Desde ayer acampan en Washington

Indignados ya están en las puertas de la Casa Blanca

Quieren que el presidente escuche sus reclamos. Piden terminar con la economía de Wall Street y los desequilibrios sociales. Ya hay protestas en 750 ciudades y pueblos del país.

Indignados ya están en las puertas de la Casa Blanca

Manifestantes solidarios con el movimiento “Occupy Wall Street” ocupan Freedom Plaza en Washington DC. Foto: EFE

De la Redacción de El Litoral

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Telam

La capital estadounidense fue testigo ayer de la primera manifestación masiva de “indignados”, que junto a la presencia de sindicatos y distintas agrupaciones, llegaron a Washington para protestar por el desequilibrio económico y social que atraviesa el país.

Entre los miles de manifestantes convocados por la agrupación “Octubre 2011” que arribaron este mediodía a la Freedom Plaza (Plaza de la Libertad) -ubicada a dos cuadras de la Casa Blanca y a cinco del Capitolio- estuvieron presentes además organizaciones contra la guerra que conmemoraron el décimo aniversario de la invasión a Afganistán.

Paralelamente, las protestas se reprodujeron también en casi 750 puntos en todo el país que bajo el mismo lema realizan distintas actividades y eventos, informó el sitio Occupy Together.

Así, Chicago, Los Angeles, Nueva Orleans, Seattle, Boston y la Gran Manzana, están entre las principales ciudades que también marcharon e hicieron oir sus voces de protesta contra el sistema.

En Washington, epicentro de la convocatoria de hoy, un grupo de abuelas cantoras vestidas con ropas coloridas y sombreros adornados con flores fueron las encargadas de dar inicio a la jornada.

Casi inmediatamente, los participantes abrieron el camino en medio de la plaza para darle la bienvenida con aplausos y gritos al sindicato metalúrgico del estado de Wisconsin que avanzó con grandes banderas azules y globos, seguidos por miembros del sindicato de empleados de servicios públicos, AFSCME.

Mientras bandas musicales y oradores ganaban apoyo al asegurar que “la economía es falsa ya que no está basada en la realidad, en la gente”, el acampe comenzaba a tomar forma bajo el día soleado.

Gente mayor, jóvenes y familias buscaban su lugar en uno de los laterales de la plaza en medio de las pancartas que pedían “parar la máquina, crear un nuevo mundo” o “dinero para la gente no para las guerras”.

Sentado junto a sus amigos, Yotam Sawyer, cosía con paciencia una bandera estadounidense a la pechera de un buzo azul, a la espera de la marcha que los llevaría a la Cámara de Comercio, con un paso previo por el Tesoro y la Casa Blanca.

Llegado recién a Washington tras participar el fin de semana de otra manifestación similar en Carolina del Norte, el joven de 19 años explicó a Télam su apoyo al movimiento Occupy Wall Street.

“El cambio no es una cosa instantánea y hay que esforzarse para que ocurra”, afirmó Sawyer al referirse al movimiento surgido hace casi 3 semanas en Nueva York contra el sistema financiero y la inequidad social.

A unos pasos de allí, Trish Gellager, miembro del movimiento de mujeres a favor de la paz, Code Pink, aseguró que “las guerras ilegales en Irak y Afganistán, junto con la codicia corporativa, son el mismo problema” que aqueja al país.

Por eso, con las demás activistas vestidas íntegramente de color rosa, aseguran que formarán parte de la acampada hasta que sus reclamos sean oídos.

Con poca presencia policial, el diverso y pacífico evento evitó referirse a un partido político o funcionario en particular, y dirigió en cambio sus reclamos a “ellos”: el Congreso y la Casa Blanca.

“Estoy cansado del dinero gastado en la guerra. El país se está cayendo y necesitamos educación, construir puentes y autopistas, hay gente que tiene hambre”, explicó Sam Crook, mientras sostenía un cartel que colgando de su cuello preguntaba: “¿Cómo está funcionando para vos esa economía de guerra?”.

Para Robyn Wedb, quien decidió dejar por un día su negocio en Baltimore y acompañar el reclamo, “el gobierno es incapaz de proveer soluciones, las corporaciones no están dispuestas a proveer soluciones, por eso es tiempo que nosotros las busquemos“, explicó, pidiendo a su vez que “Wall Street deje de jugar con nuestro dinero”.

