Repercusiones por la muerte del dictador

Líderes mundiales saludan el inicio de un nuevo ciclo en Libia

Coincidieron que se termina un largo y doloroso capítulo. Países árabes ofrecieron colaborar con el nuevo gobierno de transición.

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Celebraciones en las calles de Trípoli, Libia, con motivo de la caída de la ciudad de Sirte y la muerte del dirigente Muamar el Gadafi. Foto: EFE

 

De la Redacción de El Litoral

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EFE - DPA

La comunidad internacional consideró que la muerte de Muamar al Gadafi a manos de fuerzas rebeldes abrió un nuevo capítulo en la historia de Libia, pero advirtió que el país aún tiene un largo camino por recorrer hacia su reconstrucción.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, calificó el anuncio de la muerte de Gadafi como el “fin de un largo y doloroso capítulo” para el pueblo de Libia, al que llamó a aprovechar la oportunidad para crear un país “incluyente, democrático y tolerante”.

“Hoy podemos decir de forma definitiva que el régimen de Gadafi ha acabado: sus últimos bastiones han caído, el nuevo gobierno está consolidando el control del país... uno de los dictadores que más tiempo han regido ya no está”, agregó y, dirigiéndose a los rebeldes libios, les aseguró que se han “ganado su revolución”.

Obama mantuvo una videoconferencia con la canciller alemana, Angela Merkel; el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el primer ministro británico, David Cameron en la que los cuatro gobernantes “saludaron el fin del régimen de Gadafi” y coincidieron en señalar que se trata de un “día extraordinario para la coalición dirigida por la OTAN y, sobre todo, para el pueblo libio”.

En tanto, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, consideró que se trata del comienzo de una nueva era y subrayó que el siguiente paso es un camino lleno de “desafíos”. “Este día marca una transición histórica para Libia”, declaró Ban, en Nueva York.

“Reconozcamos, de inmediato, que ésto es sólo el comienzo. El camino por delante para Libia y su pueblo será difícil y estará lleno de desafíos”, advirtió.

Por ello, subrayó, resulta importante abogar por la reconciliación y “no la venganza”.

La alta representante para la Política Exterior de la Unión Europea (UE), Catherine Ashton, prometió a Libia el apoyo del bloque comunitario para la construcción de una sociedad democrática.

“La UE seguirá siendo en el futuro un socio fuerte y confiable”, afirmó Ashton en un comunicado publicado en Bruselas.

Según la jefa de la diplomacia europea, la muerte de Gadafi supone “el fin de un periodo trágico en la vida de muchos libios”.

“Hoy, Libia puede pasar página en su historia y abrazar un nuevo futuro democrático”, señalaron en un comunicado conjunto el presidente de la UE, Herman van Rompuy, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.

Una historia de petróleo y armas

Las versiones occidentales de los análisis de la muerte de Muamar el Gadafi omiten curiosamente el capítulo petrolero, un dato medular que dio origen y sustento al poder del fallecido dictador, con apoyo internacional de quienes ahora lo descalifican.

Libia posee las reservas petroleras más importantes de África y las novenas a nivel mundial. Su producción bajó de 1,6 millones de barriles diarios a fines de 2010 a 53.000 en julio último. El “Brent” que produce el país es el petróleo de referencia en Europa, hacia donde se dirigían la mayoría de las exportaciones de crudo, sobre todo a Italia y en escalas menores a Alemania, Francia y España. En febrero, cuando estalló el levantamiento, China evacuó a más de 35.000 obreros que trabajaban en de proyectos de energía, telecomunicaciones e infraestructuras valorados en unos 18.000 millones de dólares (13.000 millones de euros), obras financiadas con el dinero que occidente aportaba a cambio del petróleo. Tanto China como Rusia se abstuvieron en la votación del Consejo de Seguridad de la ONU para apoyar la intervención armada en Libia, y condenaron los bombardeos de la OTAN contra las fuerzas fieles a Gadafi.

