Un compás de espera

Luego de los piquetes a nivel nacional, la comisión de trabajo agrario no se expidió sobre el aumento que reclama el sindicato de los chacareros. El martes venidero se decide la historia.

Campolitoral

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Esta semana, los trabajadores de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) manifestaron su reclamo a la vera de las rutas del país. La protesta se funda en la negativa del Ministerio de Trabajo de la Nación de homologar un aumento del 35,7 por ciento ya aprobado por la patronal representada por las entidades de la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias.

El martes, sin embargo, la comisión decidió no expedirse al respecto y dictó un compás de espera hasta la semana que viene. En la reunión, el tema de la homologación del salario fue opacado por otro más de fondo: el proyecto de cambio de estatuto. Fuentes del sindicato de los trabajadores temen el avance de un proyecto de ley que descentralizaría a la entidad por actividad, en abierta oposición al estatuto del peón rural que -entre otras cosas- prevé un fondo de desempleo para los trabajadores.

“Estamos cobrando sueldos de miseria”, dijo el referente de la delegación local, a la vera de la ruta 11, mientras el humo de las cubiertas encendidas ennegrecía el cielo corondino.

“De concretarse el aumento ya acordado con la patronal, el peón pasaría a cobrar $ 3.000, lo cual sigue siendo bastante poco en este escenario inflacionario”, agregó el sindicalista. Para Alberto Balbi, el tema está fuertemente teñido por la política, ya que de manera inédita, el gremio se quedó sin el apoyo de la Confederación General del Trabajo a la hora del reclamo. “Dentro de los gremios no se puede hacer política, nosotros ayudamos a poner a Néstor Kirchner en el poder y hoy somos los únicos que reclamamos un aumento de salario”, se lamentó.

Por ahora, se decidió pasar a un cuarto intermedio. El martes venidero habrá otra reunión. Desde el Ministerio de Trabajo dejaron entrever que el aumento aprobado será sólo del orden del 25 por ciento, lo que asegura un profundización de las medidas de protesta por parte de los trabajadores.

Sin dudas que el compromiso de Gerónimo Venegas (referente de la UATRE a nivel nacional y de las 62 organizaciones del justicialismo) con Alberto Duhalde, iba a tener sus costos. Sería lamentable que sean los trabajadores quienes tengan que pagarlo con el sudor de su frente. La importancia de la labor que desempeñan requiere de la grandeza de las partes involucradas para salvar las diferencias.