La selección fue recibida por una multitud...

Los barranquilleros esperaron a Messi como si fuese Valderrama

Alguna vez idolatraron y con razón a ese gran jugador al que llamaban “El Pibe”. Hoy, el sucesor no es de esta tierra, sino que nació en Argentina y lo ovacionaron como si fuese propio. ¿Así lo tratarán mañana?

1.jpg

Mucha seguridad. La llegada de la selección, y especialmente la de Messi, estuvo coordinada al detalle y contó con una importante custodia policial. Foto: Télam

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Barranquilla, Colombia)

La gran mayoría de esa multitud reunida en la puerta del hotel Estelar, en el residencial barrio de El Prado en el norte de Barranquilla, era colombiana. Los pocos argentinos estaban adentro del hotel, muchos de ellos con camisetas y algunas banderas. Pero los de afuera eran lugareños. Sólo que querían ver a Lionel Messi, quien ya por este entonces se ha trasformado en una suerte de “ídolo mundial”, y no es un patrimonio exclusivo de los argentinos.

No eran 100 ó 200, sino que superaban los 1.000. Y soportaron el largo tiempo de espera, pues el arribo de la Selección se esperaba para mucho antes, tanto que se había previsto la cena en Barranquilla y hubo que demorarla para que no se pase ni haya que recalentar nada.

Hubo caras conocidas, como la de Marcelo Trobbiani. “En ese equipo de Estudiantes de 1982, con el mediocampo que formábamos con Ponce, Russo y Sabella, hubo un punto de quiebre en un partido que le ganamos a Unión 2 a 0 en Santa Fe. Ese día arrancamos ganando con un gol de Julián Camino (uno de los ayudantes de Sabella) apenas comenzado el partido. Al final del mismo nos dimos cuenta de que íbamos a ser campeones”, cuenta Trobbiani en diálogo con El Litoral en la puerta del hotel.

Marcelo Trobbiani es un genuino representante de todo lo que rodeó a Bilardo como técnico durante sus tiempos de éxito. Fue un jugador clave en ese Estudiantes de notable categoría y luego fue uno de los que formó parte del proceso de la Selección que desembocó con el título logrado en México. Trobbiani era uno de los talentosos de ese equipo que tenía a Diego en todo su esplendor y a Burruchaga como socio, pero que en el banco disponía de Borghi, de Trobbiani y de Bochini, por si era “necesario”.

A todo esto, los colegas de Buenos Aires, varios de ellos con transmisiones en vivo, no se esmeraban demasiado. “Olvidate de que hablen, al menos esta noche”, decían. Y era cierto, máxime con la locura que parecía desatarse en cualquier momento ante la inminente llegada.

3.jpg

Como si fuera colombiano. Casi 1.000 personas aguardaron con paciencia la llegada de Messi. Muchos llevaban puestas camisetas de la selección colombiana y, de todos modos, fueron a ovacionar al rival argentino. Foto: Enrique Cruz (h)

La cuestión era verlo a él. Y cuando apenas pasadas las 23, hora de Colombia, el micro hizo su ingreso en la explanada del hotel, la multitud deliró. Lionel Messi se quedó algunos segundos sentado en el último asiento de la derecha, observando de qué manera la policía perseguía a un fotógrafo. Y era duro con él, porque había violado un sector al cual no podía acceder, al menos desde el lugar en el que se encontraba. Y esto hizo que la salida de los jugadores del micro se hiciera en forma apresurada, atravesando raudamente el lobby del hotel que estaba “cercado” por cintas que impedían que la gente se les cruzara y con apenas algunos segundos para firmar algunos autógrafos, que en el caso del de Messi se cotiza muchísimo.

El presidente de Colón, Germán Lerche, fue uno de los primeros en descender del micro. Lo acompañaban otros directivos, como Crespi y Contreras, quienes se pudieron observar, además de Carlos Bilardo, quien aparentemente continuará en su cargo de manager de la Selección.

Cerca de la medianoche colombiana, el calor seguía haciendo estragos aunque no era tan insoportable como se preveía. Y la gente no cejaba en su intento de ver al ídolo. Miraban para arriba como queriendo que desde una de esas habitaciones que daban a la calle estuviese él. A todo esto, los nubarrones negros que se instalaron como algo propio de la geografía de Barranquilla desde anteayer, se empezaron a dispersar. Señal de que reaparecerá el sol y, con febo, la posibilidad concreta de que el partido se juegue, como los colombianos quieren, con una temperatura cercana a los 40 grados, a pesar de que estamos llegando al invierno en este país.


2.jpg

Ídolo total. Los argentinos esperaron a Messi dentro del lobby del hotel, para brindarle su cariño y apoyo frente al partido de mañana. Foto: Enrique Cruz (h)


El Litoral con Rodrigo Valdez

El encuentro fue en su casa, ubicada en la entrada a la hermosa Cartagena, justo en los días en que esta ciudad festeja su carnaval. Rodrigo Valdez, el hombre que fue protagonista de las últimas dos peleas de Carlos Monzón, en 1976 y 1977, le concedió una entrevista exclusiva a El Litoral y habló de aquellos combates, de su recuerdo hacia Amílcar Brusa, de su vida actual, del boxeo en general y de otro grande que tuvo este país y en este deporte: Antonio Cervantes, más conocido como “Kid Pambelé”.

En próximas ediciones, El Litoral publicará esta entrevista con el recordado “Rocky” Valdez, con fotos tomadas en su propio domicilio de la bella ciudad caribeña, donde es más famoso que el mismísimo García Márquez. En tanto, el video de esta nota ya se puede apreciar en el portal del diario, www.ellitoral.com.