirigiendo. Hay muchos equipos de primera hoy también en la B. Así que yo creí que esto iba a demorar más. Llegó ahora y bienvenido sea.

—La experiencia fue similar al partido debut en el Argentino A.

—Si muy similar, porque siempre el primer partido es el decisivo. Eso te va a indicar para donde sigue tu carrera. En el Argentino A tuve alrededor de 20 partidos y en los primeros fueron donde más fui evaluado y después del quinto o sexto partido es como que ya me dieron un aprobado y seguí haciendo experiencia.

—¿Te hicieron sentir en algún momento que eras debutante?

—No, en ningún momento, antes del partido jugadores y cuerpo técnico de ambos me desearon buen debut y durante el partido hubo un respeto constante.

—¿Seguramente ahora el sueño es seguir creciendo?

—La intención ahora es lograr tener una continuidad en la B Nacional, después seguir subiendo quedará en manos del colegio de árbitros. Pero lo importante sería poder seguir dirigiendo en la B, para lograr experiencia.

—¿Cuándo te vas enterar del informe del veedor o ya sabés algo?

—Según lo que tengo entendido es que si te llaman es porque tuviste alguna macana. Si no te llaman, es porque salió todo bien.

La TV como juez

—¿Te benefició que no se haya televisado el partido?

—El tema de las cámaras es depende de cómo lo vea el árbitro. A algunos árbitros les puede jugar en contra, pero si el árbitro logra tomar las cámaras a su favor se beneficia, porque te sirve. Yo en este caso tuve una jugada donde Almirante concretaba un gol, pero que yo sancioné una infracción en el momento previo. Después mirando los compactos del partido, se ve y todos comentan de un claro empujón. El técnico (Giunta) habló que cobré mancha y si hubiera sido televisado en directo, inmediatamente se hubiese determinado la existencia de la infracción y no se hubiese polemizado tanto al respecto.

—En ese sentido quedaste en el ojo de la tormenta en el partido Estudiantes de Río Cuarto Talleres de Córdoba. Sin embargo después el video te avaló en tus decisiones más polémicas, tanto en el penal, como en otras sanciones...

—Sí, en el penal estuvo dividido, algunos interpretaron que había sido penal, yo desde mi punto de vista no lo consideré así, por eso no lo cobré. En los otros fallos, se destacaron cosas positivas, que yo pude sacar para mi carrera arbitral. Directivas que bajaron desde el colegio al ver esas imágenes. Se me marcaron donde hubo aciertos y donde hubo errores como una jugada de pase al arquero. Pero fue un partido que me vino muy bien para aprender y corregir errores.

—¿Fue difícil que de entrada te toquen los pesos pesados, Talleres, Sportivo Belgrano o te vino bien?

—Los pesados te dan más ganas. A mí particularmente me motiva. Si bien las reglas son para todos las mismas, el entusiasmo es otro, la preparación es otra y no es lo mismo que para todos los otros partidos. A mí me gustó mucho arrancar con partidos importantes.

Carlos Córdoba y su día soñado

Bien santafesinos. Gastón Freyre, Ariel Bustos, Gustavo Rossi y Carlos Córdoba. Colegas y amigos del debutante en la B Nacional. Bustos y Rossi son asistentes internacionales.

Foto: Archivo El Litoral

El árbitro de la Liga Santafesina de Fútbol dirigió el fin de semana pasado Almirante Brown-Atlético Tucumán. De regreso a su ciudad, visitó nuestra redacción e hizo su propio balance.

Carlos Córdoba y su día soñado

Padre e hijo. Carlos Córdoba y Valentín disfrutan del buen momento del árbitro de nuestra Liga. Foto: Guillermo Di Salvatore

Carlos Córdoba y su día soñado

Con autoridad. Carlos Córdoba en el lugar que más le gusta, adentro de una cancha.

Foto: Archivo El Litoral

Nombres y apellido: Carlos Andrés Córdoba.

Fecha de nacimiento: 03/11/1981.

Lugar de nacimiento: Santa Fe.

Esposa: Betiana Quiroz.

Hijos: Malena (12) y Valentín (9).

Padres: Julián y Mirta Alicia Figueroa.

Hermanos: Norberto, Diego, Laura y Mariana.

Profesión: enfermero profesional.

Estudios cursados: primario, secundario y terciario.

Lugar de trabajo: 107 (Servicio de Emergencia).

Debut en Liga: 6 de agosto 2005. Guadalupe Juniors 6 Juventud Unida 2.

Debut en el Argentino A: 23 de enero de 2010. Sportivo Belgrano 4 Dep. Maipú 1.

/// FICHA PERSONAL

Carlos Córdoba y su día soñado

Orgullo santafesino. Franklin, Carreño, Córdoba y Mendoza, minutos previos a un partido de fútbol. Foto: Archivo El Litoral

Carlos Córdoba y su día soñado

En plena actividad. Carlos Córdoba recorrió gran parte del país con su trabajo como árbitro. Foto: Archivo El Litoral

Luchar contra las adversidades

—¿Lo del accidente parece ya una historia vieja no?

