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Olor en el jardín y sabor en la cocina

Las huertas urbanas son cada vez más frecuentes y, en ellas, las hierbas aromáticas son protagonistas. Ideas, sugerencias y datos a tener en cuenta para comenzar a cultivar.

FUENTE. FACILISIMO.COM.

 

Siempre han estado y nunca dejarán de estar presentes entre los mejores condimentos en multitud de recetas de cocina. Embellecen los platos y realzan su sabor, a lo que hay que añadir que habitualmente aportan propiedades nutritivas y terapéuticas. Algunas estimulan el apetito, otras facilitan la digestión y favorecen el tránsito intestinal. En los países cálidos suelen estar asociadas a efectos hidratantes, ya que incitan a beber líquidos y reponer así la deshidratación que provoca el clima.

El estragón, el tomillo, el perejil, el orégano, el cebollino, el azafrán, el romero... son sólo algunas de las muchas hierbas aromáticas que podemos utilizar. Por eso, no es de extrañar que cada vez más gente opte por tener un huerto urbano, aunque sea diminuto, para poder echar mano a este tipo de plantas fáciles de cultivar y de gran utilidad culinaria. Además que, lo ideal es utilizarlas lo más frescas posibles. A continuación presentamos algunas especies.

PEREJIL

Se cultiva en todo el mundo y es raro que no esté presente en cualquier cocina. Con buenas condiciones, puede obtenerse en cualquier época del año, pero en primavera las garantías son mucho mayores y crece más rápido. Además, una vez ya desarrollado es más fácil mantenerlo y que siga siendo útil el resto del año.

Uno de sus grandes usos es como condimento de salsas; en la sartén junto con cebolla, ajo y aceite para las pastas; o machacado en un mortero con otros condimentos y un chorro de vino. También se puede espolvorear sobre el plato o simplemente utilizar como ingrediente decorativo. Es rico en hierro, calcio, yodo y magnesio.

MENTA

El intenso y característico olor que desprende no solo es aprovechado sobre las hornallas, también en perfumes y aplicaciones químicas. Gracias a su gran adaptabilidad a distintos tipos de suelo y climas, su aroma es conocido en todo el mundo. No obstante, la planta preferirá ser cultivada en los suelos más fértiles y climas más bien templados.

Al principio necesita agua en abundancia y es mejor no empezar a cultivarla en invierno. Al igual que el perejil, la mejor época es cuando empieza el buen tiempo de la primavera. En la cocina es muy versátil, ya que permite la elaboración de dulces, salsas y caldos. También es utilizado para condimentar platos de carnes asadas. El frescor único que tiene la menta también se aprovecha para hacer cócteles, tés y chicles.

ESTRAGÓN

Esta planta de hojas verdes y alargadas también tiene un aroma muy intenso. Su origen se encuentra en el centro asiático y algunas regiones siberianas, por lo que ha sido relativamente fácil su implantación en el resto del mundo. Así, es de suponer que plantarlo en macetas en el interior de nuestras casas está al alcance de todos.

El estragón es un condimento que, junto al orégano, el perejil y el tomillo, consta de gran reputación en la cultura culinaria mediterránea. Manteniéndolo verde y fresco, se lleva fenomenal con ensaladas y sopas, a las que aporta un sabor especial. También se utiliza en el relleno de carnes y pescados o acompañándolos, sobre todo con las salsas bearnesa, tártara y holandesa.

ALBAHACA

Ya en la India, de donde procede, la consideraban sagrada. En el mundo occidental no ha llegado a tanto, pero desde que los romanos la trajeron ha sido siempre una planta aromática de mucho valor. La fragancia que desprende la albahaca es muy fuerte para algunos insectos que provocan plagas en el jardín, por lo que es muy buena idea plantarla al lado de otras que sean más vulnerables. Como no tolera bien el frío, la época de plantación es la primavera.

Las hojas son las que asumen todo el protagonismo culinario, ya que es donde se deposita todo su olor. Se pueden introducir en tarros de aceite con el que cocinar posteriormente, utilizarla para cocinar huevos tortillas y revueltos, pescado o estofados con las hojas secas y es indispensable para hacer la salsa pesto.

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Helado de hierbas aromáticas

Calentar en una cacerola 150 cc. de leche entera con 500 cc. de crema de leche, hasta que empiece a hervir. Añadir 20 grs. de hojas frescas de salvia, tomillo y romero. Incorporar una cucharada de hojas de té verde japonés. Remover, tapar y dejar reposar ya con el fuego apagado de 20 a 30 minutos para que se haga la infusión. Pasar la preparación por un colador fino y reservar.

Por otro lado, mezclar en un bol 8 yemas de huevo con 200 gramos de azúcar, batir por tres minutos. Agregar la mezcla de nata y crema. Remover con una cuchara de madera, a fuego medio. Dejar cocer a fuego muy suave, sin que llegue a hervir, removiendo sin parar hasta que la crema empiece a espesar. Apartar del fuego y dejar enfriar por completo.

Congelar la crema por completo, cortar en trozos y pasar por la batidora para romper los cristales de hielo dentro del helado. Otra opción es congelar la crema directamente, batiendo con un tenedor cada media hora, hasta que quede cremoso.