Análisis de la crisis de la Eurozona

Grecia, rescate y las tareas que aún restan

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El presidente del Eurogrupo Jean-Claude Juncker y la directora gerente del FMI, Christine Lagarde. Para Juncker todavía “falta mucho trabajo” para superar la crisis. Foto: Agencia EFE

EFE

Grecia cuenta con que mañana recibirá del Eurogrupo el esperado segundo rescate y con él una importante cuota de oxígeno para evitar una quiebra inmediata, y la eurozona está dispuesta a extenderle una vez más la mano, pero a 24 horas del decisivo encuentro el programa aún no está del todo asegurado.

El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, uno de los que más presión ha ejercido sobre el Gobierno de coalición en Atenas, afirmó hoy en una entrevista al diario Der Tagesspiegel que los ministros del euro están de acuerdo en conceder la ayuda, “si Grecia aplica hasta finales de febrero todas las promesas y reformas”.

El Financial Times indicó que existe una lista de 24 acciones previas que Atenas debe efectuar hasta finales de mes.

Grecia podrá además contar con el rescate completo, porque la posibilidad de dividirlo en dos -el canje de bonos con la banca y la ayuda- está descartada, dado que “una aprobación escalonada (...) no sería constructiva”, señaló Schäuble.

“Decidiremos mañana lunes sobre el programa entero, que después se ejecutará paso a paso”, añadió.

Pero Schäuble también condicionó la aprobación de la ayuda a que estén “todas las demás cuestiones aclaradas”, y esas serán hoy objeto de debate entre funcionarios de alto rango del euro.

Dura advertencia

El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, fue quien advirtió el viernes que los planes para la sostenibilidad de la deuda griega no van por buen camino y que con el rescate actual Atenas no podrá reducir su deuda del 160 % al 120 % en 2020.

“Estamos muy lejos del objetivo; todavía hace falta mucho trabajo (...) y todas las conversaciones que mantendré hasta el domingo por la noche tratarán de acercar la cifra al objetivo”, indicó.

La sostenibilidad de la deuda es importante para el FMI y la eurozona, sobre todo para Alemania, Holanda y Finlandia, que no pueden justificar ante sus ciudadanos y parlamentos más contribuciones sin antes tener atado este elemento.

Schäuble indicó en este sentido que la cuenta bloqueada para Grecia “es una prioridad para la reducción de la deuda”.

Esa cuenta se creará para que Atenas dé prioridad al pago de la deuda. Además habrá probablemente una supervisión sobre el terreno, según lo acordado en la cumbre del 26 de octubre.

Pero aún deben definirse las estructuras del control.

La cuenta tendrá que tener suficientes fondos del rescate para que Grecia pueda hacer frente a los pagos de su deuda durante un periodo de 9 a 12 meses, y si los fondos caen por debajo de este umbral, se recurrirá a fondos destinados a financiar el funcionamiento del Gobierno, según el Financial Times.

Otras opciones

Se estudian además otras medidas y técnicas para solventar el problema de la deuda, como reducir nuevamente los intereses que se cobran a Grecia por los préstamos que ha recibido desde mayo de 2010 o implicar al BCE, que podría redistribuir los beneficios procedentes de la venta o el canje de bonos a los países del euro.

Varios medios apuntan además a la posibilidad de que los bancos nacionales asuman las mismas pérdidas que el sector privado.

El BCE y los bancos nacionales han canjeado en los últimos días bonos griegos por nuevos para proteger su cartera de pérdidas y de cualquier intento de obligar a las entidades a asumir quitas mediante una cláusula de acción colectiva, según The Wall Street Journal.

El canje incluiría los alrededor de 50.000 millones de euros en bonos griegos comprados bajo el programa especial de adquisición de deuda, pero no así unos 12.000 millones en obligaciones griegas que tienen bancos nacionales como inversiones, de acuerdo con ese diario.