Esteban Fuertes: el jugador más importante en la historia de Colón...

“En mi vida imaginé que podía vivir un día como éste”

Le dedicó el gol a su padre fallecido. Reconoció que el sábado a la noche no durmió y dijo que “si me quedo en Colón, juego seis meses más y me retiro”. Al mismo tiempo, admite que le queda algo por hacer en el fútbol: “ser campeón con Colón”.

“En mi vida imaginé que podía vivir un día como éste”

Momento clave de la noche: sale Fuertes, ovacionado hasta más no poder, y entra Garcé después de un largo tiempo sin jugar. El Bichi le dio la cinta al Chino. Fotos: Amancio Alem

Enrique Cruz (h)

Levantó sus brazos al cielo y se acordó de su padre ya fallecido. Fue el momento culminante de su día, de ese 20 de noviembre de 2011 que marcará a fuego la vida de Esteban Fuertes y la de Colón mismo. Una más. Una más en esta historia de amor que comenzó a escribirse hace ya 14 años, cuando el Bichi llegó a Santa Fe proveniente de Racing para jugar aquella Copa Conmebol. Un capítulo más en el que se registraron dos transferencias que le trajeron mucho dinero a las arcas sabaleras, su rótulo de goleador del torneo Clausura 2000 en el momento en el que Colón, acosado por el promedio, más lo necesitaba. Un capítulo más en el que hay 137 goles —y algunos más que seguirán llegando— que serán difíciles de igualar, el mote de goleador de la provincia con una sola camiseta (ya superó a Víctor Rogelio Ramos, quien lo tenía con la de Newell’s) y estos 285 partidos que lo ubican como el de mayor cantidad de presencias con la sangre y luto en los 106 años de vida de la institución.

Después, Marito Sciacqua hizo lo que debía: sacarlo de la cancha. No es habitual que al Bichi lo saquen. Es que su presencia es fundamental por lo que transmite —ayer volvió a ponerse fastidioso con los árbitros— y porque el gol ronda el arco rival cuando él está en la cancha. Pero había que sacarlo para que la gente le brinde la tercera gran ovación (la primera fue cuando recibió el regalo de la dirigencia y la camiseta con el “285”, el segundo fue en su gol) y se vaya como se merece un ídolo.

Después, el Bichi anduvo de confesión en confesión. Primero admitió que “no pude dormir anoche, así que seguramente hoy apoyaré la cabeza en la almohada y recuperaré horas de sueño”. Y después dejó bien en claro que “si sigo en Colón, juego medio año más y me retiro”.

“Fue un día especial y la fiesta fue completa. Me acordé de mi papá en el gol, por eso miré al cielo, para decirle ‘gracias’ y que esto es para él. Nunca le había podido regalar un gol en esta cancha, así que justo vino en el momento más deseado por mí”, dijo el hombre que se convirtió en el gran responsable de la felicidad del pueblo sabalero, al que le agradeció en varias oportunidades, como así también a la comisión directiva.

“En Tigre jugamos mal, por eso quería que ganemos y que juguemos bien. En el segundo tiempo lo logramos. Me gustó el equipo y ni qué hablar de haber ganado con mi gol”, señaló.

Cuando el Bichi inclinó su cuerpo hacia la izquierda, apoyándose sobre ese pie para colocar, con chanfle, el remate que superó la salida de Sara por su costado izquierdo, todos nos dimos cuenta de que no podía terminar en otro lado que no fuera adentro del arco.

Y siguiendo con las confesiones, el Bichi admitió que él tiene totalmente definido que se quedará a vivir en Santa Fe. “Sé que soy parte de la historia de este club. Jamás soñé con esto y en mi vida me imaginé que podía vivir un día como éste. Por eso no pude dormir anoche por más que intenté hacerlo”.

Después repitió, ante la consulta de un colega que decidió repreguntar, lo que había señalado unos minutos antes. “Si me quedo en Colón, juego seis meses más y me retiro”, prueba elocuente de que el Bichi quiere cumplir aquello que tanto dicen los futbolistas: “Prefiero retirarme del fútbol y no que el fútbol me retire”.

