llegan cartas

Reconocimiento

Eduardo Héctor Paviotti.

DNI: 11.933.456. Llambi Campbell.

Señores directores: Reconocimiento y emoción me produjo la lectura de la nota “Aquellos fueron los días”, escrita por Rómulo Crespo, y editada por la revista Nosotros de la semana del 18 al 24 de febrero del 2012.

En ella hace mención a dos grandes maestras, grandes de corazón y grandes por su vocación de educar. Considero que una de las virtudes más destacadas del ser humano es el recordar con agradecimiento a aquellas personas y acciones que han dejado grabado en el recuerdo testimonios que marcaron huellas. Más valorable aún, ya pasados 50 años. Quiero destacar que Estela de Paviotti y Cuca Garzón Guerra (grandes amigas de la vida) después de 40 años de servicio docente recibieron su fecha de jubilación con más tristeza que alegría, para ellas culminaba su ciclo, un ciclo de entrega, un ciclo de brindar afectos.

Yo he cursado mis estudios primarios en la querida y recordada Escuela Nº 11, Juan Galo Lavalle, donde tuve la fortuna de recibir los valores espirituales que me guiaron por la vida. Valores como el respeto, la responsabilidad, la solidaridad, el amor por el maestro y la escuela, por nuestro himno y bandera y así podría seguir enumerando otros. Hoy como docente pretendo se recuperen esos valores que están lejanos y son el cimiento para una sociedad que debe crecer por lo que es, y no por lo que tiene.

Junto al artículo al que hago mención, existe otro que se titula “Tecnologías y educación: acceso, innovación y cambio” y dejo cómo preguntas para la reflexión: sin dudar de los avances tecnológicos, ¿qué accesos logramos?, ¿ qué hemos innovado desde la educación? y ¿dónde están los cambios logrados?