Al margen de la crónica

Crece el “ciberdelito” en América Latina

Las pérdidas para clientes y entidades financieras por el robo de fondos a través de vías informáticas en Latinoamérica asciende a cifras astronómicas, según cálculos de expertos en la prevención de “ciberdelitos” presentados hoy en Buenos Aires.

De acuerdo a un informe presentado en la XVI reunión anual del Registro de Direcciones de Internet para América Latina y Caribe (Lacnic, por su sigla en inglés), las pérdidas anuales por phishing (hurto de datos personales a través de la web) para los clientes de entidades financieras en Latinoamérica rondarían los 761 millones de dólares anuales.

Los costos son mucho mayores para los bancos, que a nivel global cada semana son atacados a través de 16 sitios web maliciosos.

“Considerando que se estima que existen en la región cerca de 2.500 bancos, es posible concluir que las pérdidas totales agregadas para los bancos de Latinoamérica al afrontar los costos del phishing serían de 93.000 millones de dólares por año”, indica el estudio, realizado por Patricia Prandini y Marcia Maggiori.

En tanto, el valor de las pérdidas en la región por fraude en el comercio electrónico ascendería a 196 millones de dólares anuales, según el cálculo de las expertas.

El estudio coloca en números las pérdidas económicas de los “cibercrímenes” en una región en la que el uso de las nuevas tecnologías ha crecido en forma exponencial en la última década, lo que aumenta el riesgo a las amenazas.

El informe alerta que es posible obtener todas las herramientas para iniciar una campaña de phishing por apenas 200 dólares y que los datos sobre tarjetas de crédito y cuentas bancarias constituían en 2009 el 51 % de los bienes promocionados en los canales de la economía clandestina.

Como ejemplo, el coste de alquiler de una botnet (plataforma espía en la red) por hora se cotiza en los foros del mercado negro en aproximadamente 9 dólares, una ganga para los expertos del pillaje cibernético. El fenómeno delictivo, concluye el informe, necesita de activas medidas de prevención en ciberseguridad por parte de Gobiernos, empresas y usuarios.