NACIERON EN EL CULLEN EL 5 DE FEBRERO
“Son los primeros trillizos de El Pozo”
Tomás, Maylén y Huilén nacieron por cesárea a los 7 meses de gestación. Las dos nenas permanecen en la Neonatología.
Las hermanitas. Huilén y Maylén permanecen aún en el área de Neonatología donde su mamá las puede supervisar y alimentar.
Fotos: Guillermo Di Salvatore
En la madrugada del domingo 5 de febrero Jesica Mendiccini empezó con dolores y la trasladaron al Hospital Cullen. Pocas horas después, entre las 8.56 y las 9 de la mañana llegaron tres nuevas “personitas” al mundo: Tomás Ariel, Huilén Jaquelin y Maylén Tiziana.
Una semana después, mientras permanece todavía en el nosocomio a la espera de que le den el alta (las dos nenitas están todavía en el área de Neonatología) esta santafesina de 22 años se muestra orgullosa con sus hijos y comenta que en su barrio ya tienen una denominación: “Los primeros trillizos de El Pozo”.
De los tres, el que nació con mayor peso fue Tomás, quien llegó al mundo con 3.200 kg. Sus hermanitas fueron un poco más pequeñas: Huilén pesó 2.900 kg. y Maylén apenas alcanzó los 1.500 kg. “El más grandote fue el nene”, dice la mamá, con una indisimulable sonrisa de oreja a oreja.
Jesica todavía deberá quedarse en el hospital hasta que todos sus hijitos logren tener “un buen peso”, ya que nacieron sietemesinos. Es que si bien el varón ya está en la cuna, en la misma habitación que su mamá, Huilén y Maylén siguen en incubadora, ya que ésta última tiene algunos problemas de crecimiento que vienen desde el embarazo.
“Están todos pendientes”
Esta ama de casa de 22 años que vive en el Barrio El Pozo reconoce que cuando se hizo la primera ecografía y le informaron que iban a ser tres quedó “shockeada”, pero después se puso contenta. Más aún ahora cuando recibió tantas muestras de afecto de sus vecinos.
Su marido, Ezequiel Díaz, se dedica a hacer changas para reunir los ingresos necesarios para mantener a su familia que además de los tres recién nacidos se compone por Ariadna de 3 años y Laureano de 2. Por eso, reconoce que va a necesitar la ayuda de pañales y leche, ya que hasta ahora recibió la solidaridad de mucha gente que le acercó ropa.
“La gente de El Pozo es muy atenta. No ven la hora de que me den el alta porque quieren conocerlos, están todos pendientes y me llaman por teléfono. Estuvieron encima mío desde los controles. Estoy muy agradecida”, finalizó.