Kudelka tiene desde hace tiempo los titulares que irán el domingo a La Paternal...

El equipo ya se recita

El equipo ya se recita

La gran sorpresa de la pretemporada ha sido el uruguayo Pablo Míguez, quien se ganó el lugar como volante central titular en un mediocampo ofensivo y menos poblado. Foto: M&G Fotografías

Cambio de esquema y una sorpresa de pretemporada: la titularidad de Míguez.

 

Enrique Cruz (h)

Previsor y conocedor de las virtudes y carencias de su plantel, Kudelka pidió lo que necesitaba: fútbol y goles. Por eso apuntó a Matías Donnet y a Diego Jara, jugadores que también responden a su estilo de conducción, basado en armar buenos grupos, con gente que no llegue a complicar la calma ni a alterar la implacable normalidad con la que trabaja su cuerpo técnico.

Matías -un hombre de la casa- deberá ser el socio de Rosales, el que suplantará lo bueno que venía perfilando Sarmiento hasta que la fractura lo alejó de las canchas. Y Jara tendrá que darle a Unión lo que careció en forma terminante: la falta de gol de parte de sus delanteros.

Tener fútbol en el medio y más presencia arriba, obligó a Kudelka a cambiar el esquema y a ponerse como objetivo la búsqueda de un mayor protagonismo. Ya hubo un intento frustrado, cuando quiso juntar a Pereyra con Rosales en el Apertura. Ahora, Matías Donnet tendrá la obligación de ser el socio del “10”, de darle una mano a Míguez y de alternar la cobertura de un sector izquierdo del mediocampo que quedó vacío por la salida de Velázquez.

Esa búsqueda de Kudelka ha tenido “ganadores y perdedores”. Por ejemplo, un “ganador” fue Pablo Míguez, desde mi óptica convertido en la gran sorpresa de la pretemporada porque de no ser casi utilizado en el Apertura, terminó ganando la pulseada sobre los otros volantes centrales que tiene el plantel (llámese Bruna o Alexis Fernández, mientras se espera la puesta a punto de Vidal). Míguez será el “5” de un mediocampo con más juego si se observan las características de Montero, Donnet y Rosales.

Entre los “perdedores”, está Jorge Velázquez, el jugador relegado para permitir el ingreso de un delantero y dejar el esquema anterior de dos volantes convertidos en extremos (Montero y él) por un 4-3-1-2 bastante definido como será el que usará Kudelka en el arranque del Clausura.

La incógnita que plantea este Unión es saber si tendrá la suficiente capacidad de recuperación en el medio para conseguir el objetivo de un mayor protagonismo en el juego a través de la tenencia de la pelota. La seguridad es que contará con cinco jugadores capaces de darle claridad al ataque y, lo que más se espera, contundencia a partir de la gravitación de los delanteros.

Si Donnet se vuelca por izquierda, si Rosales utiliza ese sector en el que parece sentirse más cómodo, sumado a la presencia de un Jara que por una cuestión de perfil (es zurdo) jugará del medio hacia ese costado, deberá aprovechar Montero la posibilidad de tener el claro para el cambio de frente cuando el juego se recueste por el lado opuesto. Y el entrerriano puede recuperar, además, esa buena cuota de gol que tuvo durante el ascenso.

Es saludable lo que Kudelka plantea en la teoría. Y arriesgado. Forma parte de su intención de no quedarse con el “chiquitaje” en los objetivos y pelear por algo más que no sean los tan mentados 48 o 50 puntos para mantener la categoría. Eso no admite discusiones.