Honduras

Muertos en el incendio superan los 370 internos

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El penal tenía purgando penas a 820 reclusos

Foto: EFE

De la Redacción de El Litoral

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DPA

La cifra de reclusos muertos en el incendio registrado en la madrugada del miércoles en el centro penal hondureño de Comayagua, a 100 kilómetros al norte de Tegucigalpa, se elevaría a 377 personas, según los últimos reportes de la Policía Nacional.

Aunque la Policía usa el término de “faltantes”, la lista publicada en horas de la noche señalaba que la inmensa mayoría están muertos, aunque no se descarta que algunos pudieron escaparse durante el incendio, la mayor tragedia en Honduras, fuera de los desastres naturales.

En el centro penal se encontraban purgando penas 820 reclusos y la policía informó que 475 habían sobrevivido al mismo. Sin embargo, las cifras no coinciden, ya que además de los fallecidos hay varios presos que se encuentran en los hospitales recibiendo atención médica.

El gobierno decretó tres días de duelo nacional y el presidente hondureño Porfirio Lobo ordenó que las distintas dependencias gubernamentales presten la colaboración a las fuerzas policiales y los fiscales.

El ministro Bonilla informó que están buscando un lugar para albergar a los 475 reclusos sobrevivientes, ya que las instalaciones están destruidas y las que quedaron en pie son consideradas peligrosas por el daño sufrido en sus estructuras.

Mientras, la policía todavía no indicó cuál fue la causa del incendio, ya que la tesis del cortocircuito ya casi fue descartada.

El portavoz policial Héctor Iván Mejía dijo que inicialmente se estimó que el incendio se había originado en un cortocircuito del sistema eléctrico, pero ahora se trabaja sobre la hipótesis de un incendio intencional, provocado para generar una fuga.

Esto pareció confirmarse con la versión de la gobernadora del departamento (provincia) de Comayagua, Paola Castro, quien afirmó que recibió una llamada a su teléfono móvil de parte de un preso que le dijo que uno de los reos aseguraba que iniciaría un incendio.

Castro, quien trabajó antes en el centro penal en programas de rehabilitación, indicó que el centro es modelo, ya que opera bajo la modalidad de una granja penal donde los detenidos se dedican en el día a cultivos agrícolas y solo en la noche son llevados a sus celdas.

Los presos sobrevivientes y heridos denunciaron que los policías carcelarios se rehusaron a abrir las celdas a pesar de los pedidos de auxilio.

Uno de los presos heridos afirmó que ello provocó que muchos reos fallecieran asfixiados por el humo desatado por las llamas, mientras otros quedaron completamente calcinados.

También los familiares denunciaron que los carceleross no ayudaron a liberar previamente a los reos.

Pero el ministro de Seguridad Bonilla rechazó cualquier acto deliberado e indicó que incluso fueron agentes policiales quienes llegaron a auxiliar a los reos y por ello varios lograron sobrevivir.

El cuerpo de bomberos también afirmó que reaccionaron rápidamente cuando fueron notificados del incendio, pero dijo que no les permitieron una entrada fácil al centro penal y que tardaron mucho en que les permitieran acceder a controlar el incendio y rescatar a los prisioneros que estaban encerrados.

Los bomberos señalaron que faltaba electricidad y que tuvieron que alumbrarse con focos de mano para dirigir la operación.