Tribuna de opinión

Déficit fiscal, y ahora ¿qué hacemos?

Esteban Hernández (*)

Hace unos días, el vicepresidente de la Argentina Amado Boudou y el ministro de economía Hernán Lorenzino, informaron a la ciudadanía que en el período 2011 las cuentas nacionales cerraron con un escueto superávit de 4.900 millones de pesos. Sin embargo si sólo descontamos las utilidades contables del BCRA, nos encontramos con un déficit de casi de 18.000 millones de pesos.

Además, desde hace tres meses, el gobierno nacional actúa enérgicamente a través de diversas medidas sobre las importaciones y sobre el mercado de divisas para atenuar la caída del superávit comercial.

Estamos ante el fin del modelo de superávits gemelos de Néstor Kirchner.

Todas, las 24 provincias argentinas, cerraron sus ejercicios 2011 con déficit fiscal. Algunas con déficits muy importantes, como Santa Cruz y Río Negro (pese a la ayuda de refinanciación de deuda del Estado nacional para 18 de ellas, no es el caso de Santa Fe), y otras con déficits preocupantes, como Buenos Aires, Formosa y Chaco.

La misma situación deficitaria están atravesando los más de 3.600 Municipios y Comunas de nuestro país.

Cambió el paradigma, y hoy estamos en déficit fiscal consolidado (Nación, Provincias y Municipios) y caída del superávit comercial.

En el año 2011, la economía creció en forma importante y la crisis internacional se manifestó tenuemente, pese a lo cual, el superávit fiscal del conglomerado estatal (es decir Estado Nacional, Provincias y Municipios), se terminó.

El pronóstico para el 2012 es mucho más complicado, por lo que se debe decidir qué se hará con los gastos que debe atender cada uno de los niveles de Estado.

¿Cuál es el rubro más importante del gasto?

En nuestra Provincia, por ejemplo, de cada $100 que se gastaron el año pasado, $68 se aplicaron a sueldos, jubilaciones, obra social de los agentes públicos y las transferencias a los docentes particulares.

Si a esto le agregamos las transferencias vía coparticipación a los Municipios y Comunas (que básicamente se destinan a sueldos de sus agentes municipales), podemos decir que de cada 100 pesos que se recaudó en la provincia, 72 pesos fueron a sueldos, jubilaciones, obras social de los agentes públicos y docentes privados.

Entre los Municipios y Comunas, el año pasado de cada $100 de ingresos, se gastaron entre $50 y $100 en sueldos (o más según los casos).

Esto mismo pasó en cada una de las provincias y en cada uno de los municipios de nuestro pais.

El Estado nacional, entre sueldos, jubilaciones, pensiones y subsidios gastó $55 de cada $100, haciendo la salvedad de que el Estado nacional puede cubrir sus déficit con deuda internacional, emisión, préstamos del BCRA y del ANSES, herramientas que los estados provinciales y municipales no tienen.

En estos momentos se están abriendo las negociaciones paritarias de todos los gremios estatales (nacionales, provinciales y municipales), y en las declaraciones de sus representantes se escuchan pedidos de entre 25 y 35 % de aumento. En estos últimos 4 años, los salarios de los municipales (como ejemplo) aumentaron en un 145 % acumulado y la inflación (IPEC) da un acumulado del 100%, lo que implica una recomposición real del 45% del salario estatal, en 4 años.

En Santa Fe en el 2011 los salarios estatales están por arriba del promedio salarial.

Dado el peso decisivo de los sueldos estatales en las cuentas públicas, más allá de la legitimidad o no de los reclamos, los aumentos salariales estatales solo podrán pagarse con aumentos de impuestos. En este momento el conjunto de impuestos consolidados (es decir que los ciudadanos pagamos a los Estados nacional, provincial y municipal, superan el 40% del PBI).

¿No será la hora de ponernos a discutir en serio: el déficit fiscal, la reforma impositiva, y la productividad de los agentes públicos?

(*) Fundación Apertura

Cambió el paradigma, y hoy estamos en déficit fiscal consolidado (Nación, Provincias y Municipios) y caída del superávit comercial.