Anonymous lo denuncia
Gran Hermano maneja colectivos
Un grupo de hackers demostró ayer que el sistema de boleto electrónico que implementa el gobierno nacional, desprotege información que debería ser personal. Una fundación ya había advertido sobre los problemas de “invasión a la privacidad”.
Poder y ciudadano, subsidio y necesidad, discreción y privacidad. La polémica está servida.
Foto: EFE
De la redacción de El Litoral
DyN
Las transacciones realizadas por mil usuarios del Sistema Único Boleto Electrónico (Sube) en capital y Gran Buenos Aires, fueron difundidas en Internet por un grupo denominado “anons.ar” que, de ese modo, buscó demostrar que los datos de las personas “están prácticamente al alcance de cualquiera”.
El boleto electrónico implementado por el gobierno nacional, exige la identificación de quien tramita la tarjeta magnética y supone aceptar que el Estado -a la manera de un Gran Hermano- podrá conocer todos sus movimientos. Pero además esos movimientos personales quedan expuestos en Internet.
Entre la necesidad de supervisar la justificación del subsidio y la invasión a la privacidad, la denuncia de los hackers se inclina por esto último. Exigieron que las tarjetas “sean anónimas” e instaron a los usuarios a que “no se dejen controlar, no consuman la información que les venden” y a informarse “por sus propios medios” para “lograr un mundo más justo”.
Pese a la acción más amplia de “anons.ar”, difundida en el sitio pastehtml.com, el portal www.sube.gov.ar entrega esa misma información, sin contraseña alguna, a quien escriba el número de una tarjeta.
“Todo lo que Sube... tiene que bajar”, fue la frase elegida para encabezar el manifiesto de “anons.ar” que establece que “el proyecto monedero virtual (Sube) impuesto por el gobierno argentino exige identificación por DNI cuando no es necesaria y luego rastrea cada uso de esta tarjeta, creando una base de datos del ir y venir de cada ciudadano”.
Privacidad postergada
En el detalle difundido por “Anons.ar”, que circuló profusamente por la web, se puede observar que en el Sube queda registrada la fecha, la hora, el transporte utilizado, el interno, el importe pagado por el boleto y el saldo restante de la tarjeta. “Somos Anonymous. Somos legión. No perdonamos. No olvidamos. Esperénnos”, finalizó el mensaje del grupo.
En los últimos días, la Fundación Vía Libre había advertido en su sitio que el sistema Sube significaba “el fin de la privacidad”. Al respecto, indicó “el problema que reviste” el “resguardo posterior” de los datos personales, que son controlados por la secretaría de Transporte de la Nación.
La Fundación Vía Libre recordó una frase pronunciada en su momento por el secretario del área, Juan Pablo Schiavi, quien afirmó que la intención de la medida era “saber a ciencia cierta quién es el que verdaderamente requiere tener el subsidio total o parcial de lo que cuesta el boleto de colectivo, tren o subte”.
“Más allá de las medidas evasoras que puedan implementar los ciudadanos para ejercer su justo derecho a la privacidad y al anonimato, el Estado no debería recabar este tipo de información por la sensibilidad de dichos datos”, señaló la entidad.