¿Una mojada de oreja?

La visita de Scioli dejó de manifiesto la necesidad de contar con una entidad financiera que brinde herramientas para la producción. Paros, aprietes y negociaciones decoraron la semana.

 

Federico Aguer

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Miércoles agitado en Casa de Gobierno de la capital provincial. Primero, con el anuncio de la continuidad de la expo más grande de todas en Santa Fe. A las 16 horas se lanzó la versión 2012 de Agroactiva, que este año contará con importantes novedades; pero sobre todo, se trata un evento que mantiene la visión de seguir creciendo, pese a la retracción del momento. La idea de este año es la de un lugar que se construye entre todos, donde se potencia y multiplica el trabajo de la agroindustria del interior productivo y genuino.

Segundo, la visita del gobernador de la provincia de Buenos Aires, quien se reunió con su par local, en un hecho político que sorprendió a muchos, pero que desnudó la precariedad de una provincia que carece de apoyo financiero para la producción. Santa Fe, marcada fuertemente por su ADN productivo, paradójicamente privatizó su banco provincial, aunque ahora intenta recuperar algo del territorio perdido.

A propósito de esto, el anfitrión de la reunión cerró la conferencia de prensa señalando que “en Santa Fe estamos tratando de recuperar esta herramienta financiera que significa el banco, comenzando con una corporación financiera y es nuestro anhelo algún día llegar a tener aunque sea una banca de segundo grado”. Si bien el BAPRO no puede brindar líneas crediticias para productores santafesinos por cuestiones estatutarias, desembarca en nuestra provincia con un portafolio de servicios que incluyen el leasing y otras herramientas para la agroindustria.

Además, la semana cierra con un acuerdo para los transportistas, quienes pararon durante cuatro días, llevando al borde del parate total el embarque de granos.

Es de lamentar que en la triste metodología del piquete -ya instalado a nivel institucional en la Argentina- los principales perjudicados hayan sido los dadores de carga, muchos de ellos productores que no pudieron comenzar con la trilla, siendo víctimas de aprietes que se extendieron desde el sur al resto de la provincia.

Finalmente, con la celeridad que imprime la escasez, el gobernador recibió a Carsfe y puso manos a la obra para que el aumento del inmobiliario rural no implique una modificación del avalúo que aumente la transferencia de fondos a la Nación.