Perdió por primera vez en la historia ante Venezuela
La tranquilidad duró apenas un partido
Después de la goleada inaugural ante Chile, el seleccionado nacional volvió a parecerse al de la Copa América y sufrió un revés histórico ante la Vinotinto, a quien le había ganado las 18 veces en que se enfrentaron. El segundo tiempo del equipo de Sabella fue para el olvido.
Mucha preocupación para Sabella Así sufrió el partido el DT argentino. Mientras Banega se prepara para ingresar (fue el primer cambio en el equipo nacional, cuando el partido ya era dominado en forma amplia por Venezuela), Alejandro Sabella demuestra su gran malestar por el rendimiento del equipo. Su responsabilidad es parcial (hace apenas un mes que está en el cargo) pero el futuro le depara muchas cuestiones para mejorar en forma urgente. Foto: Télam
Redacción de El Litoral
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Télam
El seleccionado argentino cayó anoche por primera vez en la historia con Venezuela, 1 a 0, en un partido jugado en Puerto La Cruz por la segunda fecha de las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial de Brasil 2014. El único gol de Venezuela, a la que Argentina había vencido en los 18 partidos anteriores, fue anotado por Fernando Amorebieta a los 16 minutos del segundo tiempo.
Con el resultado, Argentina y Venezuela quedaron con tres puntos, igual que Colombia, Perú, Chile y Ecuador; manda Uruguay, con 4 unidades, y por debajo se ubican Paraguay (1) y Bolivia (0).
Una vez que superó la presión y el entusiasmo de Venezuela, Argentina amenazó con hacerse dueño del partido: con traslado lento pero preciso y la apuesta a la velocidad, de tres cuartos hacia arriba, de Messi y Di María, el equipo de Alejandro Sabella se fue acercando de a poco hasta el área de Vega.
Pero el movimiento defensivo en bloque del local, con dos líneas de cuatro, le cerró los espacios y las herramientas ofensivas de Argentina se limitaron a los tiros desde afuera del área. Hubo tres, dos de Lionel Messi y uno de Gonzalo Higuaín, que en todos los casos fueron bien resueltos por Renny Vega, además de un centro de Zabaleta desde la derecha que el crack del Barcelona, entrando en posición de “9”, no alcanzó a conectar.
Argentina, durante el primer tiempo, se mostró flexible en el aspecto táctico, con proyecciones de los laterales (Zabaleta o Rojo, alternándose en el avance y el retroceso para formar línea de cuatro en el fondo); salida clara por Mascherano y la incorporación asociada de Sosa a la dupla atacante (Di María, esta vez, funcionó casi como ladero del “5”).
Pero sus imprecisiones hicieron que el dominio se fuera diluyendo, y Venezuela, con el recurso simple del pelotazo a Salomón Rondón, complicó la tarea de los tres zagueros centrales.
La debilidad defensiva fue contagiando los temores y el equipo de Sabella terminó más cerca de su área que de la contraria. Y si no se fue abajo en el marcador al descanso fue porque Venezuela generó poco y porque Andújar, de manera notable, despejó un tiro libre envenenado de Arango, a los 42 minutos de juego.
Todo para el local
Si la imagen sobre el cierre de la etapa inicial había quedado desdibujada, peor resultó el complemento: Venezuela se adueñó por completo del clima del encuentro, con una muy buena actuación del “Maestrico” César González en el medio, la excelente conducción de Arango (figura) y la peligrosidad de Rondón y Fedor en la punta.
No extrañó, en ese marco, que el local se pusiera en ventaja, sacando provecho de uno de los puntos más flojos que ha mostrado la Argentina en los últimos tiempos: el juego aéreo. Arango ejecutó un corner desde la derecha y Amorebieta (titular en el Athletic de Bilbao que dirige el argentino Marcelo Bielsa), le ganó la posición a su marca, Rojo, y estableció el 1 a 0.
La apuesta que hizo Sabella para que el equipo se reencontrara fue el ingreso de Ever Banega por Zabaleta, con lo que armó el 4-4-2 del buen debut ante Chile: Burdisso quedó como lateral por la derecha, Rojo por la izquierda y en el medio el ex Boca armó el doble cinco con Mascherano, con Sosa y Di María a los costados.
Unos minutos después (ya tarde) saltó al 4-3-3, con la entrada de Rodrigo Palacio en reemplazo de Sosa; finalmente buscó en Javier Pastore, en lugar de Di María, respuestas que no llegaron.
