Cómo prevenir el golpe de calor

Cómo prevenir  el golpe de calor
 

En los días donde el termómetro no da respiro, lo fundamental es evitar los grandes esfuerzos, la realización de actividad física y la exposición excesiva al sol. También es importante hidratarse antes de sentir sed.

TEXTOS. HOSPITAL UNIVERSITARIO AUSTRAL. FOTO. EL LITORAL.

Según las predicciones del Servicio Meteorológico, se aproximan días de altas temperaturas, por encima de los 30º C. Y a la par del termómetro, crece el riesgo de sufrir un golpe de calor.

¿Qué es? Técnicamente, el golpe de calor es el grado máximo de hipertermia que podemos alcanzar, cuando la temperatura corporal asciende a 40 grados o más. Esto provoca una alteración del sistema nervioso central, que puede poner en riesgo la vida.

El golpe de calor, que no debe ser confundido con la fiebre, se dispara por la pérdida de los mecanismos que tenemos de autorregulación de la temperatura. “Por lo general, se produce en días de calor extremo, aunque hay ciertas situaciones que lo favorecen y lo potencian. Entre estas se encuentran los grandes esfuerzos por ejemplo, una mudanza, la inadecuada hidratación y la exigencia a la que se someten ciertos deportistas, así como también personas que sin serlo, tal vez en vacaciones se autoexigen a niveles no acostumbrados”, explicó el Dr. Jorge Bilbao, jefe de la Sección de Recuperación Cardiovascular del Hospital Universitario Austral (HUA).

“Los niños, los ancianos y las personas medicadas con diuréticos o antidepresivos se encuentran entre los que tienen mayor riesgo de sufrir un golpe de calor. Lo mismo ocurre con quienes consumen cocaína y anfetaminas; así como también con los enfermos del corazón, que son más vulnerables ante los mecanismos de compensación al calor entre los que se cuentan la taquicardia”, especificó el especialista.

En cuanto a las principales medidas preventivas, el Dr. Bilbao enumeró: “Si hace mucho calor, hay que tomar agua antes de sentir sed, al menos 2 litros, ingerir sales, no hacer grandes esfuerzos como mudanzas o ejercicio, y evitar exposiciones prolongadas al sol en horarios críticos. También es una buena opción usar gorros, buscar la sombra y mojarse con agua en forma frecuente”.

SÍNTOMAS, PARA ESTAR ATENTOS

Los síntomas que pueden indicar que el cuerpo se está recalentando de más son: la sensación de calor extremo, el enrojecimiento de la piel, los mareos, la cefalea, la taquicardia desproporcionada en relación con el esfuerzo realizado, la desorientación espacial, la sed intensa y la fatiga.

“Para evitar el golpe de calor, hay que abandonar toda actividad en forma inmediata, hidratarse, envolver el cuerpo en sábanas frías, ponerse compresas frías en la frente y la cabeza, aplicar hielo en la ingle y las axilas, y quedarse en algún lugar fresco (refrigerado con aire acondicionado o ventilador)”, expuso el Dr. Bilbao.

También es importante guardar reposo estricto, tomarse la temperatura y consultar a un médico, preferentemente especialista en terapia intensiva, emergentólogo o cardiólogo intensivista.

“Debe quedar claro que el mejor tratamiento del golpe de calor es la prevención de la exposición al calor extremo. De ocurrir, ante la falta de respuesta al tratamiento de hidratación y el intento de bajar la temperatura con medios físicos, el paciente siempre debe ser internado en terapia intensiva, porque ante un golpe de calor es muy común la falla de múltiples órganos, las convulsiones y la aparición de trastornos de la coagulación, todas situaciones que, sin control, pueden llevar a la muerte”, concluyó el especialista.

Alertas al sol y la higiene

La Municipalidad de Santa Fe recordó que la llegada del calor supone extremar las medidas frente a la exposición solar, el cuidado de la higiene del cuerpo y de los alimentos que consumimos y el riesgo de la deshidratación, especialmente en los niños y niñas. Son todas medidas fundamentales que debemos considerar en estos meses de calor.

Uno de los cuadros más habituales es el golpe de calor, que puede afectar a personas de cualquier edad, en especial a los niños y niñas (que no manifiestan sus síntomas con facilidad) y mayores de 65 años. No existe un tratamiento farmacológico para revertirlo; es por ello que se sugieren tomar los siguientes recaudos: aumentar el consumo de líquidos en todos los momentos del día, evitar las bebidas alcohólicas o muy azucaradas; evitar comidas muy abundantes; ingerir verduras y frutas; no exponerse al sol en exceso ni en horas centrales del día; reducir la actividad física y usar ropa ligera y de colores claros y permanecer en espacios ventilados.

Respecto a las indicaciones cuando estemos al sol, recordó que debemos usar ropa protectora, incluido un sombrero; aplicar protector solar a todo el cuerpo y evitar el sol desde las 10 de la mañana hasta las 4 de la tarde; mantener los bebés menores de 6 meses fuera de los rayos directos del sol en todo momento; los protectores solares de amplio espectro (con SPF 15 o superior) se deben utilizar con regularidad; repetir la aplicación después de haberse sumergido en el agua o si se ha transpirado mucho.

Agregó algunos consejos respecto al agua que vamos a consumir. Si no es de red hay dos maneras de hacerla potable: poner 1 gota de lavandina cada 2 litros de agua o bien, hervirla durante 1 minuto en una olla limpia. También explicó que debemos limpiar bien los baños, alrededor de inodoros, piletas y canillas, usando el balde con agua con el agregado de un pocillo de lavandina.

Por último, aconsejó tener las manos limpias para evitar enfermarnos. Lavarse siempre las manos con agua y jabón, antes de preparar alimentos, antes de comer y después de cambiar los pañales, ir al baño, sacar la basura, manipular dinero o de toser.