La casa fue chica...el corazón enorme

“Necesitamos 1.000 tatengues valientes para la nueva cancha”

Se lo dijo Luis Spahn a El Litoral pensando en lo que viene y viendo las limitaciones del 15 de Abril para este tipo de partidos trascendentes.

“Necesitamos 1.000 tatengues valientes para la nueva cancha”

Quedó chico para tanta pasión: Unión fue recibido de manera espectacular por su gente en un estadio con capacidad limitada para este tipo de partidos. Spahn se ilusiona con agrandar la cancha. Foto: Amancio Alem

De la Redacción de El Litoral

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Como buen anfitrión, Luis Spahn andaba de aquí para allá en la previa al gran partido con Boca. Ni bien llegó su colega de Boca, el presidente Angelici, lo acompañó hasta el palco visitante que está en la parte más alta del 15 de Abril. Cuando El Litoral lo cruzó, minutos antes del partido, no paraba de recibir llamados.

“Yo tengo compromisos de todos lados, pero usé mis dos entradas de protocolo como todos y punto. Es que no hay más lugar en la cancha. Ni para la gente ni para ustedes, los periodistas”, comentaba el pope tatengue, justo en una zona donde se improvisaron puestos de transmisiones radiales y pupitres, para darle lugar a los 250 periodistas que acreditó el eficiente Nico Rucci con su gente de Prensa.

“Algunas cosas pudimos cambiar gestionando, otras no porque llevan más tiempo. Por ejemplo, todos los años las inferiores arrancaban sin pelotas, porque no había, se gastaban, desaparecían. Ahora, antes de arrancar, compramos 350 balones nuevos en la AFA. A nosotros, nadie nos regala nada. Por eso, cuando bajamos las entradas de protocolo para todos —dirigentes, sponsors, jugadores—, pensamos en el club. Algunos lo entienden, otros se enojan. No nos queda otra”, analiza Spahn.

Era evidente como toda la capacidad del 15 de Abril estaba colapsada, mucho más comparando con Boca. Cuando Unión visitó La Bombonera, recibió 100 plateas de protocolo y usó 40. Ayer, Boca usó las 100 butacas de la Redonda para el mismo rubro. Las desventajas que generan las diferencias de los estadios.

Sin milagros

Si bien los dirigentes siguen gestionando en todos los ámbitos —AFA, gobierno de Santa Fe, Secretaría de Deportes de la Nación— ese famoso aporte o subsidio para obras en su estadio, el presidente tatengue está convencido de que en Unión el milagro será de la gente.

“Uno nota el entusiasmo del hincha por hacerse socio. Lo vimos en el ascenso y desde que volvimos a Primera. La política sigue siendo la misma: no hacer locuras. Por eso es que en los próximos días vamos a presentar el proyecto de reforma de la cancha, preparado por profesionales que lo explicarán detalladamente en cada etapa”, se ilusiona el titular rojiblanco.

Hasta que llega la pregunta del millón en la charla con El Litoral y es saber ¿de qué depende que Unión tome la decisión de agrandar la capacidad del 15 de Abril?

“Vamos a necesitar que unos 1.000 tatengues nos acompañen en la primera gran cruzada. La idea es que se comprometan a adquirir comodidades del nuevo estadio a largo plazo. Sabemos que hay gente que puede hacerlo y gente que pueda acercar a otra gente. Si la gente se acerca, vamos a tomar la decisión política y económica de las obras”, dice Spahn.

Extraoficialmente, por lo que pudo averiguar El Litoral, esa primera vía de comercialización oscilaría con aportes de 9.000 hasta 12.000 pesos con distintas formas de pago y garantizaría los lugares de la nueva cancha por varios años.

“Mirá lo que es la cancha, no entra más nadie en ningún lado y frenamos la campaña de socios hasta que no tengamos una idea exacta de cómo estamos con el número fino antes del clásico. Por eso, necesitamos más comodidad pero tampoco podemos hacer locuras para que después las pague el que venga”, concluye Spahn.

Unión, que superó los 18.000 socios, avaló todas las exigencias de seguridad de la Policía con 850 efectivos para un operativo exitoso que fue casi un tester de lo que será el clásico con Colón del domingo 4 de marzo, en principio a las 17.

Hablando de este tema, ayer hubo corridas, se escucharon disparos de balas de goma, proyectiles que se lanzaron contra la policía y algunos disturbios en medio de la disputa del encuentro, en una de las puertas de acceso, que deben ser motivo de ocupación para la policía.

Mejoras en sala de prensa

Es el ámbito natural al cual concurre Kudelka después de cada partido para responder las preguntas. Allí, en este primer partido de local, se pudo ver cómo se realizaron mejoras en sonido, iluminación y refrigeración.

Pero, además, el piso sobre el cual se ubican las butacas para cada periodista quedó montado sobre una alfombra verde artificial que simula el césped del 15 de Abril. Le da un toque original, muy bonito por cierto a la sala de conferencias.

Desde allí, incluso, se monta el programa partidario que Unión tiene en televisión. “Se hace lo que se puede”, repetía un cansado pero conforme Nicolás Rucci, encargado del área Prensa del club.

 

Rosales y la amarilla

Colgado con cuatro amarillas, fueron varias las veces que Paulo Rosales tiró la pelota lejos o se paraba delante de la misma cuando Boca tenía un tiro libre para que Pompei lo amonestara, cosa que nunca pasó.

En parte, sorprendió que el árbitro no lo castigara. Tanto como la sinceridad de Kudelka: “Yo le pido a Rosales que juegue, no que se haga amonestar. Las cosas en el fútbol se deben dar naturalmente”. Entre ironías, el “10” cordobés, admitió que hubiera preferido la quinta amarilla, no jugar con Belgrano y quedar “limpio” para el clásico con Colón. Deberá jugar callado contra Belgrano.