el padrastro sigue preso en la celaduría de reconquista

A la nena violada y muerta velarán en Buenos Aires

Redacción de El Litoral

El padrastro de Keila Rojas, la niña de apenas tres años de edad que el último sábado llegó agonizante y brazos de su madre a la comisaría de Guadalupe Norte, sigue preso en la Celaduría de la Unidad Regional IX, cuya Jefatura tiene asiento en Reconquista, ciudad cabecera del departamento General Obligado.

El calamitoso estado que a primera vista presentaba la criatura decidió su inmediato traslado al Hospital Central de Reconquista, pero a ese nosocomio llegaría sin vida y horas después los exámenes médicos revelarían que la nena no sólo presentaba hematomas en todo el cuerpo, sino cuatro costillas rotas y lesiones vaginales compatibles con una violación.

La madre, Ana María Guzmán, una joven bonaerense de 19 años de edad reveló que su concubino huyó apenas ella regresó de una reunión familiar alrededor de las 13.30. Con ese gesto y las palabras que disparó a su compañera: “Me mandé una macana”, el padrastro se colocó las esposas.

Los agentes de la Subcomisaría 4a. de Guadalupe Norte y todos los efectivos de la IV Zona de Inspección salieron en persecución de Rolando Ramírez, un albañil de 20 años de edad. Orientados por los indignados vecinos, los uniformados le dieron alcance cuando escapaba a campo traviesa, en medio de un cultivo de girasol.

Generalizada indignación

El subjefe de la Unidad Regional IX, el comisario mayor Walter Sánchez dijo hoy que el tremendo suceso provocó “consternación y generalizada indignación entre los pobladores de una región habitualmente pacífica”, donde no existen antecedentes acerca de episodios criminales de tan brutales características.

El funcionario policial dijo además que al momento de ser capturado Ramírez no opuso resistencia alguna y que los agentes se limitaron a colocarle las esposas y lo cargaron en un patrullero para trasladarlo a Reconquista. Mientras la madre de la niña era contenida emocionalmente por los numerosos actores sociales e institucionales, la Comisaría de la Mujer, con la anuencia del juez Dr. Virgilio Palud comenzó a tramitar el informe policial que oportunamente será elevado al magistrado.

Ana María Guzmán permanece en la ciudad de Reconquista a la espera de ser llevada ante el juez de la causa, mientras que a un pedido suyo, los despojos mortales de la infortunada niña fueron remitidos hoy a la bonaerense ciudad de Colón donde residen los abuelos maternos.

Precisamente Ramírez, vecino de Guadalupe Norte conoció a Ana María Guzmán tres años atrás en la mencionada localidad, cuando Keila Rojas era un bebita. Tres meses atrás Ramírez regresó con su compañera y la infortunada criatura.

La escena del crimen, la casa de la abuela paterna de la niña, está en la zona rural, pero no más lejos de la planta urbana ubicada. Allí trabajó la policía científica de la URIX para colectar los vestigios o pruebas que podrían incriminar a Ramírez sin margen error alguno.

El cuerpo de la infeliz criatura fue encontrado por su propia madre sobre el colchón de la cama matrimonial por lo que se descuenta que los investigadores que instruyen el sumario por esta violación seguida de muerte estarían en condiciones de acompañar su informe con pruebas suficientes contra Ramírez, el hombre que en las próximas horas sería indagado por el juez Palud.