Cuando todavía no fue enterrado el cadáver, la firma británica Barclays evaluó que la muerte del dictador “simplificaría la llegada de sociedades petroleras internacionales en zonas (productoras) que eran consideradas demasiado volátiles a causa de la presencia de los partidarios de Gadafi”.

El capítulo económico del presente libio es un dato tan decisivo como omitido por los analistas oficiales. Gadafi fue “terrorista” por el atentado al avión de Pan Am en la localidad escocesa de Lockerbie (270 muertos), pero Washington aceptó en los ‘90 las “indemnizaciones” y sólo desde la primavera árabe el Pentágono agitó el fantasma de las armas químicas y la corte de La Haya impulsó la causa por genocidio por las miles de muertes en Libia.

Chávez calificó de mártir a Gadafi

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, condenó la muerte del ex líder libio Muamar al Gadafi, quien fue capturado y asesinado por rebeldes en la localidad libia de Sirte.

“Lamentablemente, se confirmó luego la muerte de Gadafi, lo asesinaron. Bueno, un atropello más a la vida”, dijo Chávez luego de asistir a un acto religioso.

Chávez calificó a Gadafi de “un gran luchador, un gran revolucionario y, bueno, un mártir ahora”.

Advirtió a Estados Unidos y sus aliados europeos que “esa historia en Libia está comenzando apenas, porque allá hay un pueblo, allá hay dignidad. El imperio yanqui no podrá dominar al mundo”.

Chávez fue el aliado más cercano en América Latina de Gadafi, a quien en alguna ocasión condecoró entregándole una réplica de la espada del héroe de la independencia latinoamericana Simón Bolívar, la máxima condecoración que existe en Venezuela. De hecho, Chávez comparó en repetidas ocasiones al coronel libio con Bolívar.

“Lo dije ayer, y lo vuelto a repetir, y no estoy exagerando para nada: lo que es Simón Bolívar para nosotros los venezolanos, es Muamar Gadafi para el pueblo libio”, sintetizó el militar retirado en 2009.

Otras repercusiones

El gobierno egipcio también pidió al gobierno de transición en Libia una “vuelta de página” para reconstruir el país, informó el diario online egipcio “Al Ahram”.

“Egipto está dispuesto a ayudar a los hermanos libios a reconstruir su país y a ofrecer todo el apoyo al Consejo Nacional de Transición de Libia en esta fase de transición”, agregó la fuente citando al gobierno.

Por su parte, el gobierno de Irak felicitó a Libia y saludó el fin de Gadafi, según la agencia de noticias Nina. El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, manifestó su esperanza de que para Libia comience ahora una “nueva era de seguridad, estabilidad y democracia”.

Los acontecimientos en Libia, como así también en Irak, son una “prueba de que los pueblos vencen a los tiranos y toman el destino en sus propias manos”, señaló Al Maliki.

La Liga Árabe anunció que apoyará al pueblo libio en la reconstrucción de un estado democrático.

El secretario general de la Liga, el egipcio Nabil al Arabi, dijo que está feliz porque Libia comenzó una nueva página en su historia y elogió la “valentía” del pueblo libio, que hizo muchos sacrificios para vivir en libertad y dignamente.

Desde Latinoamérica llegó la principal reacción negativa a la muerte de Gadafi. El diputado Edwin Castro, del gobernante Frente Sandinista de Nicaragua, calificó hoy como “un golpe duro” la noticia procedente de Libia.

“Para cualquier persona amante de la paz y del derecho internacional, éste es un golpe duro, esto es un retroceso a la barbarie”, dijo el legislador.

El gobierno de China señaló que “se abre una nueva página en la historia de Libia”, a la que recomendó que emprenda una transición que “salvaguarde la unidad”.

“Esperamos que Libia progrese en su transición política, salvaguarde la unidad étnica y nacional y logre lo antes posible su estabilidad”, destacó el Ministerio de Asuntos Exteriores del país asiático, en un comunicado emitido por su web oficial.

El gigante asiático, miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, se abstuvo en la votación que en marzo aprobó una zona de exclusión aérea en Libia, y condenó los posteriores bombardeos contra el régimen de Gadafi.