Proyecto de inserción social


Fabrican bloques de tierra para salir de la violencia

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Anhelo. “Nos gustaría poder vivir la vida de esta manera: trabajando”. Es el deseo de estos jóvenes que buscan cambiar su realidad.

FotoS: Guillermo Di Salvatore

Unos 20 jóvenes de barrio Chaqueño se capacitan para formar un emprendimiento económico. Aprenden la técnica, a organizarse y comercializar los productos.

 

Agustina Mai

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“Antes salíamos en el diario cuando nos agarraba la cana. Ahora, porque estamos trabajando”, dijo Marcos (26 años), uno de los 20 jóvenes que está aprendiendo un oficio. Todos viven en el barrio Chaqueño y desde hace dos meses se están capacitando en la fabricación de bloques de tierra comprimida para la construcción.

“El proyecto surgió dentro del Programa de Inclusión sociocultural, con jóvenes de barrios con altos niveles de violencia. A partir del contacto con ellos, empezamos a buscar alternativas que pudieran competir con el delito y que, además, fueran una forma de vinculación grupal y de generación de una identidad relacionada al trabajo y no a la violencia”, explicó Marcelo Marasca, de la Secretaría de Seguridad Comunitaria, dependiente del Ministerio de Seguridad de la provincia.

“Está lindo el trabajo. Estaría bueno venir todos los días porque así agarramos ritmo. Nos gustaría poder vivir la vida de esta manera: trabajando”, contó con entusiasmo Marcos.

“El trabajo más lindo es estar en la máquina. Pero vamos rotando así todos hacemos un poco de cada cosa”, agregó Lucas (20 años), mientras cargaba la prensa con la mezcla de tierra, arena y cemento.

¿Qué es lo más difícil? “Manejar la máquina, aunque si sale mal un bloque es porque está mal hecha la preparación”, afirmó.

“Mataría tener ropa de trabajo que nos identifique, así la policía sabe que venimos a trabajar. Ya nos llevó un par de veces cuando estábamos viniendo al taller”, comentó Marcos.

Emprendimiento

El primer acercamiento con estos jóvenes fue en 2009 a través de propuestas deportivas y culturales. “Después de un año, empezamos a pensar qué les interesaría aprender y ver la posibilidad de que esa capacitación se convirtiera en un emprendimiento productivo”, señaló Marasca.

Los jóvenes se mostraron interesados en la fabricación de los bloques tradicionales de cemento para construcción. Desde el gobierno se enteraron del trabajo de la cooperativa Teko. “La gente de la cooperativa nos ayudó muchísimo a pensar el emprendimiento y nos abrió la puerta de este mundo de la construcción con tierra”, reconoció Marasca.

Mariano Pautasso, referente de Teko, contó a El Litoral que “el curso no es sólo un momento de aprendizaje, sino que la idea es que se constituya en una posibilidad real laboral y económica”. Además de la elaboración de los bloques de tierra comprimida, los jóvenes aprenden conceptos de organización, gestión y comercialización del producto. Durante los seis meses del taller, los participantes reciben una beca de $ 200 y comercializan los subproductos, como la tierra y la arena tamizadas. Los jóvenes deciden el destino de los bloques: pueden venderlos o usarlos para construir sus viviendas.

La meta es que puedan encarar su emprendimiento. Para ello está previsto desarrollar la maquinaria y entregarles las herramientas necesarias. “Esta prensa italiana la tenemos gracias al ingeniero Mattone, que nos dio la autorización para usarla porque es un proyecto con un fin social”, concluyó Pautasso.

Orígenes

El bloque de tierra comprimido (BTC) es un sustituto sustentable del ladrillo corriente en la construcción. Fue desarrollado en la década de 1950 en Colombia, como un producto de investigación del Centro Interamericano de Vivienda para producir materiales de construcción de bajo costo. Desde los años ‘80 ha tenido gran difusión en todo el mundo. Más información en www.cooperativateko.tk.

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Tamizar la tierra

La materia prima es tierra colorada. El primer paso es tamizarla para obtener partículas más finas, que son las que se utilizan para fabricar los bloques. La tierra que sobra es comercializada.

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En su justa medida

Cuatro baldes de tierra, uno de arena y medio de cemento son las cantidades que se colocan en la mezcladora. Cuando se obtiene un color homogéneo, se le agrega un poco de agua.

En la prensa

La mezcla obtenida se descarga en un receptáculo de la prensa (modelo Geo 50), que tiene la medida exacta para obtener un bloque intertrabado. Su principal ventaja es ser aislante de la humedad y la temperatura.

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Manualmente

Luego de comprimir, se obtiene un bloque. Se coloca en un lugar oscuro, cubierto con nylon (para que conserve la humedad) durante 28 días. Pasado ese lapso, ya está listo para ser usado: se los apila manualmente, encastrando uno con otro.

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