Editorial

Ante el nuevo ajuste impositivo

La dirigencia política de la provincia discute -aún entre bambalinas- los alcances que tendrá un nuevo ajuste fiscal en Santa Fe mientras las entidades empresariales han solicitado participar y opinar antes de que la Legislatura baje el martillo en la temática.

El propio gobernador Antonio Bonfatti y algunos de sus colaboradores vienen repitiendo la escasa participación que hoy tiene en la recaudación fiscal el Impuesto Inmobiliario y lo comparan con la Patente Automotor. Es cierto que el Inmobiliario no tuvo adecuaciones anuales; pero también es cierto que, en Patente, de a las cuatro cuotas que rigieron hasta los primeros años del nuevo siglo se les adicionó un Anticipo, y en muchos municipios y comunas una sexta cuota anual. En tanto, la intención del Frente Progresista de gravar con Ingresos Brutos a determinadas actividades hoy exentas parece ir a un nuevo fracaso -especialmente con el sector industrial- ante la cerrada negativa del justicialismo que tiene cómoda mayoría en ambas cámaras. En algún momento se mencionó la posibilidad de incluir un impuesto a la herencia pero ya fue desestimada por el ala política del gabinete de Bonfatti.

Desde sectores del justicialismo se viene condicionando el aval a la suba de tributos al conocimiento de los alcances que tendrá una política de contención del gasto público que -para esos sectores- se ha incrementado en forma exagerada, especialmente en materia de salarios y designaciones políticas.

Por causas propias y también ajenas, Santa Fe se ha sumado en los últimos años al cuadro de provincias con importantes déficits en sus balances anuales. La mayoría de ellas ha logrado incluso la refinanciación de las deudas con el gobierno nacional para aliviar en parte su situación. En el caso de nuestra provincia, la situación es inversa: hay deuda de la Nación para con Santa Fe que no se cumple y no se tienen certezas respecto de cuándo se cumplirá.

El propio gobierno nacional ha perdido la fortaleza de sus cuentas públicas, lo que lo llevó a ponerle cerrojos a la venta de dólares y a la importación de productos, y además motivó la reforma de la carta orgánica del Banco Central.

Otras provincias -Buenos Aires y Tucumán por ejemplo- han aplicado fuertes incrementos de impuestos para buscar un equilibrio fiscal y esta semana el propio Daniel Scioli al visitar la ciudad avaló la necesidad de Santa Fe de producir un aumento de impuestos.

Ante este cuadro de situación es de esperar que el aumento del Inmobiliario sea lo más ecuánime posible no dejándose de advertir que todos los municipios y comunas subieron sus tasas y que la EPE reajustó el cuadro tarifario, elementos que influyen en el bolsillo del ciudadano.

También es de esperar un fuerte compromiso de todas las fuerzas políticas para plantarse dignamente ante la Nación a fin de exigirle que cumpla los compromisos firmados oportunamente con Santa Fe y que aliviarían la situación fiscal provincial.