la salud mental en los hospitales

Un enfoque distinto para eso que llamamos “locura”

La vida plantea experiencias propias o cercanas que desbordan la capacidad de contención. No siempre son enfermedades mentales; el Estado busca afrontarlas desde los hospitales “generales” y otros centros menores de salud.

Un enfoque distinto para eso que llamamos “locura”
 

Ignacio Hintermeister

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¿Qué hacer cuando una persona (¡o más!) estalla de alguna manera y su entorno inmediato, si lo tiene, no lo puede contener? Un “brote” de eso que llamamos comúnmente locura no siempre tiene que ver con una enfermedad de la mente.

“No todas las situaciones tienen el diagnóstico de una psicopatología. Hay casos complejos que tienen que ver con la vulnerabilidad, con la falta de lazos sociales, con la falta de anclaje en el territorio, con la marginación y la exclusión. Cuando uno toma la situación no se aborda sólo un problema sicológico, sino algo mucho más amplio”.

La psicóloga Melisa Pianetti, directora de Salud Mental de la provincia, lo define según el nuevo marco legal nacional: “Hablamos de crisis o padecimientos subjetivos”. Ése es el universo en el que los especialistas buscan evitar la discriminación, y en el que han decidido que no se abran más siquiátricos, de acuerdo con lo que ordena la norma nacional.

La Organización Mundial de la Salud prescribe no sofocar el padecimiento con abandono, encierro, maltrato o medicación; hay recursos que deben preservarse para casos extremos. Las leyes nacional y provincial sugieren el tratamiento “que menos restrinja la libertad de las personas”; Santa Fe decidió no abrir nuevos psiquiátricos y la norma federal habla incluso de cerrarlos con el paso del tiempo.

Eso desafía a toda una tradición; pero en especial, a los hospitales generales y centros de salud que ahora reciben también los casos de salud mental, sean éstos más o menos severos, patológicos o sociales, ambulatorios o no.

¿Hay equipo?

“Contamos con 1.700 trabajadores de salud mental; son equipos que incluyen psiquiatras, psicólogos, trabajadores sociales, enfermeros, médicos de otras especialidades, operadores comunitarios, acompañantes terapéuticos, abogados preparados en la materia”.

La licenciada Piatti dice que el recurso humano de la provincia es suficiente aunque por ahora se concentra en Santa Fe y Rosario. La OMS recomienda descentralizar, es decir no más hospitales “monovalentes”. Léase: no más neuropsiquiátricos.

“El recurso está concentrado en las dos ciudades más grandes. Pero estamos haciendo un fuerte trabajo para estar en las localidades del interior. Los psicólogos integran equipos de salud y en la mayoría hay recursos psi, incluso en los centros de salud de los barrios. No en todos pero en la mayoría”.

La funcionaria dijo que en Santa Fe ya hay 40 centros de salud con estos equipos interdisciplinarios y que en Rosario hay otros tantos, a los que se agregan los efectores municipales. “Los servicios de salud mental están en la mayoría de los hospitales generales y centros de salud; en otros, estamos conformándolos.

“Y hay otras instancias como los equipos de fortalecimiento que refuerzan el territorio”, y viajan allí donde hace falta, tratando de estar lo más cerca posible.

¿Hacia un país sin neuropsiquiátricos?

Según el artículo 27 de la nacional ley 26.657 -sancionada a fines de 2010- “queda prohibida por la presente ley la creación de nuevos manicomios, neuropsiquiátricos o instituciones de internación monovalentes, públicos o privados”.

La norma habla de “sustitución definitiva” pero no pone plazos. En Santa Fe, la ley provincial no es definitoria en la materia, y las autoridades aclaran que no se cerrarán los neuropsiquiátricos aún cuando no se abran nuevos establecimientos.

La presidenta firmó en diciembre de 2010 el decreto que pone en vigencia la ley, pero a principios de este mes anunció que inaugurará un hospital de Salud Mental para veteranos de Malvinas, algo que la norma prohibe.

El texto de la ley, que prohibe nuevos neurosiquiátricos, establece que “debe promoverse que la atención en salud mental esté a cargo de un equipo interdisciplinario” y que “el proceso de atención debe realizarse preferentemente fuera del ámbito de internación hospitalario”, para promover el “reforzamiento, restitución o promoción de los lazos sociales”.

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Pianetti reconoció que ya hay hospitales generales que reciben hasta 17 internaciones semanales por temas de salud mental en una semana. Pero advirtió que el proceso “llevará tiempo” para capacitar a la gente y adaptar instalaciones.

Foto: Amancio Alem

Cárceles

Hay Dispositivos Interdisciplinarios de Salud (Dis) en las cárceles de Las Flores, Coronda, Piñero, Sala Penitenciaria del Cullen y en la U3 y U5. “Existen otros lugares donde no había presencia y se armó en los últimos dos meses una gestión mixta con el ministerio de Justicia y Derechos Humanos para estar en el Pabellón Juvenil de Las Flores”, detalló la licenciada Pianetti.

1.693

especialistas

trabajan en Salud Mental en la provincia. 717 en hospitales generales, 626 en neurosiquiátricos y 326 en dispositivos de refuerzo territorial, cárceles y otros. Hay psicólogos, psiquiatras, enfermeros, operadores, abogados, psicopedagogos, talleristas y técnicos en minoridad.

Externación

Se denominan “casas de medio camino” y ya hay 4 en la provincia. “Estamos con la intención de hacer 8 casas nuevas con sus respectivos equipos de trabajo”, explicó la licenciada Pianetti. Son el paso intermedio de la “externación” de pacientes desde los neuropsiquiátricos en su intento por volver a la vida social. “Allí tienen cierta independencia y pueden manejarse solos”, explicó la directora de Salud Mental sobre este dispositivo.