Espectáculo escandaloso

Brutal golpiza a una mujer ante la estatua de Monzón

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Uno de los actores del drama callejero perdió una ojota en la golpiza, dijeron los sorprendidos testigos que quedaron en el lugar. Foto: Mauricio Garín

Recibió un brutal castigo y quedó inconsciente en la vereda, el agresor sería el esposo y estaría detenido, pero ella no lo denunció.

 

Redacción de El Litoral

Anoche, alrededor de las 22, las personas que transitaban por la avenida costanera o se agrupaban en torno al carribar ubicado a escasos metros de la estatua que recuerda a Carlos Monzón fueron mudos testigos de un espectáculo tan violento como escandaloso.

En la noche sofocante de ayer los numerosos santafesinos que se acercaron a orillas de la Setúbal en busca de aire fresco fueron sorprendidos por un espectáculo pocas veces visto en la vía pública y en un escenario presidido por la imagen del polémico campeón de los puños.

Según el relato de los testigos un hombre descendió de un automóvil Ford Galaxy, vehículo que quedó estacionado a escasos metros con tres o cuatro individuos que permanecieron allí a la espera del desarrollo de los hechos.

El sujeto en cuestión, una vez en la vereda se dirigió a una mujer y sin más la golpeó en el rostro derribándola en el acto. Luego, el agresor, cuando la víctima yacía en estado de total indefensión, la siguió golpeando, es decir que pateó su cuerpo hasta que una voz solitaria se levantó contra él.

Las palabras dirigidas al golpeador irritaron a los amigos que esperaban en el auto, de modo que también ellos estuvieron en el centro de la escena para poner el pecho en favor del golpeador y así evitaron que algún desubicado fuera contra él.

Casi de inmediato otra voz, la de un policía franco de servicio, los hizo retroceder, pero fundamentalmente fue su gesto -de echar mano de un teléfono o un equipo de comunicaciones-, lo que los decidió a desaparecer velozmente del lugar.

La víctima del ataque, inconsciente, quedó tendida en la vereda y recién reaccionó algunos minutos después, rodeada por la gente que trataba de contenerla mientras -supuestamente- una ambulancia estaba en camino. No obstante la ambulancia demoró y la mujer fue ayudada a subir a una camioneta policial y así fue retirada de la escena.

A todo esto sucedió que un automóvil de igual marca y características similares a las del utilizado por el agresor y sus amigos fue interceptado por una patrulla policial en López Planes.

Pero si los hechos referidos son escandalosos algo más sorprendente todavía fueron los hechos que sucedieron después, ella, una vez restablecida no quiso denunciar a su esposo detenido y se negó a recibir asistencia médica en el hospital público.

Por otra parte las fuentes policiales, si bien no negaron los hechos ocurridos a la vista de la gente, hicieron reserva del nombre del golpeador y protagonista del escándalo callejero.