Fuertes hace siempre fácil lo complicado

Barrilete cósmico

Otra hazaña futbolera de su goleador y jugador histórico le dio la victoria ajustada contra Rafaela. El “Bichi” se llevó una ovación que nunca olvidará.

Barrilete cósmico

Figurita repetida. Fuertes, siempre Fuertes La obra maestra del gol ya está consumada, por eso la rodilla a tierra con impotencia del buen arquero Sara. En un partido en el cual Coló dominaba pero no podía calibrar la mira, fue el “Bichi” el que afinó la puntería con una precisión infalible. Iban 28 minutos del complemento y explotaba el Cementerio. Foto: Pablo Aguirre

 

Darío Pignata

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¡Genio!... ¡Genio!... ¿De qué planeta viniste? De Coronel Dorrego es la respuesta, aunque a esta altura el viejo muchachito de la película es más santafesino que el calor, los pescados, la cerveza y el alfajor. “Hágase tu voluntad”, pareció escucharse ayer cuando en el minuto 28 del segundo tiempo la pelota que limpió con una avivada Chevantón y administró a la perfección el pibito Luque lo dejó a Esteban Oscar Fuertes —¿hace falta nombrarlo?— en el mejor de todas sus posturas adentro de una cancha: mano a mano.

Poco importó que enfrente estuviera Sara, para muchos uno de los mejores arqueros del fútbol argentino. En ese flash y en ese ratito, Fuertes se equivoca muy poco en los últimos tiempos. Como si sólo los años le dieran esa madurez en la “18” que hoy no tiene precio. Sólo así puede entenderse que en el zaguán que lo lleva a los 39 años, el “Bichi” se mueva cada vez mejor, con más inteligencia y con viveza de potrero como pocos.

No es fácil aguantarlo al “Bichi” Fuertes en todo sentido. Lo saben los rivales, por eso Carniello habla de “un jugador al que no se lo puede descuidar nunca. Fallamos en una sola jugada al no marcarlo y terminó en gol”. Y lo saben los árbitros, mucho más los que están arrancando como Delfino y no tienen chapa o espalda como Baldassi para manejarlo al “20” hablando. Por eso, sin esperar, el juez lo amonestó ayer en el primer tiempo, para frenar desde el vamos las quejas del capitán/jugador/goleador histórico de Colón jugando de local y ante su gente.

Es verdad que entre la presión de la gente —hubo un aliento permanente y sostenido, ya no sólo de la barra sino de casi todo el estadio— y la presión que metió Sciacqua con los cambios (los dos impactaron de manera positiva, el de Chevantón primero y el de Luque después), se veía venir que Colón lo arrinconaba a Rafaela cada vez más cerca de Sara. Pero siempre que se mueve la palmera, alguien debe empujar la fruta. Y ese alguien se llama Fuertes en Colón.

Insisto en algo: sus 137 goles en 285 partidos con la camiseta de Colón se sobreponen de manera contundente a cualquier tipo de análisis. No hay mucho más para agregar, porque esa friolera de un gol cada dos partidos generan el respeto y la admiración de propios y extraños.

El simple hecho de imaginar a Colón sin Fuertes en un futuro —cercano o lejano— genera miedo escénico verdadero. ¿Cómo será ese día después de mañana cuando el hincha sabalero vea once camisetas como desde hace 106 años pero no vea más la “20”? El pueblo de Colón quiere, en cada partido que pasa, que ese día no llegue nunca en el almanaque.

Después de un flojísimo primer tiempo, Colón regaló en el segundo capítulo una tormenta de ganas como hace tiempo no podía montar de local. Fue un pasaje, es cierto, pero al fin se vio en casa esa tantas veces reclamada actitud. Por eso la gente enloqueció gritando. Porque Colón mezcló ganas con fútbol y lo arrebató a Rafaela. Todo el mundo elogia al de Trullet como un muy buen equipo, idea que ayer Colón desdibujó en el complemento. Y ese, sin dudas, fue el mayor mérito de Sciacqua, por lo que evidentemente le entendieron en la charla del entretiempo y por lo que transmitió con los productivos cambios.

Sigo diciendo que Colón necesita, como club y como equipo, tranquilizar sus reacciones. Adentro y afuera de la cancha. Si bien sigue lejos de enamorar, al menos ayer el Colón de adentro (jugadores y cuerpo técnico) se empezó a amigar con el Colón de afuera (los hinchas, la gente). Considerando que, de paso, se consiguió en Santa Fe, es todo un avance mirando el futuro.

Sólo los elegidos tienen la tarde ideal que vivió Fuertes ayer. El fútbol no escribe todos los días historias así con todos los jugadores. Su destino con esta camiseta número “20” está marcado a fuego. Por eso este barrilete cósmico que vino del planeta gol llegó ayer a 137 gritos en 285 partidos en Colón. Incomparable, único e irrepetible. Y por más que con el fútbol nunca se sabe, estoy convencido que no habrá ninguno igual.