Habló del Chino Garcé y dijo que “le entregué la cinta de capitán porque él es uno de los capitanes del equipo. Estoy contento porque haya vuelto a jugar y sólo digo que la decisión con respecto a la Virgen fue de todo el grupo, pero él se llevó la peor parte. Por eso, que Ariel esté otra vez jugando me pone muy contento. Y ayuda a que esta victoria colme de alegría a todo el plantel, porque la estábamos deseando con todas nuestras fuerzas”.

—Bichi, ¿te queda algo por hacer en el fútbol?

—Conseguí todo lo que quería, jugar mucho, ser campeón con River y jugar en la selección... Pero sí, me queda algo por hacer y es muy importante: quiero ser campeón con Colón.

A buen entendedor, pocas palabras: en este torneo es imposible que esto suceda. Entonces, ¿se puede pensar en Fuertes quedándose en Colón e intentándolo en el primer semestre del año que viene?...

Manga

Original y llamativa

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Fue una de las sorpresas que deparó el atardecer dominguero en el Centenario. La dirigencia sabalera inauguró una manga que tiene la forma de sábalo con los colores rojinegros y que le da un toque de distinción y de originalidad a un estadio que cada día sorprende por su belleza. De todos modos, ayer no estaba bien la cancha. La dirigencia avisó que el problema se suscita en que se han sembrado las semillas de verano. Algunos jugadores se quejaron porque estaba algo pesado.

Capitanes

En un día especial

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El Chino Garcé y el Bichi Fuertes comparten la foto y la alegría por la victoria. El Chino volvió a formar parte del plantel luego de aquella lesión sufrida en la segunda fecha ante All Boys y de lo ocurrido con el caso de la Virgen de Guadalupe. Algunos lo silbaron, otros lo aplaudieron, pero la mayoría se mostró indiferente y, en general, la gente ha cerrado ya este tema. Cuando Colón marcó el gol, Garcé estaba haciendo movimientos precompetitivos y hubo jugadores, como Prediger y Moreno, que fueron a saludarlo.

Chevantón

es muy inteligente

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Entró antes del cuarto de hora del segundo tiempo y se lo vio activo y bien. Inteligente en cada pelota que debió jugar, cuando Delfino dio seis minutos de descuento se encargó de “dormir” el partido en un lateral. Allí, la pelota estuvo cerca de cuatro de esos seis minutos sin moverse y fue por obra del uruguayo, que tuvo dos ocasiones (una de ellas clara y cuyo remate pegó en la parte exterior de la red). Se nota que es un jugador de notable jerarquía.

¡Caracolazo!

Parece que no hay límites en serio para la estupidez humana. Colón ganaba 1 a 0, la gente festejaba y el equipo estaba jugando bien. Sin embargo, a un “iluminado” de la platea oeste no se le ocurrió otra idea que tirarle con un caracol al árbitro, provocándole una herida cortante a la altura del cuello.

Delfino fue rápidamente atendido por los médicos de ambos planteles, le colocaron un apósito y de inmediato continuó dirigiendo el partido. ¿Constará esto en el informe?, ojalá que no, para que ni la cancha ni el club sufran consecuencias, pero el que fue no tiene perdón y no midió el perjuicio que estuvo a punto de ocasionarle a su “querido” Colón.

En un primer momento se dijo que había sido una acción involuntaria de Moreno, que con un manotazo le habría provocado el corte con el auricular y micrófono que llevan los árbitros. Pero no fue así y se trató de un “caracolazo” que voló desde la platea.

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La imagen de la Virgen de Guadalupe que El Litoral mostró en exclusiva a sus lectores, ya está otra vez en su lugar en el estadio del barrio Centenario y “debutó” con victoria. Foto: Amancio Alem

Más que por mí, estoy contento por los jugadores. Había una carga emotiva importante y dejaron todo en la cancha, con compromiso y actitud, para ganar el partido”.

Voy a decirles algo que ocurrió en el vestuario: estaban todos, hasta los que no concentraron y los pibes del club. No faltó nadie. Y los muchachos estaban muy contentos por Ariel Garcé. Lo puse de volante central porque es un jugador inteligente y sabía que se iba a acomodar sin problemas”.

Mario Sciacqua

Entrenador de Colón

¡Feliz cumpleaños, papá! Este triunfo es para vos”

esteban fuertes

Jugador de Colón