Toda Europa se defiende de Google

Agencia EFE

Viviane Reding, comisionada de justicia de la Unión Europea, manifestó en el día de ayer que la decisión de Google de continuar con su nueva política de privacidad fue desafortunada en un momento en que no queda claro si tales medidas acatan la ley europea. Dijo que personalmente avala el pedido de Francia para que se demore la implementación.

Esta confrontación entre varios de los gobiernos europeos y el motor de búsquedas norteamericano acerca de sus prácticas de negocios se viene endureciendo desde hace varios meses. Se cree que la Comisión Europea va a dictaminar a fines de este mes si Google ha violado las leyes antimonopólicas con la forma en que opera su servicio de búsquedas. En un juicio separado, jueces franceses dictaminaron que Google abusó de su dominio en el mercado online y en su servicio publicitario AdWords.

Esta vez, Google avanzó un paso más en lo que podría ser una seria violación de derechos. Su nueva política le permite tomar lo que ha averiguado de un usuario en uno de sus servicios como la búsqueda o Gmail y usarlo para confeccionar el perfil que el usuario ve en otros servicios. El contenido de los emails enviados por Gmail podría, por ejemplo, servir para adecuar la publicidad que se le muestra a esa persona en YouTube.

El gobierno japonés también escribió a Google expresando su preocupación sobre el manejo de datos personales. En Estados Unidos también tiene problemas. El mes pasado la Electronic Frontier Foundation, un grupo que brega por la libertad de expresión en Internet, sugirió a sus seguidores que borraran algo de la información que tiene Google sobre búsquedas históricas antes de que se hagan efectivos los cambios.

La defensa del gigante

Por su parte, desde Google se sostiene que se cumple con las leyes y que los cambios resultarán en una mejor experiencia de usuario.

El presidente ejecutivo de Google, Eric Schmidt, afirmó que la compañía cumple con la normativa europea en materia de privacidad y que es perfectamente posible que un usuario utilice los servicios del buscador sin compartir su información con el gigante de Internet.

“Lo que hemos hecho con nuestra política de privacidad es asegurarnos de que la gente supiera lo que estábamos haciendo”, ha explicado Schmidt en una entrevista concedida a la radio española SER.

Las declaraciones se dieron a conocer luego de que Google pusiera en funcionamiento su nueva política de privacidad -que unifica a las decenas existentes hasta ahora para sus distintos servicios-, a pesar de la advertencia de Bruselas y las autoridades francesas, que no la consideran compatible con la ley de la Unión Europea.

“Yo creo que las personas -de la UE- con las que hemos hablado entienden lo que estamos haciendo. Desde luego, cumplimos con la normativa europea y eso es muy importante”, ha asegurado Schmidt.

Para el responsable de Google, el robo de identidad y de propiedad intelectual “es un problema” y considera necesario que quienes “roban contenido y se lucran, encuentren obstáculos para enriquecerse”.

Sin embargo, no cree que normas antipiratería como la española “ley Sinde” o la propuesta estadounidense “ley Sopa” sean el camino, ya que “los detalles aquí son importantes: hay muchas industrias muy potentes que quisieran simplemente prohibir las cosas que ocurren en Internet, pero al prohibirlas harían que la red no funcionara o violarían la libertad de expresión”.

“La clave está en seguir el rastro del dinero”, ha expresado Schmidt, quien opina que la “ley Sopa” es excesiva al permitir a los gobiernos “borrar contenidos y prácticamente hacer cualquier cosa con Internet”.

Esta semana, Schmidt ha visitado España para asistir, entre otras citas, al Mobile World Congress (MWC, en sus siglas en inglés) de Barcelona, donde protagonizó un discurso en el que defendió que “Internet y la tecnología son como el agua y encontrarán su camino”, frente a los nuevos textos legislativos que restringen ciertos usos.

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En Internet, los más vulnerables son los niños, situación que exige la atención completa de los padres. Foto: Archivo-Agencia DPA