Atlético y Belgrano quedaron a mano

Un empate sin pena ni gloria

A la Crema le faltaron ideas para desestabilizar el planteo defensivo y de fricción al límite que le propuso el equipo cordobés a pesar de tener un hombre más, en la última media hora de juego, y sólo pudo empatar, sin goles, en el Nuevo Monumental.

Juan Carlos Scalzo

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Rafaela (Corresponsalía)

Cremosos y Piratas prometían un gran duelo porque llegaban precedidos de campañas más que aceptables en el Clausura y se conocen demasiado de batallas recientes en el ascenso, pero, sobre todo, porque los puntos en juego tienen un sabor especial cuando enfrente se tiene a un rival directo en la lucha por mantenerse en la categoría, igualmente, salió un partido sin brillo al que la igualdad en cero le sentó más que bien.

El comienzo fue alentador y de entrada Ribair Rodríguez, tras un desborde por izquierda de Mansanelli, se llevó por delante la pelota y la tiró afuera, abajo mismo de los tres palos, cuando sólo tenía que empujarla. Minutos después, Federico González desbordó a su marcador y en un mano a mano con Olave remató y la pelota dio en el pecho del arquero visitante cruzando todo el arco.

Corrían cinco minutos de juego y daba para ilusionarse, pero fue todo un espejismo porque la próxima situación clara volvería a presentarse en el minuto 38, con el penal de Carniello a Pereyra, el que fue atajado por el golero local con una estirada estupenda hacia su palo derecho.

El primer tiempo había terminado en empate dejando una mejor imagen de la visita y se esperaba un cambio de actitud de Atlético que le dé mayor protagonismo en el juego, presionando, individual y colectivamente en la salida del adversario, para lograr posesión de pelota y desde ahí intentar revertir el trámite, pero no se vio mucho de esto y sólo se pudo observar una leve mejoría que comenzó a insinuarse con la expulsión del charrúa Rodríguez, a los dieciséis minutos, cuando el árbitro “compró” la exageración de Fissore por una falta sin violencia.

El apagón

Dos minutos después, se produjo una caída en la intensidad lumínica en el estadio como consecuencia de una baja en la tensión del suministro que obligó a parar el partido, aunque continuó disputándose, diez minutos después y casi en penumbras, con el acuerdo de los jugadores y el árbitro.

El obligado intervalo, hizo renacer las esperanzas en la parcialidad albiceleste y creer en la recuperación de su equipo por la ventaja de contar con un hombre más y la casi media hora de juego que restaba por jugarse, pero, la ilusión comenzó a desvanecerse a poco de andar porque la Crema se repetía en su incapacidad de desequilibrio y en lugar de jugarlo, se pareció a su rival forcejeando y metiendo.

De igual manera, ya en tiempo adicionado, el Celeste dispuso de un par de oportunidades. Primero, fue Castro cuando recibió el balón entrando al área por la derecha, la paró de pecho y el remate salió por el segundo palo y, luego, en la jugada siguiente, Gandín punteó entrando por la mitad del área y la pelota salió apenas por arriba del travesaño.

Después, tuvo lugar la jugada más polémica del partido y Pitana privó a Atlético de un claro penal cuando un remate desde la medialuna de Fede González dio en el brazo de Lembo y el árbitro ignoró la falta.

A pesar del envión final de la Crema siempre flotó en el estadio la sensación de que en un contragolpe, la visita podría desnivelar el encuentro y, de hecho, en el último minuto, Franco Vázquez hizo enmudecer a la muchedumbre cremosa cuando a la carrera por la franja central enganchó, remató y el disparo se fue apenas elevado.

Fue empate en cero y, en líneas generales, le sienta bien al partido y a lo entregado por los dos equipos.

“Creo que este resultado es justo; intentamos un poco más nosotros pero ellos también tuvieron oportunidades, es un equipo con mucha presencia física, con dos o tres jugadores muy desequilibrantes en los últimos metros”.

Carlos Trullet

DT de Atlético de Rafaela