/// SÍNTESIS

COLÓN 1

RAFAELA 0

Colón: Diego Pozo; Salustiano Candia, Maximiliano Pellegrino, Ronald Raldes, Bruno Urribarri; Iván Moreno y Fabianesi, Sebastian Prediger, Adrián Bastía, Tomás Costa; Federico Higuain y Esteban Fuertes.

DT: Mario Sciacqua.

Rafaela: Guillermo Sara; Fabricio Fontanini, Oscar Carniello, Martín Zbrum; Walter Serrano, Matías Fissore, Iván Juárez, Hugo Iriarte; Nicolás Castro; Federico González, Darío Gandín.

DT: Carlos Trullet.

Gol: en el segundo tiempo, a los 28 minutos, Fuertes (C).

Cambios: en el segundo tiempo, a los 15 minutos, Javier Chevantón por Bastía (C); 26 min Martín Luque por Costa (C); 31 min Jherson Córdoba por Juárez y Jonatan Lopez por Castro (AR); 34 min Ariel Garcé por Fuertes (C); 38 min Matías Zbrum por González (AR).

Árbitro: German Delfino.

Cancha: Colón.

Barrilete cósmico

Así le pega el “Bichi”... Cara interna pie derecho La “limpió” Chevantón en campo propio y aceleró Luque con campo a favor. El goleador histórico, recostado en la izquierda del ataque sabalero, fue inteligente para manejar su posición y evitar el fuera de juego con los zagueros de Rafaela. A todo lo otro, que es lo más complicado, lo hizo fácil: a cobrar. Foto: Pablo Aguirre

Barrilete cósmico

...Y así entra la pelota. Donde bajan las arañas La resignación de Sara y la corrida inútil de Fontanini sólo sirven para completar la escena del domingo en el Brigadier López. La pelota dobla en Santa Fe y se mete en la red del arco de Rafaela. Iban 28 minutos del complemento, cuando el 0-0 entraba en zona de riesgo para Colón de local. Pero siempre aparece el “20”. Foto: Amancio Alem

BAJO LA LUPA

POZO (5): más allá de la “salvada” de Raldes en el final, el arquero de Colón cerró uno de sus partidos más tranquilos, producto de la anemia ofensiva de Rafaela.

CANDIA (5): no hay demasiadas cosas que modificar del concepto habitual. Mucha actitud para marcar y clausurar el lateral; poca aptitud para poder ser salida por la banda.

PELLEGRINO (6): otro buen partido del “Flaco” en el fondo, ya recuperado del golpe en el ojo contra Tigre. Sin dudas que es, lejos, el mejor de los refuerzos que llegó en la última tanda.

RALDES (7): un partido impecable del boliviano, ganando cada mano a mano y llegando a todos los cruces, incluso anulando la velocidad de Federico González.

URRIBARRI (6): impreciso en el primer tiempo, levantó mucho en el complemento cuando se animó a apretar más arriba y a subir con inteligencia por el andarivel izquierdo.

MORENO (5): combativo y batallador como siempre, pero con poca incidencia en el juego del equipo, algo que Colón necesita y mucho de Iván en la mitad de la cancha.

PREDIGER (7): es un auténtico “todocampista”, porque marca, corre, mete pero también juega y empuja con mucho criterio. Que el “Perro” se quede para el 2012 sería vital para este equipo.

BASTÍA (5): si bien está muy lejos del otro “5” se fue notando una mejoría del “Polaco” con el correr de los partidos. El cambio de ayer fue perfecto, porque como Rafaela no atacaba, el ex Racing sobraba.

COSTA (4): no se puede creer lo bajo que está en algo que es su fuerte: la claridad para manejar la pelota, el panorama de juego, la pegada. Se equivocó casi siempre.

HIGUAÍN (6): levantó muchísimo en el complemento, a pesar de equivocarse en algunas decisiones. Hay algo que es innegable: se muestra siempre, la pide, nunca se esconde.

FUERTES (7): siempre a su libro le queda una hoja más para escribir. La definición y el gesto técnico, ante la salida de Sara, fue exquisita. Tiene 137 goles en 285 partidos: ¿qué más decir?

CHEVANTÓN (6): totalmente productivo el ingreso del uruguayo, porque fue el mejor momento de Colón. Le anularon un gol, quitó la pelota en el arranque del tanto de Fuertes y mostró cosas de jerarquía.

LUQUE (6): otro que entró derechito, a pesar de ser zurdo. Hizo una administración perfecta de la bocha previa que le pone a “Bichi” en el gol de Colón.

GARCÉ (-): entró por un Fuertes agotado para dar una “mano” en la mitad de la cancha y cuidar el valioso 1-0.