En medio de los sucesivos cortes de energía

El vicepresidente de la empresa, en diálogo con El Litoral, atribuyó las fallas en el sistema a la ola de calor sin precedentes que vivió y vive nuestra zona, y a la obsolescencia de algunas estaciones generadoras, incapacitadas para tolerar el nivel de demanda.

 

Salomé Crespo

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Cerca del mediodía, la lluvia trajo el alivio que desde hace días esperaban los santafesinos, cansados de soportar temperaturas cercanas a los 40º y reiterados cortes de energía. El termómetro descendió a 25º y es de esperar que mientras se mantenga allí, el servicio eléctrico se preste con normalidad.

Para buscar explicaciones sobre este reiterado problema, El Litoral entrevistó a Cristian Berrino, vicepresidente de la Empresa Provincial de la Energía.

—¿Qué evaluación hacen de la prestación del servicio en este momento?

—Estamos muy conformes porque podemos dar respuesta en tiempo. Hay imprevistos y tenemos otro tipo de herramientas de contingencia, cuando no son situaciones programadas. Pero estamos conformes porque estamos resolviendo los imprevistos o las situaciones que vamos vislumbrando, como la de utilizar cortes preventivos como los de ayer.

—Durante el verano pasado también hubo temperaturas muy elevadas y altos niveles de consumo ¿A qué se deben los cortes que ocurrieron hasta ahora?

—No, los registros de temperatura no fueron los mismos. Sí tuvimos registros superiores a 40 grados pero lo que ocurrió en las últimas tres semanas de diciembre, donde hubo registros consecutivos con temperaturas de más de 35 grados y, cuando además a la noche o a la madrugada no baja de 30º, es cuando se ponen al límite las instalaciones. El año pasado no hubo tres semanas consecutivas con esos registros. Así y todo el servicio tuvo una prestación razonable. Obviamente, como cualquier servicio de distribución falla o tiene probabilidad de falla. Algunas tienen que ver con la obsolescencia, como la estación de distribución Calchines, pero siempre fueron casos puntuales y no grandes zonas las afectadas. Los cortes de ayer fueron programados.

—¿La empresa realiza cortes para evitar el colapso del servicio en algún sector?

—Los cortes preventivos se utilizan cuando son necesarios. Es una herramienta y no podemos abusar de ella.

—¿Cuando los consideran necesarios?

—No es una decisión que se toma por una zona en particular, vamos midiendo la capacidad que tenemos en cada punto y, por ejemplo, si la saturación se da en la estación Calchines se afecta un sector de la ciudad. Entonces se evalúa constantemente la situación mediante un sistema que tiene la empresa que va midiendo y censando las cargas de cada uno de los transformadores y cuando es necesario dispara la medida de hacer cortes preventivos. Pero con la temperatura y demanda de hoy no es necesario.

—¿A qué porcentaje de la población están afectando los cortes que ocurrieron hasta ahora?

—En este momento no tengo los datos a mano.

—¿Qué piensa hacer la empresa para evitar los cortes en adelante?

—El plan de obras apunta a disminuir la obsolescencia de algunas instalaciones propia de la falta de inversiones durante muchos años, a atender el crecimiento vegetativo de la demanda y realizar inversiones para prestar el servicio con una calidad razonable. Luego hay eventos que no se pueden controlar como la caída de ramas. En ese sentido, estamos llevando a cabo un trabajo intensivo de poda en el que nos tienen que acompañar los municipios y comunas porque obviamente la empresa no puede atender el arbolado completo. Hay lugares en los que se hace con más eficiencia que en otros. También realizamos tareas de mantenimiento predictivo y preventivo y atendemos los casos puntuales que aparecen.

El plan de inversión prevé una progresión en la refuncionalización de redes, reinversión en obras pero no se hace de un día para el otro. La actualización tecnológica de algunas instalaciones va a llevar un tiempo para lograr la calidad de servicio razonable que hoy merecen los usuarios.

—Pero en general ¿están conformes con el servicio?

—Sí. Hay mucho por mejorar y estamos trabajando en el plan de obras. Sabemos que hay instalaciones que mejorar tecnológicamente, pero tenemos el objetivo claro. Manejamos escasos recursos, pero tratamos de hacer un uso eficiente del presupuesto.

Centenario, el más complicado

Por su parte el jefe de Área Distribución Santa Fe, Alfredo Riego, evaluó algunas de las interrupciones que se produjeron en el servicio desde mediados de diciembre de 2011.

—¿Qué puede decir de los cortes que hubo hasta ahora?

—Las fallas del barrio Fonavi Centenario, están asociadas a la demanda. Las instalaciones son de hace 20 años, el criterio de dimensionamiento de esas redes queda chico para ese sector, son redes subterráneas y son muy difíciles de expandir. Pero como agravante, después de las dos inundaciones más importantes, en el Centenario las instalaciones funcionan al 50 %, tienen un deterioro muy grande.

—¿La situación es similar en otros lugares de la ciudad?

—No. Con respecto al evento del 10 de enero, es similar al de ayer. Falló una línea de alta tensión, el sistema estuvo muy sobrecargado ante el colapso de una línea de transporte y resentida la distribución de las estaciones transformadoras. En un pantallazo general, hay un evento de media tensión, casos puntuales de subestaciones y casos puntuales como el de barrio Fonavi.

Hay distribuidores que tuvieron un incremento en la demanda de un 12% en los últimos años y cuando se hacen las previsiones de la expansión eléctrica, ninguna bibliografía del mundo puede asumir que una zona pueda crecer ese porcentaje en demanda eléctrica. Es una expansión que no se puede acompañar.