Desde el norte provincial reclaman inclusión

Los pequeños productores advierten sobre las trabas burocráticas de la emergencia

Están nucleados en la Unión de Organizaciones del Norte de Santa Fe. Su reducida e informal escala de actividad les impide reunir los requisitos necesarios para acceder a estos subsidios.

Agencia Reconquista

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“Emergencia agropecuaria en Santa Fe: el clamor de los que seguimos quedando afuera”. Tal es el título que encabeza el documento difundido en las primeras horas de este lunes por los campesinos reunidos en la Uonsafe, Unión de Organizaciones del Norte de Santa Fe, con el fin de hacer público su reclamo por no ser “contemplados en la emergencia agropecuaria”.

Sus referentes más visibles, José Luis Castillo de Villa Ocampo, Esteban Fulawka de El Nochero, Margarita Silva de Garabato y Pablo Oviedo de Romang firmaron el documento que señala que “esto sucede porque los requisitos que se nos piden y exigen, son de por sí, burocráticos y discriminatorios”.

Para los dirigentes, “existe toda una maquinaria burocrática: inscripciones en el Registro Nacional de la Producción Agropecuaria, Cuit, actas de vacunaciones, constancias del Senasa, declaración de emergencia del productor y otras documentaciones”, que atentan contra la posibilidad de acceder a la ayuda.

Expeditivos, dejan en claro en el mensaje que los requisitos necesarios para estos trámites no los incluyen por una sencilla razón: “Como productores campesinos no poseemos la cantidad de animales, o de producción agrícola para ser registrados, tampoco se considera nuestra diversidad productiva, ni la producción de animales menores y de granja”.

Sobre ese punto, sostienen que desde el Estado “no existen programas o políticas que nos permitan conseguir ayudas económicas para las zonas afectadas, ya que el mismo sistema nos excluye, entonces ¿qué nos queda?”.

Debido a esto, manifiestan, es “prácticamente imposible acceder a subsidios” que serán entregados en los próximos meses. Ofrecen como ejemplo el caso del oeste santafesino. En el departamento 9 de Julio -corazón de la emergencia- “los beneficios serán entregados a un sector de grandes productores; sin embargo, los más pequeños, los campesinos estamos en condiciones de decir que dudamos y mucho de que se nos destine algún fondo”.

Sin beneficios

Con ese panorama en ciernes, los representantes de los minifundistas del norte ponen el acento en que el anuncio del gobierno nacional de los 15 millones para la emergencia agropecuaria para paliar la sequía “pasará sólo frente a nuestras narices de continuar sosteniendo estos requisitos y políticas”.

“Nadie nos menciona”, protestan, a pesar de que se han armado comisiones para el tratamiento de la sequía, se establecieron pautas para municipios y comunas, se distribuirán planillas a completarse con datos de productores.

Solícitos como gente de campo que son, su queja viene acompañada de propuestas de solución. Los inconvenientes quedarían zanjados si el gobierno provincial toma las medidas pertinentes para “flexibilizar los requisitos y atender nuestras demandas” y, paralelamente, el gobierno nacional adopta “medidas inclusivas” y propende a un “mayor desempeño de los organismos que se dedican a la agricultura familiar”.

Ancestrales protectores

“Somos campesinos y campesinas, pequeños productores, obreros rurales, changarines sin título de la propiedad de la tierra, pero poseedores ancestrales gracias a numerosas generaciones que han crecido en el campo y que aún bajo amenazas constantes de desalojos de nuestros territorios, seguimos resistiendo y cuidando de nuestros bosques, el agua y la tierra”, destacan los integrantes de la Unión de Organizaciones del Norte de Santa Fe, con pequeñas explotaciones en San Javier, Vera, 9 de Julio y General Obligado.

Desde el Estado “no existen programas o políticas que nos permitan conseguir ayudas económicas para las zonas afectadas”.