Sin picanas, perros ni gritos

Tratalas bien y ganá más

Las ferias con AC muestran una importante diferencia en la cantidad de animales que sufrieron algún impacto (13 % contra 32%).

Campolitoral

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La vaca muge cuando se siente maltratada. Esa verdad sencilla y a la vez demoledora es una de las curiosidades que arroja un trabajo de investigación que cuantificó con rigor científico el daño que causan a la carne los maltratos en los corrales de los remates feria.

Así, merced a la inquietud de los integrantes del departamento de Producción Animal de la Facultad de Ciencias Agrarias de Esperanza por el tema de bienestar animal en la cadena de la carne, fue tomando forma la idea de “ponerle números” a un tema que todos conocen pero que pocos dimensionan.

De esta manera, se plantearon observar los resultados de la implementación de una tecnología de proceso, como es el programa de aseguramiento de la calidad para el manejo de los animales en estas instalaciones, basado en el mejoramiento continuo. El mismo ya había sido desarrollado por especialistas en forma conjunta con expertos de Nueva Zelanda en el año 2005.

Como objetivo final, “buscamos mantener la calidad de la hacienda recibida para comercialización, minimizando los riesgos de afectar el bienestar de los animales, lo que es de suma importancia para la competitividad de la cadena”, nos dice la Ing. Agr. June Thomas, docente de la cátedra. “Para lograr estos objetivos, la capacitación del personal con responsabilidad en el manejo de los animales y la comprensión de las reales necesidades del bienestar animal, son un desafío pendiente en varios niveles de la cadena de la carne argentina”, adelanta.

Alcances

El trabajo de campo fue desarrollo por los Ing. Agr. Emiliano Astesana y Romina Urso, con la colaboración de directivos y el personal de las ferias bajo estudio. El total de ferias incluidas permitió el análisis de los peligros en 7.908 animales durante el proceso de comercialización, el que contempla las actividades u operaciones desde la descarga hasta que son retirados de la feria.

El estudio se realizó durante 6 meses (de octubre a marzo), realizando controles en seis instalaciones de remates ferias de la provincia, pertenecientes a dos empresas consignatarias de la región. Tres de las mismas contaban con sistemas de aseguramiento de la calidad (c/AC) y tres sin aseguramiento de la calidad (s/AC). Las visitas realizadas inicialmente a todas estas ferias (un control por feria) se realizó con el objetivo de reunir información inicial relacionada al manejo y al tipo de instalaciones.

A partir de la información recopilada, se seleccionaron las dos ferias en las cuales se realizaron controles durante 3 remates de hacienda en cada una de ellas, con el objetivo de analizar el impacto sobre el bienestar de los animales según se haya implementado o no un programa de aseguramiento de la calidad que considera el bienestar de los mismos. Se consideraron las diferencias en el manejo e instalaciones.

Aplicando los principios de la metodología de análisis de peligros y puntos críticos de control (HACCP), se identificaron los posibles peligros que significan un riesgo para la calidad de la carne durante las etapas más importantes del proceso. En cada área se monitorearon golpes contra las instalaciones; pechazos, uso de picanas, azotes, uso de palos; corridas, silbidos y gritos durante el manejo. Se consideraron las vocalizaciones o mugidos durante el manejo dado que son manifestaciones del malestar de los animales por el maltrato recibido. Para las observaciones que se realizaron en cada área bajo estudio, se permaneció el tiempo que fuese necesario hasta completar en promedio el control de 100 animales/área. Las lesiones observadas fueron categorizadas por su severidad.

Hipótesis

La evaluación se realizó considerando el manejo en cada etapa del proceso, desde el ingreso de los animales hasta su carga a destino final. Este enfoque en etapas permite analizar los peligros en cada una de las mismas y su posible impacto sobre el bienestar animal y la calidad de la carne, y determinar cuáles son las medidas de control que deberían aplicarse para generar una mejora; ya sean derivados del diseño y mantenimiento de las instalaciones, como de la capacitación del personal responsable del manejo.

Para la Ing. Thomas, las ferias que tienen implementado el programa de aseguramiento de la calidad, y que han ido corrigiendo paulatinamente estos problemas, deberían supuestamente demostrar mejores resultados. “De esta manera, podría demostrarse que mejorando el diseño y mantenimiento de las instalaciones a un nivel mínimo y acorde con los requerimientos para el flujo continuo de los animales, la capacitación de los operarios en comportamiento animal, y aplicando un sistema de control interno o externo, se logra alcanzar más altos estándares en el trato de los animales y minimizar el riesgo de afectar la calidad de la carne”, proyecta la especialista.

