Estados Unidos

Indignados profundizan su campaña de protesta

De la Redacción de El Litoral

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Télam

Los “indignados” de Estados Unidos tienen previsto profundizar hoy sus acciones contra la inequidad social y el sistema financiero con nuevas marchas y campamentos desde Nueva Orleáns a Nueva York, la ciudad donde comenzó el movimiento de protesta, hace casi 20 días.

En la Gran Manzana, los sindicatos se sumarán hoy a manifestantes acampados en el distrito financiero de Manhattan para marchar juntos contra la “gran injusticia” del desempleo, las ejecuciones hipotecarias y los salvatajes de bancos de 2008, según la página web del movimiento Occupy Wall Street (Ocupar Wall Street).

Algo similar pasará en Boston, donde la filial del Estado de Massachusetts de la Asociación de Enfermeras y Enfermeros se manifestará hoy junto a los ciudadanos autoconvocados del Occupy Boston, que días atrás levantaron su propio campamento de protesta con unas 20 carpas en la “City” local.

Por primera vez, los “indignados” llevarán mañana su protesta a Washington, donde realizarán una sentada en una plaza entre la Casa Blanca y el Capitolio con la intención de hacer llegar su mensaje al presidente Barack Obama, a quienes muchos acusan de haber incumplido promesas de un cambio económico de raíz.

“Así como el reclutamiento para la guerra de Vietnam alentó a la gente a tomar las calles, la inseguridad económica está forzando un mayor involucramiento personal respecto de las políticas económicas”, dijo Kevin Zeese, uno de los organizadores de la manifestación en Washington, citado por la cadena CNN.

Los “indignados” recibieron ayer una inesperada muestra de comprensión -no de apoyo- del presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, quien dijo que es entendible que la gente salga a protestar en un país “con un desempleo del 9% y con un crecimiento económico muy débil” y que esté “descontenta con lo ocurre”.

El multimillonario de origen húngaro George Soros fue un poco más allá y dijo simpatizar con los indignados y comprender su enojo porque mientras cientos de pequeños emprendimientos quedaron truncos por el colapso del crédito, los bancos salvados volvieron a tener beneficios y a pagar “primas extraordinarias”.