Una hora antes de que comenzara la protesta, el presidente Barack Obama mencionó en conferencia de prensa que estas protestas extendidas a distintos lugares del país son en respuesta a la “frustración” de los manifestantes quienes “están dando voz a una frustración mayor respecto de cómo funciona nuestro sistema financiero”.

La ciudadanía “entiende que no todos han estado siguiendo las reglas, que Wall Street es un ejemplo de eso” y en estos días “muchos que están haciendo lo correcto no son recompensados y muchos que no están haciendo lo correcto son recompensados”.

Asimismo, el mandatario advirtió que ese descontento “será expresado políticamente en (las elecciones presidenciales de) 2012”.


Obama defiende su plan de empleos

El presidente estadounidense, Barack Obama, defendió la necesidad de aprobar su plan de empleo, y conminó a los legisladores que votarán en contra a que expliquen a la ciudadanía “por qué se oponen a algo que mejorara” la situación económica.

Según Obama “no cabe duda de que la economía está más débil que al comienzo del año”, y citó entre otras razones la crisis de la deuda en Europa, el aumento de los precios de la energía por la inestabilidad en los países árabes y el terremoto y tsunami en Japón.

La economía estadounidense “necesita de verdad una sacudida” para poder recuperar el camino de un crecimiento intenso, advirtió el mandatario, que instó a los legisladores a que sometan a votación y den su visto bueno al plan de empleo “lo antes posible”.

“Si no tomamos medidas, podríamos acabar teniendo problemas más significativos que ahora”, alertó.

El plan de empleo de Obama, de unos 447.000 millones de dólares incluye inversiones en infraestructuras y formación e incentivos fiscales para estimular las contrataciones.

En su encendida defensa del proyecto, que fue transmitido por la cadena CNN, Obama negó las descalificaciones de sectores ultraconservadores estadounidenses, según los cuales su plan de empleos contribuye a la “lucha de clases”.

“Algunos dicen que es una lucha de clases, pero yo lo veo como una opción muy simple. Mantenemos los impuestos tal como están para los multimillonarios -que pagan proporcionalmente menos que los plomeros y maestros, explicó- o hacemos que plomeros y maestros vuelvan al trabajo”, concluyó.

“Les pido a los millonarios y multimillonarios de este país que paguen una cuota justa”, insistió.

El plan “contempla fondos para que cientos de miles de hombres y mujeres despedidos vuelvan a trabajar”, argumentó luego y aseguró que quienes dicen “que lo más importante que podemos hacer es recortar los impuestos, entonces debería encantarles este plan”.

Para financiar el proyecto, Obama prevé mayores recortes en el presupuesto del Estado y eliminar las desgravaciones a los más acomodados introducidas durante el mandato de su predecesor, George W. Bush.

A estas propuestas, los demócratas en el Senado han añadido un impuesto del 5 por ciento a los millonarios.

No baja el desempleo

El índice de desempleo en Estados Unidos se mantuvo, sin cambios, en el 9,1 % en septiembre, un mes en el que la economía tuvo una ganancia neta de 103.000 puestos de trabajo, informó hoy el gobierno.

En agosto hubo una ganancia neta de 57.000 puestos de trabajo y el aumento del empleo en septiembre superó los cálculos de los analistas que esperaban una suba de 60.000 empleos.

El índice de desempleo ha estado por encima del 8 por ciento desde febrero de 2009, el período más prolongado con una tasa tan alta desde 1948.

El informe del Departamento de Trabajo muestra que el mes pasado el sector privado tuvo una ganancia neta de 137.000 puestos de trabajo, después de un incremento de 32.000 el mes anterior.

En cambio el empleo gubernamental perdió 34.000 empleos.El sector fabril, que en agosto había perdido 4.000 empleos, registró en septiembre una pérdida de 13.000 puestos de trabajo, la mayor disminución desde agosto de 2010.

En septiembre el sector de servicios tuvo una ganancia neta de 85.000 empleos, la mayor desde abril, y la construcción creció en 26.000 puestos, la mayor ganancia desde febrero.