Los resultados permitieron observar la diferencia en los resultados, entre las ferias que habían aplicado este sistema, y aquellas que seguían con un manejo tradicional.

Del total de animales observados (7.908 animales), aproximadamente el 25 % (2.047 animales) han sufrido algún tipo de impacto observable sobre su bienestar.

Etapas del maltrato

Las operaciones en donde se registra mayor incidencia de golpes son: la separación de los animales, el manejo en antepista, la entrada a la manga de pintura y avance hacia la balanza durante el momento del remate, y -finalmente- la carga en el transporte de hacienda.

Se realizaron observaciones en el momento de la descarga, para diferenciar al momento del ingreso de los animales las lesiones que ya presentaban, caracterizadas por una causal traumática con producción de cortes, heridas o quebraduras debidas al transporte; o bien al manejo previo en el campo y ajenas al movimiento en feria. Se pudo observar que es uno de los puntos más críticos por el uso de picanas, lo cual es ajeno al manejo de los operar. Aquí, las instalaciones bien diseñadas (c/AC) permiten simplificar mucho la operación, evitando hacer retroceder a los animales. En la separación previa a la venta en antepista, se observan las dificultades de los operarios para seguir el ritmo del remate. El problema se incrementa notablemente en las ferias s/AC. Los animales se resisten a ser separados, lo que implica mayor destreza, paciencia y entrenamiento por parte de los operarios.

Durante la carga, los valores registrados para los parámetros “golpes” y “vocalización” son superiores a los aceptables (5%) en ambos casos. Los golpes observados, son en su mayoría debido a pechazos con el caballo y contra las tablas de la rampa, principalmente en los cuartos anteriores. Se destaca en las feria sin aseguramiento el manejo más rudo y apurado de los operarios durante esta tarea, produciendo un mayor número de impactos en los animales. Las vocalizaciones registradas indican el estrés de los animales por este manejo (1,25%), mientras que no se observaron en los sistemas c/AC. En ferias c/AC no se observan azotes (solo en casos excepcionales), ya que los operarios usan banderas para el manejo de los animales.

Se han observado y registrado las áreas anatómicas del animal en donde se producen los impactos que podrían dar origen a machucones, según la magnitud de los mismos. Esto es de gran relevancia cuando las mismas se registran en zonas de alto valor económico. La valoración de las pérdidas se efectúa sobre la base de las diferencias en el valor comercial de los cortes carniceros.

Si los operarios logran manejar los bovinos utilizando banderas, con un mínimo de gritos y silbidos, sin usar perros, ni azotar a los animales con objetos contundentes u obligándolos a moverse con el uso de sus caballos, se logra un tranquilo y eficiente manejo, con mínimo de estrés.

Día de la bandera. Se precisan implementar técnicas sencillas de manejo y erradicar viejos hábitos nocivos.

Fotos:Gentileza

Efectos posibles sobre la calidad de la carne:

Dado que la calidad de la carne se va logrando a través de todo el proceso, las potenciales pérdidas económicas estarán influenciadas por la etapa del proceso y el área o región anatómica en donde se han producido las lesiones. Las observaciones realizadas de los impactos durante el manejo en feria, según las zonas anatómicas del animal, permiten hacer una proyección sobre los posibles efectos en la calidad de la carne obtenida en la operación de faena en frigorífico, aún cuando esta última etapa no ha sido motivo de evaluación en el presente estudio.

Considerando los 2.047 animales que han sufrido algún tipo de impacto en todas las ferias, sin discriminar ferias con y sin aseguramiento, se pudo observar que los impactos se concentran en la región anatómica de la cara lateral del miembro pelviano (cuarto trasero), que se caracteriza por ser la zona de mayor valor comercial y la que principalmente se destina a la exportación, junto con el bife angosto y el bife ancho (46% de los animales). En el cuarto trasero predominan los pechazos o golpes contra tablas rotas. Para el caso de la región de vértebras torácicas y lumbares los “golpes” se refieren más a los azotes realizados por los operarios en el 23% de las situaciones. En la región del tórax y del abdomen se observó el 18 % de los impactos, producto de golpes contra laterales rotos, tablas rotas o en respuesta a “pechazos” con caballos que conducen a golpes contra algún sector de las instalaciones. Algo similar ocurre con la zona de las vértebras cervicales y las primero cinco vértebras torácicas en donde se observó un 13 % de impactos.