Baco ya lo sabía

Baco ya lo sabía
 

Por su rico contenido en polifenoles, capaces de prevenir el envejecimiento, la vid y su delicioso derivado el vino se ha convertido en un gran proveedor de belleza.

TEXTO. CARMEN MARTÍN.

FOTOS. EFE REPORTAJES.

Gracias a los polifenoles y bioflavonoides, antioxidantes naturales, el vino encierra una serie de virtudes que colaboran en frenar el envejecimiento. Según los expertos, consumir una o dos copas de vino resultan beneficiosas para la salud, pues disminuye el colesterol malo, reduce la presión arterial e incrementa el fluido de la sangre, además de tonificar, relajar y combatir el estrés.

Ante estas bondades, los bodegueros franceses empezaron a investigar las propiedades de las uvas y descubrieron que la piel y las pepitas de las uvas contienen polifenoles, un potente antioxidante, mucho más poderoso que la vitamina C y E, lo que les sirvió para introducirse en el mercado de la cosmética en 1996.

Desde entonces, en la región de Burdeos (Francia) Matilde Cathiard y Bertrand Thomas fueron los primeros en introducir la uva en los tratamiento de belleza, convirtiendo la región en un importante y exclusivo escaparate de vinoterapia, programas que ofrecían lujosos baños en jugo de uva, algo parecido a lo que muchos siglos antes Cleopatra hacía con la leche.

A raíz de esos baños y amparados bajo la misma filosofía fueron surgiendo balnearios y centros de spa que ofrecen desde mascarillas faciales con extractos de uva hasta masajes corporales con pulpa de uva fresca y aceites ricos en polifenoles, pasando por tratamientos de abdomen, glúteos y programas rejuvenecedores, hidratantes y tonificantes.

Ahora estos tratamientos se pueden disfrutar en todo el mundo. Estudios recientes señalan que bañarse en vino mejora la calidad de la piel, además de combatir la oxidación de la dermis. La industria cosmética, siempre atenta a las investigaciones, ha desarrollado una serie de productos que ofrecen todas las bondades de la uva.

Entre las últimas novedades se encuentra el complejo alimenticio Esdor, “desarrollado con los hollejos, la piel y la pulpa de la uva tinta Tempranillo”, ha explicado Carlos Moro, fundador del grupo Matarromera, quien señala que estas cápsulas “combaten los procesos de involución cutánea, inhiben las generación de radicales libres, mejoran la circulación sanguínea, estimulan la síntesis de colágeno y elastina además de favorecer el engrosamiento de la capa dérmica afinada con la edad, reforzar la barrera cutánea y aumentar la vitalidad celular, las resistencia y la flexibilidad de la piel”.

TRATAMIENTOS CON VINO

Aunque siempre es un placer beber una copa de vino y mejor si es en buena compañía, la vinoterapia es otra forma de disfrutar del vino y sus propiedades sin beberlo, una alternativa natural que se basa en la utilización del jugo de la uva para obtener beneficios para la salud. Los tipos de uva que más se utilizan en vinoterapia son el Cabernet, Merlot, Tempranillo, Lambrusco, Sauvignion, Chianti, dado que estas uvas cuentan con importantes propiedades curativas para el cuerpo.

Nuestra piel tiene su propio mecanismo de defensa, pero en la mayoría de los casos no es suficiente, ya que la actuación de los radicales libres, la contaminación, el tabaco, los malos hábitos alimentarios, el estrés, la falta de hidratación, los excesos solares y la falta de sueño provocan la oxidación de las células o lo que es lo mismo, el envejecimiento cutáneo.

“Para paliar y solventar estos problemas, la enoterapia resulta beneficiosa”, apunta Carlos Moro quien asegura que “la uva y sus derivados tienen capacidad suficiente para reducir el abdomen, afirmar los glúteos, rejuvenecer los músculos y la piel, y tonificar los senos”.

En los centros de estética más importantes del mundo se puede disfrutar por ejemplo de un “peeling” de uva Cabernet, fantástico para eliminar la células muertas y dejar la dermis preparada para un drenaje linfático con cremas y orujos de uvas tintas.

Tras los tratamientos, la piel se muestra más luminosa e hidratada, gracias a que las uvas reparan el colágeno e incrementan la suavidad y la firmeza de la dermis. Pero no sólo eso, sus ponifenoles actúan como detoxificantes para la piel y ayudan a mantener la membrana celular en buen estado.

Aliviar los calambres musculares, contrarrestar las várices, disminuir el riesgo de hemorroides, subir las defensas, mejorar la artritis, combatir las alergias y reducir la tensión arterial son también algunas de las propiedades de la vinoterapia.