—Al momento del accidente yo estaba haciendo el curso de árbitro nacional. Tuve muchísimo apoyo del núcleo de amigos míos. El 80 % de mis amigos son árbitros de la Liga Santafesina y todos ellos salieron a apoyarme, a ayudarme y también rescato mucho el apoyo que me dieron desde AFA. Los coordinadores del curso me brindaron su respaldo, porque había muchos atrás mío y tranquilamente me hubiesen podido dejar de lado, sin embargo eso no pasó. Me esperaron, me pidieron que me tome mi tiempo para recuperarme de la fractura y poder volver.

—¿Te aconsejaron dejar la moto?

—Sí, yo tuve que dejar de trabajar en una enfermería, en donde mi medio de transporte, durante el trabajo era la moto. Dejé para disminuir la exposición a un nuevo accidente. Hoy miro la moto y si puedo ir caminando lo hago, pero tampoco me persigo con eso. Cuando te tiene que pasar, te va a pasar. Ese día tomé todas las precauciones y sin embargo tuve el accidente. Pero son cosas del destino, quedó atrás y acá estoy.

—¿Qué papel jugó la familia en tu carrera?

—La familia constantemente apoyándome. Siempre alentando, valorando el esfuerzo que uno hace. Ellos siempre se dan cuenta de lo que uno deja de hacer por el arbitraje, porque ellos gracias a Dios comparten conmigo mi carrera, no la sufren y la disfrutan y hoy en día mi gran alegría en lo personal es que voy a ser papá de nuevo.

Los partidos más complicados

—¿Cuál fue el partido más complicado que te tocó?

—Ése, en Río Cuarto, saqué muchas cosas positivas de ese partido. Me tocaron dos asistentes que me acomodaron en la divisional. Porque lo dirigí como lo venía haciendo en el Argentino B, pero al cambiar de divisional, hay ciertos detalles que hay que pulir

—¿Qué fue lo primero que hiciste apenas terminó el partido?

—Primero, hice lo que tiene que ver con el trámite administrativo de cerrar la planilla e informes y ni bien terminó el partido agradecí a los que me brindaron el apoyo, que fueron muchos. Desde la Liga, el Consejo, AFA, todos me han brindado un apoyo importante. Fueron muchos los que me saludaron, ya sea compañeros de mi trabajo, árbitros de la Liga, árbitros con los que hice el curso nacional, no te quiero mentir pero fueron más de 100 personas las que me saludaron y brindaron su apoyo.

—¿Te acordás de haber llegado a tu casa preocupado por algún error que cometiste en un partido?

—En la mayoría de los partidos siempre hay algo por rescatar. Siempre encontrás algo por mejorar. Pero no recuerdo grandes errores, de esos que te quitan las ganas de salir de tu casa, sé que a algunos árbitros les pasa eso. Siempre algo positivo se saca de cada partido.

Su carrera en casa

—¿Te acordás del debut en primera de Liga?

—Sí, en el ascenso Guadalupe Juniors con Juventud Unida de Candioti, era la B2.

—¿Tuviste malas experiencias en partidos?

—Tuve una mala experiencia en un partido de reserva, que fue previo a mi debut en primera. Se pegaron todos contra todos en un partido entre Nuevo Horizonte y Nobleza.

—Hablando del ámbito liguista, lograste un respeto que no todos los árbitros consiguen.

—Tiene que ser así.

—Pero muchos árbitros no logran eso. ¿Por qué vos sí?

—No sabría contestarte eso, porque eso va mucho con la personalidad de cada árbitro. Es saber reconocer cuando uno se equivoca y hacer entender cuando el otro está equivocado. Yo trato a todas las personas por igual. Si bien adentro de la cancha lo jugadores y el árbitro no puede tener afinidad, afuera de la cancha cualquiera puede venir y preguntarme y yo le puedo contestar.

—Seguramente te habrá tocado al comienzo encontrar jugadores más grandes que vos...

—Sí, yo arranqué a dirigir primera en el 2005 y había jugadores mucho más grandes que yo. Tenía 23 años entonces, pero de contextura física siempre me han dicho que aparento más edad, pero siempre mantuve el respeto de los jugadores hacia mí y creo que la clave es que yo siempre respeto a los jugadores y también pasa lo mismo con los técnicos. Mi viejo me enseñó que para ser respetado, hay que respetar, es una enseñanza de vida y lo aplico en las canchas también.

—¿Sos de pedir recuerdos de jugadores?

—Me cuesta mucho pedir presentes, no me caracterizo por eso, soy bastante vergonzoso. Pero tengo entendido que ahora en la B Nacional hay protocolos. Por ejemplo, el sábado me llegó al vestuario una camiseta y en la bolsa decía “Árbitro protocolo”.

—¿Alguien alguna vez te trató de mufa?

—Sí, acá en la Liga. Yo no llevo estadística, pero el “Chueco” Robledo me dijo una vez que nunca Universidad ganó conmigo. Pero en el último que los dirigí, le ganaron a El Cadi en cancha de Ciclón Racing.