Porque Argentina ya era desde hacía rato un equipo pálido, sin reacción ni rebeldía, cansado. Con Messi desaparecido y sin precisión para construir desde la salida, Higuaín perdió todo contacto con el balón y Vega apenas tuvo trabajo.
Diferente fue para Andújar, el mejor, que impidió que la derrota resultara más ajustada. Pero no alcanzó: a Sabella le llegó rápido un capítulo triste de la historia. La suya y la de la Selección.
“Este es el momento”, había dicho antes del encuentro el director técnico venezolano, César Farías. Lo fue. Y sus hinchas armaron una fiesta a la altura de las circunstancias.
Habló mucho y jugó poco. Lionel Messi se quejó en reiteradas ocasiones con el árbitro y le reclamó a sus compañeros, pero en el segundo tiempo no incidió en el trámite y estuvo ausente cuando el equipo se perdió en la cancha. Foto: EFE
Verón ya estaría descartado
El director técnico del Seleccionado argentino, Alejandro Sabella, desestimó la posible convocatoria de Juan Sebastián Verón para el partido con Bolivia, de la tercera fecha de Eliminatorias Sudamericanas, que implicaría un retraso en su retiro del fútbol profesional.
“Tuve una charla con él, está con ganas de retirarse, no creo que quiera ponerse los pantalones cortos de la Selección”, reconoció el DT en diálogo con La Red en en la previa del partido con Venezuela en Puerto La Cruz.
Sabella, quien dirigió a Verón en la consagración de la Copa Libertadores 2009 y el Apertura 2010 con Estudiantes de La Plata, agregó que “las puertas están abiertas” para su inclusión a la estructura del seleccionado. “Hay cosas que no dependen de mí, en caso que él esté, para mí sería un halago”, repitió el entrenador, tal como lo había expresado antes el debut de eliminatorias.
Verón, aunque no lo anunció oficialmente, tiene definido abandonar el fútbol el próximo 31 de octubre en el partido que Estudiantes y Racing Club jugarán por el torneo Apertura.
Planificación y estrategia
Enrique Cruz (h)
De los 11 titulares que entraron a la cancha por Venezuela, hay 7 que juegan en Europa y 2 en la Argentina. Ya Venezuela no es aquella selección a la que en 1975 le metimos 11 en Rosario. Han crecido. Y en ese crecimiento quedó cabalmente demostrado que al aprendizaje le agregaron inteligencia.
El técnico Farías supo de antemano que si iba con el mismo equipo a la altura de Quito a jugar en el calor con Argentina, podía perder los dos partidos. En consecuencia, planificó para poner en el campo una formación con jugadores “descansados” y preparados para la alta exigencia que planteaban el calor y la humedad de Puerto La Cruz.
Después, la estrategia fue muy clara y definida: esperar en el primer tiempo para quitarle piernas a Argentina e intentar definirlo en el segundo tiempo, capitalizando el natural declive físico que iba a tener un equipo rival que él preveía, a esa altura, ya cansado. Le salió perfecto a Farías. Arriesgó para conseguir una sumatoria de puntos en el arranque que, quizás y en otras condiciones, lo hubiese dejado con las manos vacías.
Sería un despropósito cuestionar a Sabella por esta derrota histórica en el comienzo del proceso. Pero si persiste en la idea de jugar con dos carrileros con tamañas responsabilidades, es hora de que piense si un jugador como Rojo es más que Clemente Rodríguez, más apto para aportar algo distinto en función ofensiva.
Es cierto que es difícil trabajar con los jugadores dispersos por el mundo, pero en ese planteamiento de cinco atrás y con dos laterales de tanta participación, en ataque y defensa, tranquilamente podría ensayarlo con Clemente y con Pillud, que no estarán tan lejos de lo que hoy ofrecen Rojo y Zabaleta.
Lo dijimos ante Chile: el equipo es uno cuando ataca y otro cuando defiende. Ayer se jugó mal en los dos aspectos, pero el defensivo es el que contagia pesimismo. La falta de un referente es un problema sin solución desde que fueron desapareciendo los Passarella, los Ruggeri y los Ayala. ¿Habrá algún jugador argentino tirado en este mundo que pueda alcanzar el grado de influencia de los nombrados? Sin alguien que tenga voz de mando y solvencia para manejar la defensa, será difícil que algún esquema táctico consiga acomodarla.