El desafío de producir más

Las semillas argentinas también se siembran en EE.UU. y Francia

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De los Incas al mundo de las semillas genéticamente modificadas; del alimento a la energía. El maíz es uno de los protagonistas de la expansión agroindustrial. Foto: Federico Aguer.

El sector abastece la demanda nacional por U$S 800 millones y exporta por otros U$S 250 millones más. Desarrollo genético y capacitación de personal se involucran en un complejo proceso, decisivo para alcanzar la propuesta del gobierno de cosechar 160 millones de toneladas al año.

 

De la redacción de El Litoral

Prensa de la Bolsa de Comercio de Santa Fe [email protected]

El presidente de la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA), Oscar Domingo, aseguró que el país está abastecido para sembrar las 32 millones de hectáreas que se cultivan al año en la Argentina. “Nunca ha faltado semilla y esto es un orgullo para la industria”, aseguró, pero al mismo tiempo advirtió sobre el desafío que plantea el Programa Estratégico Agroindustrial.

“Para dar cumplimiento a la meta del Plan, de llegar a 160 millones de toneladas” de cosecha de granos, “se deberán implantar entre 14 y 15.000 hectáreas más” a fin de obtener las semillas que demandará ese objetivo.

“El desafío es seguir abasteciendo el mercado y seguir invirtiendo en la generación de tecnologías, que nos permitan un mayor competitividad en la utilización de las tierras aptas para la agricultura”, sostuvo Domingo, quien participó en la 8va. Jornada del Foro de la Cadena Agroindustrial que tuvo lugar en nuestra ciudad.

El directivo señaló que “desde el punto de vista general de la industria, se han hecho todas las inversiones; el sector hoy posee un nivel tecnológico, de conocimiento y de especialización de personal similar a las industrias más avanzadas del mundo. Estamos en ese mismo nivel y en algunos casos por encima”.

Respecto de los montos involucrados tanto en el mercado doméstico como en el internacional, Domingo evaluó que “el mercado interno está en el orden de los 800 millones de dólares y estamos exportando alrededor de 250 millones de dólares, lo cual le da a la industria una estabilidad muy interesante” por la diversificación de sus destinos de venta.

“Hemos ganado mercados de exportación tremendamente exigentes en calidad, me estoy refiriendo a los países desarrollados del hemisferio Norte, evolucionados agrícolamente, como Francia y Estados Unidos”.

Personal y riego

Domingo señaló que a finales de 2010 se concretó el cluster con la integración del Instituto Nacional de Semillas (Inase), el Inta y la Asociación de Semilleros (ASA), “en un plan de mejora continua de la competitividad” del sector.

Consultado sobre los problemas y desafíos del cluster, indicó que “hemos detectado los primeros ocho temas en los cuales hay financiamiento y se comenzó a trabajar con plazos concretos. Al final de éstos, esperamos que se hayan solucionado”.

Entre ellos, citó el tema de la formación del personal personal “desde el primer nivel, que son los briders que se ocupan del mejoramiento genético, hasta el personal de plantas y de laboratorios”. Explicó que habrá “apoyo de académicos del país y del extranjero que contribuirán” en los planes de capacitación.

En segundo lugar, Domingo trató el tema del riego. Refirió que en el reciente foro de la Cadena Agroindustrial se mencionó la meta oficial de alcanzar 160 millones de toneladas en las campañas agrícolas, lo que demandará esfuerzos de infraestructura para garantizar la humedad en las 15 a 16 mil hectáreas que se deberán sumar a las áreas de implantación para alcanzar ese objetivo.

“El riego -explicó- comenzó a ser un insumo crítico para la industria de semillas, porque toda la producción de maíz, principalmente, se hace en condiciones de regadío. Hay límites en las zonas de riego y habrá que explorar otras nuevas fuera de la región central”, explicó Oscar Domingo.

La gestión de nuevas patentes

La demora en la aprobación de patentes es una cuestión que viene preocupando a la industria de las semillas. “Lo hemos abordado con la ministra de Industria, Débora Giorgi, de quien depende el Instituto Nacional de Propiedad Intelectual. En el marco de una relación público-privada, vamos a trabajar y contribuir para agilizar los procesos como lo hicimos en su momento con el Ministerio de Agricultura, con quien establecimos nuevas normas para la desregulación de eventos transgénicos, con lo que se agilizará todo el proceso. Hemos trabajado muy bien con el secretario de Agricultura, Lorenzo Basso”, explicó Domingo.

Dijo que “algo similar podríamos estar haciendo con industria. Actualmente, el Inti carece de personal adecuado porque el análisis de los legajos para el patentamiento de eventos biotecnológicos es un tema muy específico. Allí hay un problema y se ha prometido una solución a corto plazo”.

Domingo explicó que se formará personal para que el Inti pueda analizar rápidamente los legajos de biotecnología. “El problema se encuentra en que algunas tecnologías tienen una duración, una vida útil no muy larga y si el proceso de patentamiento se demora, se pierde efectividad porque pierde vigencia la tecnología”.